Un mercadillo de arte en Carabanchel y un rocódromo en la Colonia del Manzanares, entre otros
En 2016, el Ayuntamiento de Madrid, entonces regido por Manuela Carmena, creó los presupuestos participativos en los que los vecinos podían presentar uno o varios proyectos para su distrito. A los elegidos se destinaba parte del presupuesto municipal para llevarlos a cabo. Ahora, de los seleccionados entre 2016 y 2019, el Ayuntamiento ha cancelado 232 proyectos al considerarlos inviables.
Cinco de ellos pertenecen al barrio de Carabanchel Alto. La asociación de vecinos asegura que «habían sido validados por los técnicos municipales, por lo que eran perfectamente viables y disponían del presupuesto correspondiente». Entre ellos, se encontraba un mercadillo de arte y la creación de ludotecas públicas. Otra de las propuestas canceladas es un rocódromo de la Colonia del Manzanares.
Tanto la entidad vecinal de Carabanchel Alto como la de Manzanares-Casa de Campo han presentado alegaciones al respecto para revertir esta anulación. El plazo finalizó hace unas semanas y prevén que tardarán «meses» en recibir una respuesta.
La última convocatoria de los presupuestos participativos se celebró en 2019. En este 2020, el Ayuntamiento de Madrid decidió no convocarlos, aunque sí que se comprometió a ejecutar algunos de los proyectos pendientes.
Proyectos cancelados en Carabanchel Alto dentro de los presupuestos participativos
En el barrio de Carabanchel Alto, uno de los cinco proyectos previstos dentro de los presupuestos participativos que ahora se ha cancelado es la instalación de papeleras en el Pinar de San José. De acuerdo con el informe de inviabilidad del Ayuntamiento de Madrid, esta acción ya está incluida en el contrato de mantenimiento de papeleras.
Tampoco va a ser posible la reforma del carril bici en la calle General Ricardos y en el PAU de Carabanchel. La razón es que «podría derivar en importantes incompatibilidades funcionales» con el Plan Director de Movilidad Ciclista.
Otra de las propuestas canceladas es la rehabilitación de la Plaza del Parterre porque «no figura de alta en Patrimonio Municipal del Suelo». La asociación de vecinos lo considera un motivo «grotesco«. También se presentó un mercadillo de arte que ha sido declarado inviable por su incompatibilidad con la situación sanitaria actual provocada por el coronavirus.
Por último, no se crearán ludotecas públicas en el distrito como se pidió. Esto se debe a que ya existe Casa Grande, «un recurso comunitario abierto a todas las familias con niñas y niños de hasta cuatro años que da respuesta a la demanda del proyecto presentado«, según el consistorio.
La Colonia del Manzanares se queda sin rocódromo
Por otra parte, la asociación de vecinos Manzanares-Casa de Campo ha denunciado la cancelación de la instalación de un rocódromo en el barrio. El Ayuntamiento de la capital ha alegado motivos técnicos. Sin embargo, Alberto, presidente de la asociación ve otros: «Lo que entendemos es que se apuesta por iniciativas en las que habría que pagar dinero, en lugar de otras como la nuestra donde hay voluntad de ahorro «.
De acuerdo con el informe de inviabilidad, se detecta un problema de seguridad en el rocódromo. Sin embargo, desde la asociación nos aseguran que ya hay otros espacios urbanos en los que se han llevado a cabo actividades similares.
«Todos esos argumentos chocan con la realidad de que ya hay estaciones de ese mismo estilo en marcha. Por ejemplo, en el propio Puente de los Franceses tenemos uno en los arcos donde van jóvenes del barrio a practicar escalada«, explicae el presidente.
Con esta cancelación, se agota otra oportunidad de ofrecer una nueva actividad de ocio al barrio, algo que, según Alberto, hace falta en la zona, «sobre todo para la gente más joven«.
Esto coincide con las quejas en relación al polideportivo Cagigal que, tras tener que ser «tirado» por filtraciones de la piscina hace cuatro años aproximadamente, aún no se ha abierto por completo. De momento, este verano solo se ha inaugurado «deprisa y corriendo» la parte al aire libre «pero con bastantes carencias«, ya que no hay bancos ni mesas, entre otras cuestiones.
El CDM José María Cagigal abrió el pasado mes de julio tras finalizar sus obras de remodelación que comenzaron en 2018, donde se reformaron las tres piscinas, entre otras cosas. «Han sustituido lo que era una piscina para estar todo el día por un sitio donde vas a bañarte, prácticamente, estar poco tiempo y despedirte«, concluye el presidente de la asociación de vecinos.
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