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Tercera entrega de los relatos ‘Sexo en Madrid’: ‘Las chicas de la Gran Vía’

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Sección de relatos sobre la reportera Carla, en El Mirador de Madrid

Hoy lunes llega la tercera entrega de los relatos ‘Sexo en Madrid’, que te presentamos en El Mirador de Madrid todos los lunes y jueves. El autor Manuel del Pino nos cuenta las aventuras de Carla Gómez, nuestra extrovertida reportera del mundo del corazón. El próximo jueves, siguiente capítulo.

Relatos en El Mirador de Madrid: ¿Qué ha pasado en ‘Sexo en Madrid’?

Carla tiene 25 años y vive en Madrid, aunque viene del sur. Es vital, alegre, vividora y sabe sacarle partido a todo. Es una chica muy atractiva, de melena castaña caoba, grandes ojos color miel, alta y con curvas. Tiene muchos pretendientes, aunque se muestra altiva con ellos. De carácter fuerte, ‘Gómez’ sugiere su origen de barrio y ‘Carla’ indica que es una chica especial.

Los primeros tiempos de Carla en Madrid fueron bohemios. Compartía pensión con Hipólito Funes, ‘Lito’, buen fotógrafo pero algo pesimista. Fue dependienta, camarera y vendedora por internet, hasta que logró su sueño de entrar como reportera en ‘Corazón Rosa’. Tuvo sus primeros escarceos amorosos y experiencias sexuales en Madrid, que escribía con estilo desenfadado y humorístico en su columna ‘Sexo en Madrid’.

Puedes leer aquí el primer y el segundo episodio

Relatos sexo en madridTercer capítulo de ‘Sexo en Madrid’

Las chicas de la Gran Vía

Las redactoras de ‘Corazón Rosa’ se compincharon contra Carla con la novatada:

─¿Qué te pasa? Tienes mala cara. ¿Te encuentras enferma?

─¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! ─tosía Carla─. Sí, creo que tengo el coronavirus.

«¡Aaahhh!», sus nuevas amiguitas huyeron a kilómetros.

Elisa, fina y rubia, de pelo corto rizado, parecía Venus saliendo de las aguas. Tenía novio formal. Si se la pegaba con otros, nadie se enteraba.

Laura, también rubia, de cabello largo, adoraba los hippies, los porritos, a Neal Cassady y la Generación Beat. También tenía novio, para guardar las apariencias, pero se acostaba con todo el tío bueno que se le ponía a tiro.

Y Yolanda, aspiraba a casarse, mas tenía mala suerte con los tíos. Uno le salió drogata, otro chiflado, otro terminó en la cárcel. Y continúa esperando a su príncipe rojo.

Carla relatos sexo en madrid manuelLito seguía en la pensión, luchando con ponerse la sudadera desde hacía dos horas.

Laura buscó a Carla en el baño para pedirle disculpas. Se hicieron amigas, se fumaron un porro juntas y luego Laura, a lo tonto, empezó a besarla.

─ ¿Gloria Puerto sabe que eres bi? ─le dijo Carla.

─ Mientras no lo sepa el presidente, don Pablo Almanzor…

Carla obligó a Laura a presentarle con una excusa al presidente de ‘Corazón Rosa’, don Pablo Almanzor, en su gran despacho del piso superior. Y claro, don Pablo, al ver a su nueva pupila, invitó a Carla a cenar esa misma noche. Así la joven pensaba ascender rápido.

Don Pablo Almanzor podía ser su padre o su abuelo. La cocina de su casa era más grande que el cuarto de la pensión donde Carla y Lito dormían.

─ Encantado de que hayas venido, Carla. Saludos.

─ ¿Salidos? Lo dirá por usted.

Almanzor reía mientras preparaba la cena pija: tabla con bandejitas de queso, frutos secos, aceitunas y jamón. Tortilla de patata deconstruida. Algodón de langostinos. Y mucho vino tinto, charlaban mientras renovaban las copas.

relatos el mirador de madrid sexo en madridFueron a la mesa. El magnate retiró la silla para que Carla se sentara, y quedar como un caballero. Mas con el vino, la retiró demasiado y Carla acabó en el suelo.

Así don Pablo pudo ayudarla a levantarse y quedar como un señor.

─ Discúlpame. Soy un torpe, espero que mi error sea agua pasada.

─ ¿Que soy una pesada? Si quiere me voy ─Carla se sobaba el dolorido trasero.

Después el magnate se empeñó en enseñarle el dormitorio, decorado a lo Luis XV. En esto entró en el piso su mujer, como quien lo está vigilando. No era mucho mayor que Carla.

─ ¡Lo sabía! ─dijo─. Igualito que hacías conmigo para engañar a tu anterior esposa.

Almanzor se justificaba, quería que las dos gatas hicieran las paces.

─ Anda, daos un besito delante de mí, que yo os vea.

Era su sueño: un trío loco con su mujer y con la nueva Carla. Pero la esposa le soltó un bolsazo en la cabeza. Almanzor se desmayó en el suelo, hubo que llamar a urgencias.

Y Carla volvió a la pensión, donde ayudó a Lito a ponerse por fin la sudadera.

Manuel del Pino

El autor de ‘Sexo en Madrid’ es licenciado en Filosofía y Letras (Univ. de Granada, 1994). Ha publicado ensayos (XIV Premio de Ensayo Becerro de Bengoa con “La sonrisa de la esfinge”, Dip. de Álava, 2002), artículos y varios libros sobre el personaje Carla: “Olivas negras”, “Las aventuras de Víctor Lince”, “La conspiración de La Rosa Negra”, “Carla Mortal” y “La perla de Carla”.

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