Nuevo episodio en la sección de relatos ‘Sexo en Madrid’
Carla Gómez, la extrovertida y atractiva reportera vive nuevas aventuras en su carrera como periodista y se enfrenta a variopintas situaciones con pretendientes de lo más diversos. Llegamos al capítulo 17 de nuestros relatos ‘Sexo en Madrid’, de la mano del escritor Manuel del Pino. ¡Esperamos que te guste!
¿Qué ha pasado hasta ahora en ‘Sexo en Madrid’?
Carla era coqueta y solía llevar una maleta de atuendos para vestirse de manera atractiva y aparente en cada reportaje: de odalisca, enfermera, de fiesta o hasta de novia… Un memorable trabajo fue entrevistar a Víctor Lince, personaje canalla de Madrid, que aprovechó la ocasión para intentar ligar e incluso dominarla. Por supuesto, Carla no se dejó someter, si bien participó en el juego de ‘sombras’, pues Lince le había gustado.
La reportera de ‘Corazón Rosa’ había iniciado sus relatos ‘Sexo en Madrid’ con reflexiones diversas: sobre los gays y ‘les’ y la posibilidad de que ella misma lo fuera o sobre las cartas que llegaban a la redacción donde las mujeres contaban las infidelidades de sus maridos y pidiendo consejo. Hoy Carla vive una nueva aventura con sus compañeros de la revista.
Puedes leer aquí los capítulos anteriores:
–3: ‘Las chicas de la Gran Vía’
-7: ‘Esta noche cenamos juntos’
Capítulo 17 de ‘Sexo en Madrid’
El reality de ‘Corazón Rosa’
Carla descendió majestuosa en paracaídas, vestida con un vistoso bañador estampado, hasta el lago. El paracaídas de Lito se enganchó en un árbol y se golpeó contra el tronco.
Era el primer reality de supervivencia de ‘Corazón Rosa’, en Las Presillas, Valle del Lozoya, piscina y paraíso natural al noroeste de Madrid. Había dos equipos de famosetes, los Suertudos y los Estrellados, jóvenes aspirantes y viejas glorias de vuelta.
A Carla (y a los demás) no le tembló el alma por tirarse después en tobogán y caer en un baño de barro, pero Lito cayó de boca y casi se ahoga, tuvieron que socorrerle.
Y solo fue el principio. Al día siguiente, ya descansados, paseando Carla y Lito bajo las palmeras, un coco cayó a Lito en la cabeza. Lito se desplomó en el suelo. El coco quedó partido por la mitad. Carla cogió el coco abierto y se lo comió gustosa. «¡Hummm!».
En seguida discutieron los dos equipos. Carla se enfrentó con Robertín Domecq, hijo y sobrino de folclóricos, sobre todo nieto del gran Roberto Domecq de Hispania.
─Yo no estoy aquí por ser hijo y nieto de quien soy ─decía Robertín.
─Nooooo ─dijo Carla─. Si no, estarías en mi pueblo, cobrando el paro.
Robertín la insultó. Carla le soltó una torta. Todo grabado por las cámaras, para el programa de gran audiencia, ‘Sobrevivir en Madrid’, del canal local ‘Corazón Rosa’.
La dirección intervino. Tuvieron que hacer las paces y representar juntos a Adán y Eva. Carla iba con un florido pareo. Había manzanos y, aunque estaba prohibido, Carla tomó una manzana para comer algo. Se encontró una serpiente. «¡Ahhh!». Robertín huyó. Carla cogió a la serpiente para cocinarla… mas el ofidio escapó espantado.
La dirección intervino. Tuvieron que hacer las paces y representar juntos a Adán y Eva. Carla iba con un florido pareo. Había manzanos y, aunque estaba prohibido, Carla tomó una manzana para comer algo. Se encontró una serpiente. «¡Ahhh!». Robertín huyó. Carla cogió a la serpiente para cocinarla… mas el ofidio escapó espantado.En el juego de tirar de la cuerda, Carla aguantaba fuerte con su cuerpo de amazona; Lito, más bien enclenque, salió despedido y mascó arena.
A todos bronceaba el sol. Carla estaba ya muy morenita y perdió unos kilitos. Llevaba un bonito bikini blanco. Bailaba, y la secundaron otros, flamenco junto al lago, y twerking.
En el juego de rodar dentro de grandes burbujas de plástico, el pobre Lito era tan esmirriado y torpe, que su enorme burbuja se aceleró y acabó en el lago.
Tenían que pescar para comer. Robertín, la primera vez, arrojó mal la caña y se clavó el anzuelo en una pierna. Luego pescó un pez, pero era escurridizo y se le escapó al lago. Después cazó un cangrejo con un palo… y el cangrejo le pinzó un dedo. «¡Ayyy!».
Asaron como pudieron el cangrejo en un fuego. Robertín dijo a Carla:
─Ayúdame a cocinar. Dame la paleta.
─Eh ─dijo Carla─, que yo no soy ninguna paleta.
Le empujó, Robertín cayó al fuego, se quemó el trasero y salió disparado al agua.
Pero a Robertín le gustaba Carla. Procuraba dormir con ella, al raso, bajo una manta, para ver si caía algo carnoso. Ese amanecer, Robertín decía:
─Cinco. ¡Cinco en toda la noche! Cinco, madre mía. Cinco.
─¿Qué pasa? ─le dijo Lito─. ¿Hiciste cinco veces el amor con Carla anoche?
─No, ¡cinco tortazos me dio la bandida a lo largo de la noche!
Al poco, Carla y Lito fueron eliminados del concurso. Lito por malo en todas las pruebas, Carla por agresiva. Cuando se iban, Lito dijo tener una gran idea:
─Entrevistar a una artista que NUNCA haya salido en televisión: ¡Isabel Pantoja!
Próximo capítulo el lunes que viene…
Manuel del Pino
El autor de ‘Sexo en Madrid’, Manuel del Pino, es licenciado en Filosofía y Letras (Univ. de Granada, 1994). Publicó artículos, ensayos (XIV Premio de Ensayo Becerro de Bengoa con “La sonrisa de la esfinge”, Dip. de Álava, 2002) y varios libros sobre el personaje Carla: “Olivas negras”, novela policíaca (Ed. Cuadernos del Laberinto, Madrid, 2012); “Las aventuras de Víctor Lince”, en Literaturame.net, Zaragoza, 2013; “La conspiración de La Rosa Negra”, en Amazon, 2015; “Carla Mortal”, relatos contra la corrupción, en El Pulso, Madrid, 2014-16; y “La perla de Carla” (2017-20), apareció en varios periódicos y revistas digitales.Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.
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