Un parque histórico con aires aristócratas en el distrito de Barajas, que fue el capricho de la duquesa de Osuna
El parque de El Capricho ha reabierto tras 75 días cerrado por la crisis sanitaria del coronavirus (Covid-19). El pasado sábado 30 de mayo volvió a estar accesible a los ciudadanos, después de que Madrid entrara en fase 1 de la desescalada y de que lo hicieran otros grandes parques como el Retiro o la Casa de Campo. Todos ellos habían permanecido cerrados desde el pasado 14 de marzo para evitar aglomeraciones que propiciaran contagios.
El parque de El Capricho, un jardín histórico y aristócrata
Construido entre 1784 y 1839, El Capricho es uno de los puntos verdes más atractivos de la capital. Este extenso jardín de 14 hectáreas, situado en la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, cuenta en su interior con varios monumentos visitables de forma gratuita.
Su origen, tal y como se puede deducir de su nombre, se debió a un capricho, en este caso el de la duquesa consorte de Osuna, María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y Téllez-Girón. Fue una de las jóvenes aristócratas más adineradas del Madrid ilustrado de finales del siglo XVIII y se le antojó la construcción de este parque.
La duquesa de Osuna
Nacida en 1750, se crió en una de las familias más acaudaladas de España, recibiendo así la mejor educación, que se centró en las bellas artes y la filosofía, tan de moda en aquellos años. Era considerada como una joven inteligente y elegante con grandes conocimientos en todos los aspectos y con buena presencia en sociedad.
Su gran porte le valdría para hacerse un hueco en la cúpula mayoritariamente masculina de la corte carlista, y es que la nobleza de la época no era muy dada a contar con las mujeres. Además de una de las aristócratas más populares de Madrid, fue la primera presidenta de la Junta de Damas de Honor y Mérito creada por el rey Carlos III.
Esta mujer, mecenas también de varios artistas como Francisco de Goya, no pudo ver los jardines terminados pues moriría cinco años antes de finalizarse su construcción.
Monumentos en el parque de El Capricho
En este increíble jardín, podremos ver una serie de arquitecturas que se erigen como un conjunto de ‘caprichos’ ideados por los Duques de Osuna. Los más conocidos son:
- La Ermita. Fue construida con la intención, por parte de los duques, de incluir un verdadero ermitaño en ella. Lo que hicieron fue pactar con un mendigo su estancia allí a cambio de modificar su apariencia y rezar por ellos. Entre sus funciones, además de ser parte de la ambientación, se encargaba de redirigir a aquellas personas que se perdían en este lugar.
- El Abejero. Edificio construido con un panal en uno de sus laterales donde se accedía por un cristal, a través del cual a la duquesa le gustaba deleitarse, con una taza de chocolate, mientras observaba como las abejas entraban y salían de sus colmenas.
- Casa del Artillero. Es un pequeño fortín en ruinas muy característico de la jardinería de la época. Su objetivo era evocar al pasado y lo efímero de las cosas en contraste con la vitalidad de la naturaleza.
El laberinto y el búnker del parque de El Capricho
- El laberinto. Se trata, por lo que se cree, de otro de los caprichos de la condesa, aunque no se tiene constancia de su existencia antes del siglo XIX. Su superficie abarca los 6.030 metros cuadrados. Si el visitante logra terminarlo en su camino más corto habrá recorrido 370 metros. Fue ideado principalmente para los juegos amorosos y los escondites.
- El canal. A través de él se hacía el recorrido del jardín en falúas hasta llegar al salón del baile.
- El búnker de la Guerra Civil. A lo largo del recorrido a través de estos caprichos, podremos encontrar un búnker que se construyó aproximadamente en 1937. Cuenta con unos 2000 metros cuadrados situados a 15 metros bajo tierra. Podremos acceder a él en grupos de 20 personas.
Recomendaciones para visitar El Capricho
El parque establece una serie de condiciones de entrada que se deben cumplir si se desea disfrutar de sus numerosos lujos:
- No está permitida la entrada a animales.
- No se podrá introducir ningún tipo de alimento.
- El aforo es limitado; solo podrán acceder unas 1000 personas en total.
- Las actividades como pasear en bicicleta, con patines o jugar con la pelota tampoco están autorizadas.
Cómo llegar: Se puede acceder a este jardín a través de la línea 5 de Metro bajando en la estación ‘El Capricho’ y con los autobuses 101, 105 y 151.
Horarios: El acceso es gratuito sábados, domingos y festivos, de 9 a 18:30 h. de octubre a marzo y de 9 a 21 h. de abril a septiembre.
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