Desde el inicio del plan de choque contra el coronavirus el viernes, se han inspeccionado 38 residencias
Desde el pasado viernes 27 de marzo, día en que se activó el plan de choque en residencias de la Comunidad de Madrid para hacer frente a la evolución del coronavirus (COVID-19), se han inspeccionado 38 centros residenciales en toda la región, tanto de mayores como de personas con discapacidad. Además se han desinfectado 97 residencias en los últimos tres días.
De este total, 52 se encuentran en municipios de la región y 45 en la ciudad de Madrid. La desinfección se ha llevado a cabo de forma conjunta con la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid.
También en estas últimas 72 horas se han visitado 31 centros residenciales, 20 de ellos
ubicados fuera de la capital. Por otra parte, se ha repartido en estos centros un total de 153.000 pares de guantes; 18.500 mascarillas; 1.100 litros de soluciones hidroalcohólicas; 5.100 gafas protectoras; 24.000 cubre zapatos; 4.400 batas; 6.000 gorros y 160 litros de desinfectante.
Según datos de la Consejería de Políticas Sociales, a finales de la semana pasada se contabilizaba un total de 1.065 ancianos fallecidos en residencias de mayores de la Comunidad de Madrid durante este mes de marzo. Sin embargo, no se pueden atribuir todos al coronavirus. Son datos generales, fruto del trabajo realizado por los inspectores del Centro de Control de Calidad e Inspección (CIRA) en las 475 residencias de la región donde residen un total de 52.031 personas mayores.
De esas 1.065 personas mayores fallecidas, 760 murieron en residencias y 305 en hospitales. Además, 655 ancianos dieron positivo por coronavirus en el mes de marzo, 388 están hospitalizados y 14.894 en aislamiento, de los cuales 4.156 presentan algún síntoma y 10.738 son actualmente asintomáticos.
Inspección física en las residencias
El plan de choque activado el pasado viernes en la región consiste en la inspección física de residencias y tiene el objetivo de establecer un diagnóstico de toda la red asistencial. El dispositivo moviliza a más de 100 profesionales entre sanitarios, bomberos, policías locales, soldados de la UME, trabajadores de los servicios sociales regionales y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja Española.
En el plano sanitario, participan médicos y enfermeras de Atención Primaria, en coordinación con los geriatras de los hospitales que tienen enlace con las residencias.
Para ejecutar el plan se cuenta con tres tipos de equipos de intervención. En primer lugar, 40 equipos ligeros, formados por dos efectivos cada uno. 30 lo conforman los bomberos de la Comunidad de Madrid y bomberos y policías del Ayuntamiento de la capital. La UME suma los diez restantes.
Estos equipos ligeros tienen la misión de realizar un primer contacto presencial en los centros señalados por la Consejería de Políticas Sociales. Su objetivo es analizar la situación del centro, identificar sus necesidades y detectar urgencias.
Una vez realizado ese primer reconocimiento, un segundo tipo de equipos visita los centros marcados. Estos equipos están formados cada uno por al menos cinco profesionales: sanitario, agente de Servicios Sociales, Bomberos, Protección
Civil, policía local, Cruz Roja y UME.
El plan también contempla que la autoridad sanitaria proceda al reagrupamiento de residentes contagiados o con síntomas entre centros, tanto públicos como privados.
Reparto de material
Además, estos grupos proveen con material de protección a la residencia, si es necesario. Para ello se cuenta con los suministros del Centro Logístico que el Ejecutivo regional ha dispuesto en el Instituto para la Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE). También organizan, en colaboración con la UME, labores de desinfección de las instalaciones que así lo necesitan.
Por último, el plan de choque incluye la movilización del Parque de Bomberos de la Comunidad de Madrid ubicado en Las Rozas. Se ha especializado, junto a los servicios funerarios, en recoger y trasladar a instalaciones adecuadas a los pacientes fallecidos.
La Consejería de Sanidad, al frente de las inspecciones en residencias
El plan de choque, puesto en marcha de forma urgente con el objetivo de proteger a personas mayores residentes, colectivo vulnerable al contagio del coronavirus (COVID-19), cuenta con un mando único en la Consejería de Sanidad.
Desde ahí, se coordina el trabajo de la Delegación del Gobierno, la Consejería de Políticas Sociales y la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas (a través de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), el cuerpo de Bomberos de la Comunidad y las agrupaciones de Protección Civil), y se dirigen cada día las reuniones entre todos los departamentos.
En esas reuniones se establecen las prioridades de actuación y el operativo más adecuado a desarrollar cada jornada. El Ayuntamiento de Madrid también participa de forma activa a través del Cuerpo de Bomberos municipal y su Policía Municipal.
Residencias donde se han detectado casos
Fue el pasado 5 de marzo cuando se notificó la primera muerte por coronavirus en la Comunidad de Madrid. Concretamente fue una anciana de 99 años de la residencia de mayores de La Paz, en la capital, donde se detectaron otros nueve casos de contagio.
Otras residencias han confirmado más muertes por coronavirus desde ese momento. Un ejemplo es la Santísima Virgen y San Celedonio, cerca del Santiago Bernabéu, que ha registrado 26 fallecidos.
El 6 de marzo se ordenó el cierre de los centros de mayores de la región orientados a actividades lúdicas -como hogares y clubes-. Dos días después, el 8 de marzo, se limitaron las visitas a residencias para disminuir el riesgo de infección por coronavirus.
Los controles en todas las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid se intensificaron a partir del 18 de marzo y pasaron a ser uno al día en cada centro, a cargo de los inspectores del Centro de Control de Calidad e Inspección (CIRA).
Desde el 19 de marzo y hasta este nuevo plan de choque, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) intervinieron en 80 residencias de la Comunidad, tanto para personas mayores como con discapacidad, haciendo labores de desinfección.
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