Vuelve la normalidad en salidas y visitas a las residencias de ancianos

Se han eliminado algunas restricciones en el protocolo vigente en las residencias de ancianos de Madrid

A

nte la reciente disminución de casos por coronavirus, se ha actualizado el protocolo establecido en las residencias de ancianos por la Covid-19 en Madrid, sobre salidas, visitas y actividad. Entra en vigor hoy, 21 de febrero. Se trata de un paso más hacia la normalidad, tras la obligatoriedad que se impuso para los ancianos, el pasado mes de diciembre de cara a las navidades, de presentar un test o PCR negativo realizado en las 72 horas previas a su regreso al centro.

Así, se elimina la recomendación de realizar cribados periódicos a los residentes, que no tendrán limitaciones para salir del centro puntualmente, durante el fin de semana o por vacaciones. Si esa salida se prolonga más de 14 días, se recomienda que a su vuelta aporten una prueba diagnóstica negativa.

Como novedad, la guía establece ahora que el aislamiento de los positivos se podrá hacer en sus propias habitaciones. De este modo, el resto de residentes, trabajadores y visitas pueden acceder normalmente a los demás espacios, que hasta ahora se cerraban en caso de contagios.

Se mantiene el uso de mascarilla y la distancia de seguridad tanto para usuarios como trabajadores y visitantes. Las visitas se valoran a su llegada al centro y se les impide la entrada si presentan síntomas compatibles con la Covid, estén o no vacunados.

En el interior de la residencia, se sigue permitiendo que entren dos visitas por residente (tres cuando alguno necesite ayuda para su movilidad), como hasta ahora. El número y duración de los encuentro continúa siendo ilimitado. Los propios centros establecen los horarios para las visitas, como ya hacían antes de la pandemia.

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Lo que sí deben controlar es que la ocupación máxima de las visitas en las zonas de encuentros no se supere un tercio de la habitual. Los familiares pueden ver a sus seres queridos en las habitaciones, donde tiene que haber una adecuada ventilación. Se mantiene también la posibilidad de contacto físico con abrazos breves o con las manos, especialmente en el caso de pacientes con deterioro cognitivo.

Pruebas para trabajadores de residencias de ancianos para evitar contagios por Covid-19 en Madrid

Los trabajadores que tengan la pauta completa de vacunación tendrán que hacerse una prueba cada dos semanas y cuando regresen de ausencias prolongadas por vacaciones u otros motivos. A los que no estén vacunados se les tomará la temperatura a diario y se les realizará al menos dos test por semana.

De este modo, se vuelve a lo establecido antes de las últimas restricciones de Navidad cuando se sustituyó el test quincenal por uno semanal para trabajadores vacunados. Para los que no tenían la pauta de vacunación, se pedían dos o tres pruebas cada siete días.

Para casos confirmados asintomáticos o con síntomas leves, se establece un periodo de 7 días de aislamiento. Después, no se solicitará prueba de confirmación si el residente está asintomático.

Esta es una nueva actualización del protocolo que llevaba vigente desde el pasado mes de octubre. Se puede consultar en la web de la Comunidad de Madrid. Ha sido elaborado por la Dirección General de Coordinación Socio-Sanitaria. También ha participado la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia.

La suspensión de visitas en residencias de mayores, una de las medidas permanentes de la pandemia

Una de las medidas contra la Covid-19 que más se ha mantenido en el tiempo ha sido la prohibición o suspensión temporal de las visitas a familiares en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid.

De hecho, varios brotes surgidos el pasado mes de agosto obligaron a eliminar las visitas en 24 centros. En total, fueron 14 brotes con 413 contagiados entre usuarios y trabajadores. Afectaron a 48 residencias de mayores, de las cerca de 500 que existen en toda la región. En su momento, se facilitó a los residentes los medios necesarios para comunicarse a diario con sus seres queridos.

Ese mes se llevó a cabo la última actualización del protocolo, previa a la del mes de octubre, que después se modificó de cara a las fiestas navideñas. Entre las medidas en ese momento, destacó el registro de los visitantes, así como las restricciones de aforo y horarios. Por ejemplo, cada residente solo podía recibir tres visitas semanales de una hora de duración con dos familiares como máximo en cada una.

Asimismo, se recomendaba que se llevaran a cabo en los exteriores, aunque se permitía que los residentes vacunados recibieran las visitas en sus habitaciones, cumpliendo con un aforo de un cuarto de la capacidad del espacio.