Del 12 al 21 de abril, 18 establecimientos de Aranda de Duero, cuya Semana Santa es Fiesta de Interés Turístico Regional, ofrecen sus mejores versiones de torrijas y 27 bares y restaurantes, la tradicional limonada de vino
Las torrijas y la limonada vuelven a ser protagonistas en Aranda del Duero que, por cuarto año, rinde homenaje a su tradición gastronómica más dulce con la Ruta de la torrija y la Ruta de la limonada.
En plena Semana Santa, esta localidad burgalesa, Aranda de Duero, invita a vecinos y visitantes a disfrutar de uno de los postres más emblemáticos de la época, las torrijas, acompañado de su singular limonada de vino. Un plan muy dulce para disfrutar en familia o con amigos en Castilla y León.
Cuarta edición de la Ruta de la Torrija y la Limonada
Aranda de Duero es un destino con una fuerte identidad vinícola y gastronómica. Su Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, atrae cada año a numerosos turistas que, además de disfrutar de sus procesiones, pueden deleitarse con los sabores más tradicionales de la gastronomía de la región.
La Ruta de la Torrija y la Limonada se ha consolidado como un atractivo añadido para quienes desean vivir esta festividad con todos los sentidos.
Entre el 12 y el 21 de abril, un total de 18 establecimientos de Aranda de Duero ofrecen sus mejores versiones de la torrija, un postre que, aunque sencillo en su preparación, permite múltiples variaciones que sorprenden a los visitantes.
Elaboradas con pan empapado en leche aromatizada con azúcar, canela y limón, rebozado en huevo y frito hasta alcanzar una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro, las torrijas se sirven con azúcar, canela o miel, logrando una explosión de sabor irresistible.
Pero no hay torrija sin su inseparable compañera: la limonada de vino o también conocida como la limonada de Semana Santa. Así, en esta edición, se unen 27 bares y restaurantes de la localidad para ofrecer esta bebida típica de Semana Santa, elaborada con vinos tintos y rosados de la D.O. Ribera del Duero, mezclados con azúcar, cáscara de limón y canela, y dejados macerar durante días para potenciar su sabor.
Aunque su nombre pueda llevar a equívoco, esta limonada contiene alcohol y es una tradición muy arraigada en la zona que se acompaña de deliciosas torrijas.
Un destino con sabor y tradición
Más allá de su oferta gastronómica, Aranda de Duero es una ciudad con un gran patrimonio cultural y enoturístico. Ubicada a unos 160 km de Madrid, se puede llegar fácilmente en coche por la A-1 en poco más de una hora y media. Su casco histórico alberga joyas como la iglesia de Santa María la Real y sus famosas bodegas subterráneas, que conforman un laberinto de túneles con siglos de historia.
Quienes visiten la localidad en estas fechas no solo disfrutarán de las torrijas y la limonada, sino también de otros manjares típicos como el lechazo asado, la morcilla de Burgos y los vinos de la Ribera del Duero, que han convertido a esta localidad en un referente gastronómico de Castilla y León.
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