Este bosque de abedules se halla en el Puerto de Canencia, un área excepcional para hacer senderismo
En la zona norte de la Comunidad de Madrid, en la cuenca del río Lozoya, se encuentra Canencia, un pequeño municipio con gran riqueza natural, que cuenta con diversos lugares de interés, especialmente uno obligado para amantes de la naturaleza: el Puerto de Canencia y su abedular.
El abedular de Canencia conforma una de las rarezas botánicas de la Sierra Norte de Madrid. Esto es así porque el abedul es una especie propia de latitudes más árticas.
El amarillo de sus hojas y el blanco de su corteza son colores característicos de los bosques escandinavos y de las zonas cercanas al círculo polar. Pero, entonces, ¿cómo se explica la existencia de estos árboles en la región?
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El abedular de Canencia es un reducto de la última glaciación
La respuesta es simple: el abedular de Canencia constituye un resto testimonial de los abedules que colonizaron este paraje natural durante la última glaciación. Sobrevive gracias a su localización en la umbría, es decir, en la ladera norte del Puerto de Canencia que proporciona las condiciones idóneas de sombra, frío y humedad.
La zona del abedular también se encuentra poblada de otras especies, algunas tan poco habituales como el abeto de Douglas. Otros ejemplos de la variedad del lugar son los majuelos, los pinares e, incluso, especies protegidas, como el acebo y el tejo.
Rutas, edificios y construcciones históricas cerca del abedular de Canencia
Los interesados que decidan conocer el Puerto de Canencia tienen la posibilidad de realizar maravillosas rutas de senderismo, como la que os proponemos en El Mirador de Madrid. En este sentido, se recomienda visitar la zona en otoño, ya que es cuando alcanza su máximo esplendor, debido a la explosión de colores de las hojas de los árboles.
Asimismo, en el pueblo de Canencia, se pueden visitar diferentes monumentos históricos como la ermita de Santo Cristo; la parroquia de Santa María del Castillo, uno de los edificios emblemáticos de la localidad; la plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento; el Potro de herrar, que se utilizaba para herrar caballos y bueyes; o la fuente Cantarranas, que lleva a la superficie el agua subterránea de Canencia.
Por último, en las inmediaciones del municipio, se alzan tres puentes medievales de gran interés. Se trata del Puente Canto, con dos arcos dispuestos de manera asimétrica; el puente de las Cadenas, muy estrecho y con un único arco; y el puente de Matafrailes, con un solo y elevado ojo, siendo el más alejado del casco urbano.
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