Secretos y ventajas de usar esta forma de afeitado correctamente
Hemos perdido el romanticismo incluso para afeitarnos: el uso del jabón en barra es casi inexistente para el afeitado. Sin embargo, todavía quedan hombres fieles a esta opción más clásica y, por qué no decirlo, más ecológica.
Néstor Alriols, CEO fundador de la empresa Freak’s Grooming, es un firme defensor del jabón en barra para el afeitado y conoce como nadie, no solo su historia, sino también muchos de los trucos que hay que seguir para utilizarlo correctamente.
Las ventajas de usar jabón en barra para el afeitado son muchas más de las que se piensa: “Sin duda, es más ecológico, más económico, dura más, supone una opción vegana y además, el 99% del producto está formulado en su mayoría con ingredientes naturales”, comenta Néstor Alriols, CEO fundador de la firma barcelonesa Freak’s Grooming.
Pensado para dar distintos usos dentro de la higiene personal, no solo elimina toda la suciedad, sino que también hidrata y regenera: “Podemos aplicarlo por todo el cuerpo, no solo en el rostro o la barba. Con la fricción notaremos como se crea una ligera capa de espuma con un fresco aroma muy agradable. Si podemos tener la pastilla de jabón en un cuenco o bandeja ancha, mucho mejor, para poder así pasar la brocha de afeitado varias veces sobre la superficie del jabón hasta emulsionar, repitiendo si se quiere para aumentar el volumen de espuma”.
Apto para barbas cortas o largas, el jabón en barra es perfecto para eliminar restos grasos, mantener la barba limpia e incluso para el favorecer el pH del cabello.
Historia del jabón en barra
Hay que reconocer que el jabón en barra ha caído en desuso en las últimas décadas, pero su historia es apasionante. Se remonta a la antigua Mesopotamia, donde se encontraron tablas de arcilla sumerias que hacían mención a las mezclas obtenidas al hervir aceites con sal, resinas y potasio.
Sin embargo, fue en la Roma clásica cuando se originó una historia bastante más fundamentada sobre los primeros usos de este jabón. Cuenta la leyenda que fue gracias al agua de lluvia, utilizada para lavar junto al río Tíber.
Los esclavos descubrieron que el agua contaminada por la grasa de los sacrificios animales, mezclada con las cenizas de la madera proveniente de los fuegos ceremoniales, limpiaba de una forma más eficaz, tanto manos y cuerpo como prendas de vestir. El aceite de oliva en su composición llegaría ya en nuestra historia más reciente, favorecido en la cultura mediterránea por la abundancia de olivos.
Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.