Hay sensores de aparcamiento de dos tipos, ultrasónicos y magnéticos
Los sensores de aparcamiento son unos sensores de proximidad que sirven para advertir al conductor de los obstáculos que puedan encontrarse en su camino cuando da marcha atrás. Estos accesorios automovilísticos facilitan enormemente el aparcamiento en lugares estrechos u oscuros, protegiendo el vehículo de posibles daños por colisionar con estos obstáculos, ya estén fijos o en movimiento.
Después, los datos recibidos se transmiten al módulo de control, que se encarga de advertir al conductor por medio de una señal visual o acústica (por ejemplo con pantallas LED o LCD). Así, cuanto más se acerca uno al obstáculo, más rápido es el sonido. Los sensores de aparcamiento pueden ir instalados de fábrica o colocarse después a voluntad del conductor.
Sensores de aparcamiento ultrasónicos
Para instalar sensores ultrasónicos, es necesario realizar unos agujeros en el vehículo; luego se inserta el módulo de control y los cables. Ya que los sensores ultrasónicos funcionan según el rebote de las ondas sonoras, pueden no detectar obstáculos en los que no rebote bien el sonido.
Por otra parte, si la superficie de estos sensores se ensucia, puede interferir con la señal, por lo que sus carcasas se deben limpiar regularmente de suciedad o de hielo para prevenir fallos de funcionamiento.
Los sensores electromagnéticos no requieren hacer ningún orificio de instalación, pues esta se realiza de manera discreta. Se coloca una antena y un sensor con cinta adhesiva de aluminio en la parte interior del parachoques. Estos sistemas son capaces de detectar peatones, vehículos y otros obstáculos como puertas, paredes, postes de la luz, etcétera.
Un sistema que solo lleve sensores en la parte trasera del coche se activará automáticamente cuando demos marcha atrás. Los que los llevan en la parte delantera se activan manualmente, o automáticamente al circular a cierta velocidad.
Sean de uno u otro tipo los sensores de aparcamiento que se elijan, no es conveniente confiar plenamente en su funcionamiento automático, porque solo ayuda cuando se maniobra. Así pues, se debe observar siempre la situación detrás o delante del vehículo cuando se aparque.
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