Exfoliación, una mascarilla e hidratación son claves para poner la piel a punto
Pasadas las fiestas, es momento de poner nuestra piel a punto. Además de estar expuesta a factores externos, ya sea la luz solar o la contaminación, se añade que la hemos maltratado especialmente en estos días, sobre todo la del rostro, con toda clase de maquillajes y químicos.
Por eso es importante tener una buena rutina de cuidados. Pero con la rutina diaria de estrés, trabajo, andar de aquí para allí… al llegar a casa lo último que nos apetece es pensar en cuidados de belleza o corporales. Desde aquí, te ofrecemos una sencilla rutina que te ayudará a volver a tener tu piel luminosa y sana.
Una buena exfoliación
Se recomienda exfoliarse la piel un par de veces por semana, aunque en época de bajas temperaturas es mejor no abusar, pues la piel tiende a resecarse más con el frío. Esta práctica te ayudará a eliminar las células muertas de tu rostro para poder lucir una piel más fresca.
Los geles o cremas exfoliantes son los más recomendables. Algunos contienen bolitas exfoliantes; otros micropartículas que pueden ser de sal, hueso de albaricoque o microcristales… Todo ello ayuda a una mejor eliminación de la piel muerta.
Para una limpieza menos agresiva, existen las aguas micelares. Las micelas son moléculas que atraen la suciedad y el sebo del rostro, y las elimina con el agua.
Mascarillas, para poner la piel a punto
Después de una primera limpieza, ya con nuestro rostro preparado, es hora de aplicar una buena mascarilla. Para las pieles más grasas y acnéicas, se aconsejan las famosas mascarillas con carbón activo, reconocibles por su peculiar color negro, que están ahora tan de moda.
Pueden encontrarse en cualquier tienda de belleza, pero si se quiere, también existe la opción de elaborarlas en casa. Para ello, solo necesitarás:
- Carbón activado (puede comprarse en farmacias)
- Cola blanca, como las que usan los niños para sus manualidades.
Lo primero que tienes que hacer es abrir las capsulas de carbón y vertir el polvito en un recipiente, preferiblemente de plástico, y poco a poco, ir añadiendo la cola blanca. Remueve la mezcla y cuando la textura se asemeje a la de una crema y tenga un color grisáceo, estará lista para aplicarse en tu rostro.
También se puede elaborar con gelatina en lugar de cola blanca. En este vídeo puedes ver las diferencias:
Por otro lado, existen las mascarillas de arcilla. Para productos naturales de cosmética sin ningún tipo de tratamiento químico, hay algunas tiendas online que te ofrecen productos como las mascarillas de arcilla verde que ayudan a limpiar y revitalizar la piel de tu rostro.
Para iniciar el tratamiento, vierte una cucharada sopera de la arcilla en un recipiente plástico y mézclala con un poquito de agua hasta conseguir una textura espesa y cremosa.
Hidrata bien tu piel
Quizás este sea uno de los pasos más importantes. La hidratación permite que la piel no pierda su elasticidad y se conserve mejor al paso del tiempo, además de ayudarla a lucir radiante y sana.
Antes de comprar una crema, debes conocer tu tipo de piel, ya que no todas funcionan igual de bien en todas las pieles.
Con estos pequeños consejos, pondrás tu piel a punto en un santiamén.
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