Las talas de árboles por las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro, en Madrid Río y el Parque de Arganzuela, provocan las protestas de los vecinos
La tala de árboles en la zona de Madrid Río, provocada por las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro, continúa siendo objeto de controversia entre los vecinos y los gobiernos nacional, regional y local. Un mes después de que se iniciara la tala en el Parque de Arganzuela, la Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha remitido una carta al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, pidiendo su paralización, y él ha contestado que enviará un escrito de respuesta.
En él, asegura Almeida, van a advertir a la ministra de que a partir de ahora el consistorio «le trasladará, previo a la autorización que tenga que conceder el Ayuntamiento de Madrid, de cualquier tala o afección al arbolado que se promueva en la ciudad, por el Gobierno de España, por cualquiera de sus entidades públicas o de sus empresas. Para que nos dé su opinión al respecto».
Almeida recuerda otras talas de árboles en la ciudad
Ha recordadado, además, que «a Ribera le pareció fantástico que se talaran por parte del gobierno de España 1500 árboles en la ciudad, durante los últimos cuatro años de legislatura» y que queda pendiente «resolver la que ha solicitado Adif, 247 árboles en la estación de Atocha, y antes de hacerlo le enviaremos una carta para que nos diga su opinión, pues es una cuestión similar».
Por último, ha incidido en que «las políticas ambientales del Ayuntamiento de Madrid» merecen un reconocimiento, enfatizando en el hecho de que «por cuarto año consecutivo la Onu declara a Madrid ciudad arbórea del mundo». Asi, ha aprovechado para reiterar su compromiso de plantar 500.000 árboles más en esta legislatura -alrededor de 50.000 ya han sido colocados-.
La respuesta de Ribera no se ha hecho esperar y ha invitado a Almeida a «trabajar juntos para evitar podas y talas agresivas», concluyendo que: «La valoración de alternativas es fundamental«.
Los árboles no son de izquierdas ni de derechas. Agradezco la carta de @AlmeidaPP_ y le invito a trabajar juntos para evitar podas y talas agresivas. La valoración de alternativas es fundamental, también en la L11.
Las obras de cercanías en el Paseo del Prado evitaron las talas.— Teresa Ribera 🌹 (@Teresaribera) January 16, 2024
Protestas de los vecinos contra la tala de árboles en el parque de Arganzuela y Madrid Río
Mientras gobierno municipal y nacional discuten sobre el tema, los vecinos, que no están de acuerdo con esta tala de árboles por las obras de la Línea 11 de Metro, siguen organizando manifestaciones desde unos meses con el fin de paralizarla.
La última tuvo lugar el pasado 16 de diciembre, bajo el lema ‘¡Madrid no se tala!’, en el Jardín de Palestina (junto al Metro Palos de la Frontera), y recorrió las calles de la zona hasta llegar a Atocha. «Un deseo de año nuevo: que Madrid conserve sus árboles y se paralice la obra retomando el proyecto inicial (el legal)«, denunciaron desde la asociación vecinal ¡El barrio no se tala!
Las protestas surgieron también a raíz de que, al parecer, la Comunidad de Madrid se negó a mediar con el Banco Europeo de Inversiones para encontrar una solución. Los reclamantes ya recibieron el apoyo del Parlamento Europeo hace unos meses y ahora esperaban llegar a un punto en común con el ejecutivo regional.
Qué piden los vecinos en sus protestas contra la tala de árboles
La tala de árboles se produce a consecuencia de las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro, donde se ha proyectado la creación de nuevas estaciones en zonas verdes. Es el caso de la de Madrid Río. Los vecinos han pedido que esa estación se ubique en otro punto cercano que permitiría, según ellos, una menor tala de especies.
En concreto, su petición era que estuviera en el Paseo de Yeserías, entre el número 33 y el 41, lo que supondría la tala y el trasplante de 40 ejemplares, en lugar de los 178 del proyecto inicial. Esto supondría modificar ligeramente el trazado de la línea.
Este asunto tuvo su momento más álgido en febrero del año pasado cuando se celebró una manifestación para protestar por esta medida -que consideran un «arboricidio«-, a la acudieron 2.000 personas. Como consecuencia, el ejecutivo regional decidió paralizar la tala. Sin embargo, finalmente la obras han continuado su curso dentro del parque de Madrid Río.
La tala de árboles por la Línea 11 continúa en otras zonas afectadas
La zona de Madrid Río no es la única que contempla la tala de árboles, sino también otras de los distritos de Carabanchel, Arganzuela, Retiro y Moratalaz, como el parque de Comillas.
En este último espacio está prevista la creación de otra nueva estación de la Línea 11, bajo el nombre de Comillas, y para ello, es necesario talar más de 300 árboles, de acuerdo con Ecologistas en Acción. Las obras ya han comenzado en esta zona y, por lo tanto, el proceso es inminente. «La mayoría de árboles afectados son ejemplares maduros de más de 40-50 años, cuyo trasplante es inviable«, en palabras de la plataforma.
El objetivo «debe ser preservar de manera intacta el mayor número posible de árboles. Esta afirmación debe extenderse a la totalidad de los barrios afectados por las obras, sin excepción«, apuntan.
La ampliación de la Línea 11 de Metro, un proyecto con varias modificaciones
El proyecto de ampliación de la Línea 11 de Metro lleva esperándose en Madrid varios años, hasta que finalmente en noviembre de 2022 arrancaron las obras. La meta final es convertirse en una especie de diagonal que atraviese la capital.
Uno de los procesos principales para conseguirlo, es la unión de Plaza Elíptica con Conde de Casal que, en su inicio, contaba con tres alternativas de trazado, tres estaciones de conexión (Palos de la Frontera, Conde de Casal y Atocha) y una nueva: Madrid Río. Tras salir a información pública y recoger las alegaciones, el trazado se modificó con el fin de añadir una nueva estación, Comillas, a petición de los vecinos y del Ayuntamiento de Madrid.
Durante la fase de redacción del proyecto, se han llevado a cabo diferentes modificaciones, como el cambio del trazado del túnel al incluir la estación de Comillas, para evitar la cercanía con otras infraestructuras como el nudo de la M-30, en el puente de Praga, o las tuberías de aducción de Canal de Isabel II y algunas líneas de alta tensión que discurren por la zona.
«En todo momento se ha contado con el Estudio de impacto ambiental requerido para este tipo de proyectos y con la Declaración de impacto ambiental favorable«, recalcan desde el ejecutivo regional.
El problema de la tala de árboles se extrapola también a las obras de la estación de Atocha, donde las protestas continúan. Los vecinos piden una alternativa que evite, o al menos restrinja, esta medida.
