Todo el suministro eléctrico de la Cañada Real será revisado y mejorado
La Cañada Real – 14 kilómetros del mayor asentamiento ilegal de España-, va mejorando poco a poco la vida de sus habitantes. Mientras se procede al realojo del sector 6, ahora se ha llegado a un acuerdo entre la Comunidad de Madrid y la Universidad Carlos III para realizar un estudio energético. El objetivo es mejorar el suministro eléctrico, corregir deficiencias e identificar las medidas de seguridad que necesiten refuerzo.
Este trabajo se llevará a cabo hasta el 31 de diciembre con el fin de analizar convenientemente los espacios de la Cañada Real Galiana. Se analizará la instalación eléctrica existente, las situaciones de cortes y sobrecargas eléctricas y la suficiencia de voltaje. También se procederá al mantenimiento de la instalación y sus posibles riesgos, partiendo del estado actual de las edificaciones existentes.
Se trata de conseguir una caracterización energética en la Cañada Real Galiana, que presenta un problema complejo por la heterogeneidad de los servicios y usos energéticos y, sobre todo, por la enorme diversidad de las condiciones de vida de los casi 8.000 habitantes con que cuenta el asentamiento. Este lugar está ubicado entre las ciudades de Madrid, Rivas Vaciamadrid y Coslada.
La situación del suministro eléctrico en la Cañada Real
Los encargados de firmar el convenio para este estudio han sido el consejero de Vivienda y Administración Local, David Pérez, y el rector de la Universidad Carlos III, Juan Romo.
De ahí, se podrá conocer la situación actual respecto al consumo energético en Cañada Real, con la toma de datos a sus vecinos y el análisis de la información oportuna. A continuación se propondrán una serie de medidas necesarias para corregir los problemas detectados.
Para garantizar el cumplimiento de los objetivos se ha creado una comisión de seguimiento formada por personal de ambas partes. Así se materializa el acuerdo entre la oficina del Comisionado de la Comunidad de Madrid y la Universidad Carlos III para diagnosticar los usos y necesidades energéticas en la zona.
Tras la firma del acuerdo, el consejero agradeció la colaboración de la universidad y destacó su idoneidad. “El punto de partida no se centrará en abordar las situaciones de ilegalidad ni en la inexistencia del cobro del servicio», dijo. Añadió que «primero se va a detectar si se cubren las necesidades básicas de los ciudadanos y, sobre todo, de seguridad para evitar accidentes”.
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La cañada real tiene que desaparecer, no arreglarla. Y dar pisos a todos los habitantes de la misma.