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Igualdad Animal ha presentado ‘iAnimal’, un proyecto pionero concebido para remover conciencias.
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La ciudadanía podrá ver en 360 grados cómo funciona la industria cárnica.
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La campaña comenzará en abril, pero el sábado se mostrarán las imágenes en la calle Fuencarral.
La organización internacional Igualdad Animal, dedicada a la protección de los animales, ha dado a conocer de manera oficial ‘iAnimal’, un nuevo proyecto de realidad virtual que transporta a los espectadores a granjas industriales y mataderos. La presentación, que tuvo lugar esta semana en La Casa Encendida, estuvo abierta al público en general y causó un gran impacto entre los asistentes.
Periodistas y otras personas del público pudieron probar la tecnología inmersiva de 360 grados para experimentar en primera persona (a través de los ojos de un animal) las prácticas llevadas a cabo por la ganadería industrial. Todos manifestaron haber contemplado imágenes «horribles» y algunos no pudieron terminar de ver el vídeo, narrado por la actriz y cantante Angy Fernández.
Javier Moreno, director internacional de Igualdad Animal, señaló que la campaña a nivel mundial comenzará el próximo 1 de abril. La experiencia se llevará a campus universitarios de Estados Unidos, Inglaterra, España, Alemania e Italia y la organización invitará a personas influyentes del ámbito político y cultural a vivirla para tratar de generar debate.
En Madrid, la primera cita será el próximo sábado, 19 de marzo, en la calle Fuencarral, donde Igualdad Animal estará desde las 12 horas para acercar iAnimal a la sociedad. Además, la web del proyecto ofrece un tour interactivo que permite asistir a todas las etapas de la vida de los cerdos, desde su gestación hasta la entrada en el matadero.
Un año y medio investigando granjas y mataderos de cinco países
Tal y como explicó Moreno, las imágenes del vídeo se obtuvieron en granjas industriales y mataderos de España, Italia, México, Reino Unido y Alemania. La labor de investigación ha durado 18 meses y, aunque en un primer momento se mostrará únicamente la realidad de los cerdos, se ha documentado el caso de otros animales como vacas, pollos o patos. Próximamente se incorporarán esas otras vivencias.
Desde hace tres semanas, la asociación ha ido subiendo a la plataforma YouTube una serie de tráilers. Entre ellos se incluyen las reacciones de Pablo Puyol, Peter Egan (Downton Abbey) y la propia Angy Fernández al observar por primera vez las imágenes, que el actor británico definió como «impactantes y desagradables», asegurando que era lo más «perturbador» que había visto en su vida. Angy animó a todo el mundo a probar la experiencia, aunque sea dura porque «hay que verlo», opinión que comparte el también actor Pablo Puyol.
Para la organización animalista, el proyecto supone «un punto de inflexión» en la lucha de las ONGs que buscan crear un cambio social, porque «permite llevar realidades a los espectadores de una manera que hasta ahora no había sido posible». El objetivo es conseguir hacerles sentir «una empatía con esos animales» a partir de la visión directa de su «sufrimiento», algo que «la industria cárnica nos oculta diariamente».
Una década defendiendo a los animales
Igualdad Animal lleva una década investigando granjas y mataderos de todo el mundo. Sus equipos, formados por profesionales altamente cualificados, están presentes en siete países de Europa, América y Asia. A partir del trabajo de sus activistas, la organización denuncia el maltrato animal existente en el seno de la industria ganadera, reclamando el derecho a la información de los consumidores para que puedan decidir conscientemente.
En 2010 ya presentaron un exhaustivo estudio sobre las granjas de cerdos en España, un intenso trabajo de más de dos años para el que visitaron 172 instalaciones repartidas por once comunidades autónomas. La mayor investigación sobre explotación animal realizada hasta la fecha se plasmó en un detallado informe, un documental de casi 45 minutos, varios testimonios de activistas y veterinarios y numerosos vídeos y fotografías.
En 2012 sacaron a la luz otra investigación, esta vez realizada en granjas de foie gras de España y Francia, con la que reclamaron el fin de la producción de ese alimento.
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