Se ha completado la instalación de los más de 300 desfibriladores en el metro para proteger a los viajeros
Metro de Madrid ya cuenta desfibriladores en todas las estaciones. El pasado 10 de mayo se instaló el último previsto, en la parada de Manoteras, situada en la línea 4. De esta manera, los viajeros están protegidos en caso de parada cardíaca. En total 316 desfibriladores entre estaciones y centros de trabajo.
Estos aparatos han permitido, hasta la fecha, trasladar con vida a un centro hospitalario al 80% de los viajeros que lo ha necesitado. Metro de Madrid se convierte así en una de las redes de transporte más cardioprotegidas de Europa.
La normativa vigente obliga a tener desfibriladores en todas las estaciones cuya afluencia supera los 5.000 viajeros diarios, pero el suburbano madrileño los ha puesto en todas, independientemente de la cantidad de usuarios.
Los desfibriladores no solo están instalados en Metro de Madrid. Otros establecimientos públicos, como polideportivos, centros culturales o colegios cuentan también con ellos.
Protección de los viajeros
«La finalidad de que haya desfibriladores en todo el suburbano es la de poder salvar vidas, porque permiten realizar una atención inmediata ante una parada cardiorrespiratoria que pueda sufrir un viajero, incrementando notablemente sus expectativas de supervivencia y reduciendo secuelas posteriores”, ha señalado el consejero de Vivienda y Administración Local en funciones del Gobierno regional, David Pérez.
Desde el inicio de su instalación, a finales de 2017, hasta hoy, los desfibriladores se han usado con éxito en la mayoría de las ocasiones. De las 25 ocasiones en las que se ha
requerido su uso, en cinco no detectó incidencia cardiaca y, de las otras 20, en 12 ha posibilitado el trasladado con vida del paciente a un centro hospitalario.
La intención de la Comunidad es que también tanto el Metro Ligero 1 como el TFM instalen los desfibriladores.
Funcionamiento de los desfibriladores en Metro de Madrid
Cualquier trabajador o usuario de la red de Metro puede usar estos aparatos para reanimar a un afectado. En primer lugar debe conectar con el teléfono de emergencias 112, al que el desfibrilador está permanentemente conectado.
Estos equipos, denominados desfibriladores externos automatizados (DEA) son de fácil funcionamiento, por lo que se han convertido en una herramienta idónea para su uso por personal ajeno a la profesión sanitaria y fuera de un entorno hospitalario.
Paradas cardíacas
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental. Entre ellas, destaca la muerte súbita cardiaca al producirse una parada cardiaca secundaria, que principalmente se debe a la fibrilación ventricular. La mayoría de estas muertes súbitas ocurren fuera del entorno hospitalario, de ahí la importancia de la instalación de estos equipos.
Para atender correctamente a la parada cardiorrespiratoria se deben aplicar rápidamente unas acciones conocidas como cadena de supervivencia. Por este orden, incluyen: el reconocimiento de la situación y la activación del sistema de emergencias sanitarias; el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico; la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado.
El único tratamiento eficaz contra la fibrilación ventricular es la desfibrilación eléctrica precoz. Por eso, la participación de la primera persona interviniente es fundamental para la supervivencia de quien sufre una parada cardiorrespiratoria.
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