Un tratamiento natural de cosmética facial con pepino que ayuda a hidratar la piel de la cara frente al sol y el viento otoñales
Nada como los productos naturales para cuidar una zona tan delicada como el rostro, sobre todo ahora en otoño que la temperatura baja y el sol deja de ser un problema inmediato, por eso hoy queremos hablarte de un tratamiento facial con pepino y té verde. Sin embargo, el error está en creer que en esta estación el astro rey es inofensivo, así que sigue leyendo y entérate de cómo mantener un cuidado facial adecuado durante la estación otoñal.
Los tratamientos naturales de cosmética son grandes aliados para cuidarnos la piel, además de actuar como agentes fundamentales para reforzar nuestras rutinas naturales de alimentación, higiene y mantenimiento de la piel. Especialmente la del rostro exige más cuidado por ser la parte de nuestro cuerpo que está expuesta todo el año y no se esconde ni siquiera cuando el sol sí lo hace.
Y como para cada tipo de piel hay un producto en el mercado que cuida y realza sus virtudes, hay también varios que son naturales y que, bien combinados, pueden ser beneficiosos para la cara.
Protector solar e hidratación
Lo primero que debes tomar en cuenta es que, aunque el verano se haya ido, sigue siendo necesario el protector solar facial. De hecho este es uno de los productos que deberías usar durante todo el año, incluso cuando sientas que no estás expuesta a los rayos solares directamente. La luz que irradian las pantallas de los ordenadores también le hace daño a tu rostro y contribuyen a su envejecimiento prematuro.
Lo segundo a tomar en cuenta es el problema más frecuente en otoño e invierno: la piel deshidratada a causa de los vientos fríos y las bajas temperaturas. De no prestarle el cuidado adecuado, se puede llegar a sufrir consecuencias incómodas, como ardor en la piel, comezón e incluso sangrado, si se expone a temperaturas demasiado bajas.
Ventajas del pepino y el té verde
El pepino es la fruta estrella cuando se trata de combatir la sequedad de la piel. Tanto consumirlo como aplicarlo surte efectos inmediatos en la hidratación de tu piel por la alta cantidad de agua que contiene y el aporte vitamínico y de ácido fólico que ofrece. Combinado con el té verde forman una de las duplas más ricas en nutrientes para la piel, pues este último añade propiedades antioxidantes como las catequinas.
Para usarlo como tratamiento facial, es recomendable preparar cuatro bolsitas de té verde en medio vaso de agua. Así se obtiene una bebida bien cargada. Por otro lado, hay que cortar un pepino, previamente refrigerado, en rodajas. Lo siguiente es humedecer un trozo de algodón en el té y frotarlo por todo el rostro de manera medianamente uniforme.
Luego hay que tomar las rodajas de pepino, ponerlas también por todo el rostro y, encima de ellas, las cuatro bolsitas de té verde previamente usadas. Deja actuar por tanto tiempo como puedas y luego retira lavándote con agua fría.
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