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También productos de higiene y cuidado para bebés, así como juguetes, se han entregado en Madrid para los refugiados.
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Se ha atendido hasta ahora a 2147 personas, la mayoría sirias, integradas en 489 familias.
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Muchos madrileños se han ofrecido voluntarios para realizar tareas de ayuda a la integración de estos refugiados.
Cerca de 450 voluntarios madrileños ayudan cada día con su esfuerzo y generosidad a que la capital sea un lugar donde los refugiados puedan integrarse fácilmente. Toneladas de ropa, alimentos y demás, se han estado recogiendo estas últimas semanas por organizaciones como Ciudad Refugio, gracias a la colaboración de los vecinos de Madrid.
Desde el mes de octubre, 2400 bolsas de ropa, 100 cajas de alimentos, productos de higiene, juguetes o utensilios para los bebés se han estado trasladando al Almacén de la Villa (Av. De la Industria, 22, Coslada), donde estos enseres esperan ser recogidos por los nuevos refugiados.
Para ellos también se ha creado un programa de integración desde las distintas barriadas madrileñas. 411 personas se presentan voluntarias para dar la bienvenida a esas personas que han tenido que huir de la guerra y han decidido empezar de cero en Madrid.
Una centena de personas han participado en el programa ‘Voluntarios por Madrid’ y se han encargado de organizar y repartir las toneladas de donaciones fruto de la generosidad madrileña. Los refugiados podrán disponer de ropa (tanto de invierno como de verano) y podrán ofrecerles, a los más pequeños, juguetes, con los que volver a disfrutar de su infancia, además de garantizar su cuidado con el material adecuado.
Dónde se alojan los refugiados
489 familias con un total de 2147 miembros han llegado a la capital en busca de un nuevo hogar. Alojamiento, manutención, información, orientación administrativa y asistencia sanitaria les esperan en el albergue juvenil de la calle Mejía Lequerica, gestionado por el Ayuntamiento, con 132 plazas en 25 habitaciones.
Se prioriza la atención a las familias con menores y personas solas en riesgo de exclusión o extrema vulnerabilidad (enfermos o ancianos). Desde aquí podrán recoger las fuerzas necesarias para reanudar el viaje a otros países europeos, si es lo que desean. La Comunidad de Madrid también puso recientemente en marcha una oficina de ayuda al refugiado, para el apoyo a estas personas.
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Todavía quedan personas buenas en este mundo tan injusto.