En la calle Fuencarral, a la altura del cruce con Augusto Figueroa
La reconocida artista italiana Raffaella Carrá ya tiene una plaza con su nombre en el centro de Madrid. Está concretamente en el espacio situado frente a los números 43 y 45 de la calle de Fuencarral, a la altura del cruce con Augusto Figueroa.
Esta idea surgió como propuesta el pasado mes de julio y se aprobó en el pleno del distrito Centro. El 28 de octubre la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aceptó asignar el nombre de la artista a ese espacio.
El objetivo es visibilizar y poner en valor la memoria de esta cantante, compositora, presentadora, bailarina y coreógrafa que tantos años pasó en nuestro país. El fallecimiento de Raffaella Carrá, en julio de 2021, dio lugar a este homenaje destacando también la gran trayectoria profesional de Carrá en España. Concretamente en Madrid fue muy querida y admirada.
¿Cómo es la placa en homenaje a Raffaella Carrà?
Obra del pintor Ángel García Pinto, cuenta con nueve azulejos que llevan la imagen a color de Raffaella Carrà. Recuerda a la artista con sus característicos flequillo y melena rubia. Se ha colocado coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de la polifacética artista.
Además, el descubrimiento de la placa ha tenido lugar durante los días de celebración del Orgullo, unas fiestas en las que Carrà fue reconocida como Icono Gay Mundial y reina del Orgullo en el World Pride celebrado en la capital en 2017.
Tras el descubrimiento de la placa, la calle se ha llenado con el sonido de sus canciones más célebres, interpretadas por el cuarteto Sonora.
Fuertes vínculos con Madrid
Raffaella María Roberta Pelloni, natural de Bolonia (Italia), nació en 1943 y falleció el 5 de julio de 2021. Su apellido artístico, Carrà, se lo debe al director de cine y guionista italiano Dante Guardamagna, un gran aficionado a la pintura que la ‘rebautizó’ como Carrà en alusión al pintor Carlo Carrà, líder del movimiento futurista que floreció en Italia a principios del siglo XX.
Gracias a sus estudios de danza y cine, empezó desde muy joven a tener contacto con la gran pantalla, pero no fue hasta 1975 cuando hizo su primera aparición en las pantallas de televisión españolas y pronto conduciría el programa ‘La Hora de Raffaella’.
De nuevo, a principios de la década del 2000, volvió a presentar otro programa, ‘Hola Raffaella’, donde terminó de conquistar el corazón de los españoles y particularmente de los madrileños. Es intérprete de hits como En el amor todo es empezar o Hay que venir al sur.
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