Playa, montaña, museos, gastronomía, festivales…, Benicàssim es una ciudad apta para cualquier tipo de turismo
Apostar por un destino sostenible, innovador, accesible e inclusivo es elegir un lugar como Benicàssim, donde se cuida de todos y cada uno de los visitantes que acuden a hacer turismo.
Con unos puntos fuertes privilegiados, como naturaleza, parajes cautivadores, playas accesibles, aire limpio, cultura, historia, gastronomía… esta localidad de Castellón tiene todo lo necesario para convertirse en un lugar donde perderse en cualquier época del año y con experiencias adaptadas a todo tipo de público.
El municipio de la Comunitat Valenciana tiene en marcha su campaña ‘Benicàssim, Cuidamos de ti’, que se lanzó en FITUR 2023.
Con ella pretende ser un destino preferente durante todo el año ofreciendo un amplísimo catálogo de actividades y productos que lleguen tanto a familias como a parejas, tercera edad, viajeros individuales, deportistas, etc.
Con una marcada apuesta por una ciudad saludable, sostenible, innovadora e inclusiva, Benicàssim quiere definir un modelo de desarrollo turístico capaz de generar un proyecto de crecimiento con perspectivas de futuro; que involucre al conjunto de la población, aumentando su calidad de vida; y que garantice la conservación del entorno (urbano y natural), materia prima del desarrollo del destino turístico.
Uno de los puntos fuertes de hacer turismo en Benicàssim, la naturaleza
Bañada por el mar Mediterráneo, Benicàssim cuenta con siete kilómetros de costa y cinco playas urbanas: Voramar, Almadraba, Torre San Vicente, Els Terreres y Heliopolis.
Todas cuentan con bandera azul, con cerca de 80 accesos directos y pasarelas, áreas de recreo y juegos, servicio de salvamento y socorrismo, además de servicios con material y personal especializado. Este conjunto hace de la ciudad un destino de playa para todo el mundo.
Pero no es la costa el único aliciente de hacer turismo en Benicàssim, ya que cuenta con el parque natural más extenso de toda la Comunidad Valenciana.
El Parque Natural del Desierto de las Palmas es una superficie protegida de 3.200 hectáreas. Este es un gran pulmón verde coronado por el pico del Bartolo, de 729 metros de altitud, que ofrece unas postales sobrecogedoras y unas vistas que cautivan a quienes lo visitan.
Las formas de descubrirlo son amplísimas: desde rutas ciclistas, hasta sendas de trekking y visitas culturales para maravillarse con su abundante vegetación y pequeños pero numerosos manantiales. Además, cuenta con la única vía cicloturista que discurre paralela al litoral por una antigua vía de tren, conectando Benicàssim con Oropesa.
Arquitectura de sus villas y museos
Otro de los puntos fuertes y que no pasa desapercibido a sus visitantes es su patrimonio arquitectónico. A través de diversas villas de los años 20, recuperadas y restauradas, podemos trasladarnos a una época en la que Benicàssim fue un destino vacacional muy solicitado por la burguesía de la época.
El Paseo Pilar Coloma se transforma en un túnel del tiempo y nos transporta a la ‘Belle Époque’, recreada en una cita anual a principios de septiembre.
Una muestra de este pasado vanguardista es ‘Villa Elisa’, que cuenta con un jardín de más de 1.500 especies distintas, coronadas con un ficus monumental. La villa es un referente cultural de la ciudad, pues cuenta con una sala de exposiciones por la que han pasado algunas de las obras de los mayores talentos artísticos internacionales, tales como Picasso, Miró o Dalí.
Otra villa icónica es ’Villa Ana’, conocida como la biblioteca del mar, ofrece un gran ambiente para disfrutar de un libro con unas vistas privilegiadas.
Además de las villas, destacan los museos, como el de los Padres Carmelitas, presente en el monasterio a las afueras de la ciudad. O también sobresale el Museo Bodegas Carmelitano, una destilería en la que se elabora artesanalmente el licor carmelitano. Ambos y otros son un gran reclamo cultural para los turistas.
Eventos que acoge Benicàssim durante el año
Uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad son sus festivales. Es prácticamente imposible quedarse sin nada que hacer en esta ciudad por la amplia selección de eventos que ofrece a lo largo del año.
En Benicàssim toda cultura es bienvenida, por lo que todos los géneros tienen espacio en ella. Su larga trayectoria organizando festivales deja a entrever la razón de su crecimiento nacional e internacional. Gracias a cuidar los detalles, consiguen que cada festival que organiza mantenga unos altos estándares de calidad.
Tal es su compromiso con los festivales, que el Ayuntamiento ha decidido crear un espacio al aire libre de 135.000 metros cuadrados. La intención al crear este espacio es ser declarado como referente de la música en vivo en España. Por el momento, en la agenda se puede ver algunos eventos ya preparados entre los que se encuentran:
- Benicàssim Flamenco Fusión Gastro. Del 28 de abril al 1 de mayo.
- Benicàssim Bules festival. Del 2 al 4 de junio.
- Festival Internacional de Benicàssim (FIB). Del 13 al 16 de julio.
- Rototom SunSplash (música reggae). Del 16 al 22 de agosto.
- Festival lírico ópera Benicàssim. Todavía no hay fechas.
En def
initiva, Benicàssim quiere cautivar y atraer al turista. Quiere cuidarlo, haciéndole sentir como en casa, en un ambiente menos masificado y respetuoso con el medio ambiente. Cabe recordar fue reconocida en 2018 por la Organización Mundial de la Salud como una de las ciudades con menos polución del planeta, situada entre las diez primeras de todo el mundo con el aire más limpio.
Así, este destino accesible para todos, con actividades y experiencias para un ratio de público muy extenso, ofrece playa, cultura, historia, naturaleza, gastronomía, ocio, música… Nadie queda fuera al hacer turismo en Benicàssim, una ciudad que quiere hacer vivir al visitante una experiencia única.