Tiene 1,4 kilómetros de longitud, llega al parque lineal de Manzanares y conecta con diez distritos de la capital
Una nueva senda peatonal y ciclable une Madrid Río con el parque lineal del Manzanares a partir de ahora, que conecta a su vez a diez distritos de la capital: Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, Centro, Latina, Carabanchel, Arganzuela, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde y Villa de Vallecas. El enlace entre ambos espacios se ha hecho mediante una pasarela de madera sobre el río y caminos terrizos.
En total, son 1,4 kilómetros de itinerario que se pueden recorrer tanto a pie como en bicicleta, desde la presa 9 del río Manzanares hasta el camino principal que rodea el parque lineal del Manzanares, cerca de la M-40. El ancho de la senda es de entre 2,5 y 4 metros.
El proyecto se adjudicó en junio de 2020 y se ha finalizado hace unos días, tras un año de obras. Se encuentra dentro de la zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC) denominada Terrazas del Manzanares, en la categoría de Zona Arqueológica, aunque no existen yacimientos arqueológicos en el ámbito del proyecto.
¿Cómo es la nueva senda que une Madrid Río con el parque lineal de Manzanares?
Uno de los elementos de unión de esta nueva senda que conecta Madrid Río y el parque lineal del Manzanares es la pasarela de madera, de más de 400 metros de longitud, que se encuentra en el primer tramo. En concreto, está situada sobre la escollera de la margen derecha del río porque su ubicación impide construir un camino.
Se trata de una madera especialmente tratada para el contacto directo con agua dulce y expuesta a una humedad permanente. Además, ha recibido un tratamiento de limpieza y recolocación de bloques por medios manuales.
Tanto en el diseño como en el trazado se han tenido en cuenta las premisas más destacadas de la normativa de accesibilidad. Así, tiene un ancho útil de 2,5 metros y una pendiente adaptada a personas con movilidad reducida.
Una vez terminado el tramo de pasarela de madera, la senda discurre sobre el terreno natural, por lo que se ha instalado un pavimento de terrizo. La delimitación se realiza con bordillos de hormigón a ambos lados.
Además, se han colocado una serie de equipamientos a lo largo del camino para garantizar la comodidad de los usuarios que acudan. Así, en algunos tramos hay una pantalla visual-acústica que atenúa las molestias del trafico rodado. En el resto del trazado que discurre junto a la M-30 se ha dispuesto un cerramiento de tela metálica galvanizada de 2 metros de altura.
Asimismo, se han colocado 11 bancos por todo el espacio, de hormigón armado con respaldo y bordes redondeados, al igual que 11 papeleras, cuatro señales de advertencia de posibilidad de inundación y otras de prohibido el acceso de vehículos a la senda.
