Es el elemento indispensable, más importante y fácil de usar, junto con un mapa y una narración de ruta
La brújula es un dispositivo con una aguja imantada que se coloca siempre en la misma posición, gracias al campo magnético de la Tierra. Las básicas están compuestas de una base de plástico con un círculo graduado en su interior y una aguja magnética. Esta tiene un extremo habitualmente en rojo, que siempre apunta al Norte magnético terrestre y que más o menos se corresponde con el Norte geográfico en nuestra sierra madrileña.
Los tipos de brújulas usadas en la montaña suelen ser la básica, la cartográfica y la lensática o de espejo, que aúna a las dos últimas. El uso de una brújula sirve solo como orientación y se puede manejar con pequeños mapas sabiendo donde estamos. También son importantes en este conjunto las narraciones, donde las indicaciones en los cruces o senderos viene dada por los puntos cardinales.
A tener en cuenta
- No la usaremos para:
- Medir rumbos
- Andar en una dirección constante con ella
- Medir distancias en el terreno con cálculos trigonométricos.
- La usaremos para que nos indique una dirección, conociendo donde nos encontramos. Por eso con una brújula básica nos será suficiente.
Nuestros primeros pasos en el mundo de la orientación con brújula común
Pongamos que partimos de un punto, dispongamos o no de mapa, y contamos con una narración que de vez en cuando nos da pistas, a través de los puntos cardinales, de hacia dónde dirigirnos.
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Veamos un ejemplo:
NARRACIÓN: “Una vez localizada la plaza de toros de la Granja de San Ildefonso, podemos dejar el coche unos metros más adelante, en el paseo entre la arbolada. Tomamos el paseo de Santa Isabel en dirección noroeste y después, el paseo Pocillo hasta el puente de la Princesa, donde dejamos el asfalto para coger pista de tierra”.
Estamos en el paseo entre la arbolada, el Paseo de Santa Isabel, pero no sabemos si ir hacia la derecha o la izquierda. Sacamos nuestra brújula, nos retiramos del coche y de cualquier elemento metálico cercano, y la ponemos de plano sobre nuestra mano, comenzamos a girar, hasta que la punta roja de aguja, se coloque en el punto cardinal N (norte).
Ya sabemos hacia donde está el Norte, por lo tanto con la vista o con cualquier palito o lápiz, también podemos ver la dirección Noroeste (NW), tenemos clara nuestra dirección.
Seguimos con el ejemplo:
NARRACIÓN: “A pocos metros encontramos una cancela para el ganado. Tenemos paso por el lateral, así que cogemos dirección Noreste hacia el río Cambrones.”
Hemos llegado a la cancela y, una vez sobrepasada, tenemos varias sendas para coger. Nos están indicando que tomemos rumbo Noreste. Así que hacemos igual que antes, con nuestra brújula.
Mapa
Si solo disponemos de un pequeño mapa, sabiendo en el punto donde estamos, pero no tenemos ninguna narración indicándonos, también es posible saber hacia donde debemos ir. Normalmente con una brújula básica la dificultad radica en saber exactamente dónde estamos. Si lo ignoramos, no tendremos ninguna posibilidad de orientarnos. Para eso existen otras brújulas más completas que no trataremos aquí. (Viagra)
Cuanta más cantidad de referencias tenga un mapa y más cercanas estén unas de otras, más fácil será la orientación con este tipo de brújulas.
Por ejemplo:
Estamos en Roblecasa y queremos ir a las Cascadas. Un pequeño mapa de la zona y una brújula podrían ser suficientes, si entre tramo y tramo no nos desviamos demasiado y vamos encontrando los puntos de referencia. Veamos:
1.- Situamos el mapa y la brújula sobre el suelo o una zona plana.
Os preguntaréis por que sabemos que el Norte del mapa está correcto. Pues sencillamente porque en todos los mapas oficiales, y así debería ser en el resto también, las letras están situadas de tal forma que arriba siempre estará el Norte, abajo el Sur, derecha Este e izquierda Oeste.
Apuntes y recomendaciones
- Disponer de la escala del mapa que os habéis impreso y con el que estáis siguiendo una ruta sería ideal, porque sabríais aproximadamente los metros o kilómetros que tendrías que andar entre punto y punto. Normalmente los mapas lo indican en la parte inferior derecha. En la foto de abajo, por ejemplo, el cuadro amarillo indica la medida, que en el mapa serían 200 metros, por lo que podríamos estimar la distancia entre punto y punto de referencia.
- Cuando cogemos una dirección hacia el siguiente punto, siempre es recomendable fijarnos, en el horizonte de nuestra orientación, si tenemos alguna referencia, como un árbol, unas rocas, un alto, una antena… Eso nos servirá para que, si por un casual tenemos que hacer zig-zag, siempre volvamos a la dirección correcta, sin quitar ojo a ese punto que hemos tomado de referencia.
- Recomendación para gente que se inicia en el senderismo: llevar narración de la ruta, un pequeño mapa de la zona y brújula. Estos elementos básicos deberían ser de gran ayuda en cualquier duda del recorrido.
- Muy importante: la orientación básica con una brújula, tal como se ha explicado aquí, solo es válida si estamos situados en un punto claro e identificado correctamente en el mapa y sabemos hacia el lugar o punto cardinal donde queremos ir. Los tramos que hagamos entre punto y punto, si existieran barrancos que hubiera que sortear, ríos que vadear por zonas que nos cambien el rumbo, etc…, podría hacer que nos perdamos, y como consecuencia, no sepamos la orientación. Para estos casos existen brújulas más completas y formas de averiguar dónde nos encontramos.
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