El objetivo es proporcionar espacios de sombra y reducir el calor en la plaza, sobre todo en verano
Desde que comenzó la peatonalización de la Puerta del Sol, pasaron tres años hasta que este lugar tan emblemático de Madrid se conviritió en espacio diáfano y destinado por completo al viandante. A finales de 2023 terminaron las obras, quedando la plaza libre de vehículos, tal y como se empezó a gestar en el proyecto inicial, en el marco de Madrid 360.
Entre las grandes novedades del proyecto de remodelación de la Puerta del Sol, destaca la construcción de una fuente en el centro de la plaza, que ha sustituido a las dos anteriores. Tiene forma oval y su fondo, de piedra color gris oscuro y con gran número de puntos de luz de diferentes tamaños, emula a un cielo estrellado.
En su interior alberga la estatua ecuestre de Carlos III. Dado que debajo de este lugar hay diversas infraestructuras subterráneas, los trabajos de traslado requirieron de complejas maniobras que se llevaron a cabo durante dos días y se agravaron con la aparición de restos arqueológicos. De hecho, durante una jornada se tuvo que cerrar la plaza al público.
La estatua se movió tan solo unos días después de que la placa del kilómetro cero regresara a su ubicación original. Cuando comenzaron las obras, fue retirada y llevaba todo ese tiempo guardada en las dependencias municipales.
Para ponerla en valor, la placa está ahora rodeada de una gran rosa de los vientos, en cuyos extremos se han grabado los nombres de todas las capitales de provincia y de las ciudades autónomas. De esta forma, los visitantes que acudan a Madrid pueden situar allí su lugar de origen.
Nuevas ubicaciones de las estatuas de la Mariblanca y el Oso y el Madroño
Otro de los grandes cambios que ha generado esta remodelación de la Puerta del Sol es la reubicación de dos de sus estatuas más famosas: la Mariblanca y el Oso y el Madroño. Ambas están situadas ahora en los extremos del lado norte de la plaza, donde se ha colocado una línea de bancos.
Es la tercera vez que la escultura del Oso y el Madroño, diseñada por Antonio Navarro, se mueve, desde que se instaló por primera vez en enero de 1967. Su primera ubicación fue entre la calle Alcalá y la carrera de San Jerónimo. Posteriormente, en 1986, fue colocada en el inicio de la calle del Carmen y, en 2009, volvió a su emplazamiento original.
La escultura cuenta con un pedestal de granito de la sierra madrileña, tiene un peso aproximado de 20 toneladas, mide cuatro metros y está elaborada en piedra y bronce.

Por su parte, la estatua de la Mariblanca se ha movido 18 metros respecto de su emplazamiento anterior (en la confluencia de la calle Arenal con la Puerta del Sol). Se trata de una réplica de la original, que se encuentra en la Casa de la Villa. Está restaurada por Jerónimo García Gallego y mide seis metros de altura, incluido la peana, con un peso de 11 toneladas.
Se colocó en la Puerta del Sol por primera vez en 1986 con ocasión de la remodelación llevada a cabo en aquel momento, concretamente, en el lugar donde estuvo la fuente que dio soporte a la original, que data de 1625, y sobre un fuste de piedra caliza. En 2006, se desmontó por su proximidad a un conjunto de paradas de autobús que impedían su contemplación. Durante tres años, se conservó en los almacenes municipales hasta que en 2009 se situó en la que hasta ahora había sido su ubicación.

Quioscos y bolardos en la remodelación de la Puerta del Sol
El eje que va de oeste a este, desde las calles Mayor y Arenal a las calles Alcalá y Carrera de San Jerónimo, se ha reforzado con la agrupación de quioscos en sus dos extremos. En paralelo a este eje, discurre el itinerario ciclista que conecta el carril de la calle Mayor con la Carrera de San Jerónimo.
Asimismo, se han renovado los ascensores del suburbano, que mantienen su ubicación, pero cambian su envolvente, similar a la de los quioscos. En un principio, también se iba a cambiar el pabellón de acceso a Cercanías, la famosa ‘ballena’, pero, de momento, continúa en su lugar.

Por otra parte, al tratarse de un lugar con alta concentración ciudadana, se ha dotado a la Puerta del Sol de accesos mediante bolardos retráctiles. Permiten eliminar los elementos de hormigón que habitualmente colocan los servicios de seguridad para controlar el acceso.
Como colofón, se ha renovado completamente el alumbrado, recuperando la luminaria que tuvo la plaza en la primera mitad del siglo XX, adaptada a criterios contemporáneos de sostenibilidad y eficiencia energética.
Peatonalización de las calles aledañas
A raíz de la remodelación de la Puerta del Sol, también se han peatonalizado sus calles aledañas:
- Arenal hasta el primer retranqueo importante en la calle.
- Preciados hasta pasada la calle Tetuán.
- Carrera de San Jerónimo hasta la plaza de Canalejas.
- Calle Tetuán entre Preciados y Carmen y en el primer tramo a partir de los cruces con estas dos vías.
- Calle del Carmen hasta pasada la calle Tetuán.
- Plaza de Canalejas en la zona de entronque entre la Carrera de San Jerónimo y la zona central de la plaza, incluida parte de esta zona central.
- Montera hasta el primer retranqueo importante en la calle.
- Alcalá, limitándose el alcance del proyecto a la zona de asfalto y a pequeñas adecuaciones en su perímetro inmediato.

- Intersección de la calle Espoz y Mina con la calle Cruz.
- Calle de la Victoria.
- Espoz y Mina hasta la calle de la Cruz.
- Intersección de las calles Mayor, Esparteros y Postas.
- Carretas en su primer tramo.
- Calle del Correo en su primer tramo.
- Mayor hasta pasada la Calle Esparteros.
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