El Tribunal Supremo estudiará el recurso de la Comunidad de Madrid para la paralización de los futuros libros de texto de bachillerato
La polémica en torno a los libros de Bachillerato para el próximo curso en Madrid vive un segundo capítulo. Tras las críticas de la Comunidad sobre los futuros textos y su supuesta «carga ideológica», la editorial Tulibro ha dado la razón al ejecutivo madrileño y ya ha modificado su manual de Matemáticas Aplicadas para 1º de Bachillerato.
Así, el apartado denominado ‘Matemáticas contra el sexismo’ del libro, pasa a llamarse ‘Matemáticas por la Igualdad’. A su vez, se han destacado por igual términos masculinos y femeninos. En la primera edición, solo se habían remarcado las palabras y artículos femeninos.
Según la editorial, los cambios en el manual responden a que no habían «recurrido a los ejemplos y palabras adecuadas«. De esa forma, «se cierra mucho mejor el significado de los textos y se evitan confusiones en torno a la igualdad», prosigue la editorial. El gobierno autonómico madrileño considera este acto como «el primer éxito» y espera que se paralice la edición de los libros o se eliminen los aspectos ideológicos.
En ese sentido, el Tribunal Supremo ha aceptado y va a estudiar el recurso de la Comunidad de Madrid donde pide acabar con los nuevos textos. En él, el gobierno autonómico aduce que en los futuros libros «faltan contenidos». Además, teme que sean una «herramienta para adoctrinar a los alumnos».
Los futuros libros de bachillerato en el marco de la LOMLOE
Los nuevos libros son resultado del último currículo de Bachillerato que el Congreso de los Diputados aprobó en abril. Su objetivo era «adaptar el sistema educativo a los retos y desafíos del siglo XXI», según confirmó en su momento Isabel Celáa, ex ministra de Educación.
El real decreto pone el énfasis en la orientación educativa y profesional. Incorpora la perspectiva de género como principal novedad. También resta importancia a los contenidos frente al aprendizaje del alumnado. El gobierno central lo denomina ‘Perfil de Salida’, mientras que el de la Comunidad de Madrid asegura que es una herramienta para influir en los alumnos.
Además de cambios en libros de texto, la nueva LOMLOE estipula otras novedades. Se podrá pasar a 2º de Bachillerato con dos asignaturas suspensas. En el caso de la EBAU, excepcionalmente se hará con una materia pendiente.
La normativa se aplicará en 1º de Bachillerato desde el curso que viene, y en 2º para 2023. Fue aprobada por un amplio consenso el pasado mes de abril.
Postura del gobierno regional de la Comunidad de Madrid
Enrique Ossorio, consejero de educación de la Comunidad de Madrid, explicó esta semana que los nuevos libros de Bachillerato carecerían de rigor científico. Tampoco respetarían los valores y principios de la Constitución, según su punto de vista. Culpaba de ello al gobierno, por obligar a las editoriales a ofrecer «contenidos de esa naturaleza bajo un marco curricular inadecuado».
El ejecutivo autonómico escuda sus argumentos en distintos factores. Uno de ellos es que, por ejemplo, hay carteles y eslóganes del PSOE en el manual de la asignatura de Valores Cívicos y Éticos.
Por otra parte, algunos de los nuevos libros de Filosofía de 1º de Bachillerato destacan la misoginia de Platón o de Aristóteles. También se cuestiona si fue ético el viaje de Cristóbal Colón a América. En Historia de España no se estudiará ningún acontecimiento anterior a la Constitución de 1812.
La propia Isabel Díaz Ayuso aseguró el pasado martes que varios de los nuevos libros de texto contienen «material sectario«. Por eso, se dio orden a Inspección Educativa para «revisar los futuros manuales y retirar los que sean inadecuados».
Respuesta por parte del gobierno central
Pilar Alegría, actual ministra de Educación, contestó al gobierno de Isabel Díaz Ayuso que los futuros textos de Bachillerato no responden a ninguna ideología política. De hecho, aclaró que «los libros fueron diseñados por cientos de profesores».
El gobierno destacaba también que nadie está obligado a usar unos manuales en concreto. Son los maestros «quienes, de manera autónoma, eligen qué libros utilizarán en el siguiente curso académico», especificó la ministra de Educación.
Los nuevos contenidos en Bachillerato responden al deseo de «quitar importancia a la memorización frente a la práctica«, anunciaba en abril el Ministerio de Educación. Se busca que los alumnos ejerciten su plano personal y social en los institutos, según alegan desde el gobierno.
Los futuros libros de texto se plantean como una herramienta para «interpretar las emociones de los demás, aprender a usar las nuevas tecnologías y a respetar a todos por igual», confirmaba Pilar Alegría, sin concretar mucho más sobre el cambio de contenidos.
Ahora el Tribunal Supremo dictaminará si se da vía libre a los nuevos libros de texto de Bachillerato. En caso contrario, habría que dejar los actuales o elaborar otros distintos. Todo ello a falta de tres meses para el nuevo curso escolar.
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