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Relatos ‘Sexo en Madrid’, capítulo 18: ‘Más loco que una cabra’

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Nuevo episodio en la sección de relatos ‘Sexo en Madrid’

La revista ‘Corazón Rosa’ y su extrovertida reportera Carla Gómez siguen publicando reflexiones sobre distintos aspectos de la vida sexual y amorosa de la gente en la sección de relatos ‘Sexo en Madrid’. Además, no dejan de encontrarse con divertidas y grotescas situaciones relacionadas con su reportajes. Todos los lunes, te presentamos un nuevo capítulo de estos relatos. Hoy, el 18. ¡Esperamos que te guste!

¿Qué ha pasado hasta ahora en ‘Sexo en Madrid’?

La reportera de ‘Corazón Rosa’ ha iniciado sus relatos ‘Sexo en Madrid’ con reflexiones diversas: sobre los gays y ‘les’ y la posibilidad de que ella misma lo fuera o sobre las cartas que llegaban a la redacción donde las mujeres contaban las infidelidades de sus maridos y pidiendo consejo.

A Carla y Lito les toca vivir una nueva aventura, un reality de supervivencia en Las Presillas, Valle del Lozoya, piscina y paraíso natural al noroeste de Madrid. Había dos equipos de famosetes, los Suertudos y los Estrellados, jóvenes aspirantes y viejas glorias de vuelta. Carla y Lito fueron eliminados del concurso. Lito por malo en todas las pruebas, Carla por agresiva.

Puedes leer aquí los capítulos anteriores:

-1: ‘¡Hola!’

-2: ‘La camarera sexy’

3: ‘Las chicas de la Gran Vía’

4: ‘La receta del éxito’

-5: ‘Citas: aquí hay temita’

-6: ‘Cien sombras de Carla’

-7: ‘Esta noche cenamos juntos’

-8: ‘El gran youtuber’

-9: ‘Fresas para Carla’

-10: ‘Lito desaparece en Madrid

-11: ‘El club de swingers’

-12: ‘Cuatro chicas de paseo’

-13: ‘Los tíos están locos’

-14:’Un hombre de verdad’

-15: ‘¿Y si soy gay?’

-16: ‘Mi marido me engaña’

17:’ ‘El reality de ‘Corazón Rosa»

Capítulo 18 de ‘Sexo en Madrid’

‘Más loco que una cabra’

Lince arrojó una cerveza contra el ordenador portátil y lo puso perdido.

─¿Qué he hecho? ─dijo─. ¡Cuando venga Carla, me mata!

En un vano intento, tendió el portátil con pinzas para que se secara.

Carla volvió a la pensión de Espoz y Mina. Vio a su novio, Lince, que se había ido a vivir con ella, borracho perdido; y el portátil, con la pantalla k.o., tendido al sol.

─Tenía guardado ahí mi último reportaje ─le dijo─. ¡Ya hablaremos!

─¿Hace un cunnilingus y me perdonas? ─le dijo Lince.

Carla cogió mohína el portátil y fue con Lito en moto a buscar un informático.

Atravesaron dos manifestaciones contrarias en el centro de Madrid. Lito conducía la moto tan rápido, que se tragó una pancarta y se estrellaron en el suelo. ‘¡Raaang!’.

Se acercó el manifestante de la pancarta hecho un energúmeno. Discutió con Lito, cada vez más acalorado, y al final le dio con el palo de la pancarta en la cabeza.

Carla y Lito huyeron en la moto. Los manifestantes de los dos bandos se quedaron a la greña, con gritos mutuos y llegando a los mamporros.

Un mendigo astroso se les atravesó ante la moto, pidiéndoles ‘la voluntad’ de mala manera. Como tenían prisa y se fueron, el mendigo les lanzó insultos y maldiciones desde el centro de la calle, como si fuera el dueño.

‘¡Pooom!’. Un automóvil empujó al pordiosero.

Carla llevó el ordenador a la redacción de ‘Corazón Rosa’ en la Gran Vía, para que lo reparara Solana, ‘el genio de la informática’.

─Necesito que lo arregles ya. La directora me espera.

Solana tenía una pila de viejos ordenadores para reparar que llegaba al techo.

─Hay para un mes ─dijo─. Y todos vienen con tanta urgencia como tú.

Carla le tiró el portátil a la cabeza. Sabía que de todas formas no tenía arreglo. Gloria Puerto, la directora, la llamó enfadada a su despacho.

─¿Dónde está mi reportaje? ─le dijo─. Llegas tarde.

Le explicó Carla lo que había pasado. A Gloria le dio un ataque de hipo y no se le quitaba, tuvieron que sacarla al balcón para que le diera el aire.

Las compañeras de ‘Corazón Rosa’ le exigieron a Carla el reportaje. De eso dependía la próxima actualización digital de la revista. Carla les dijo que no lo tenía. Chillaron tanto que vino la policía, creyendo que se estaba cometiendo un crimen. Faltó poco para que todas acabaran en el cuartelillo.

Carla volvió con Lito a la pensión, harta del horroroso día. Lince estaba más borracho aún. Había tirado la televisión al patio interior, pues según él, la tele sólo dice tonterías. Al ver a Carla tan histérica, le dijo:

─Podemos hacer un trío. Tú, tu amiguito gay y yo.

Carla agarró al borracho y lo sacó por la ventana, detrás de la tele.

Próximo capítulo el lunes que viene…

Manuel del Pino

El autor de ‘Sexo en Madrid’, Manuel del Pino, es licenciado en Filosofía y Letras (Univ. de Granada, 1994). Publicó artículos, ensayos (XIV Premio de Ensayo Becerro de Bengoa con “La sonrisa de la esfinge”, Dip. de Álava, 2002) y varios libros sobre el personaje Carla: “Olivas negras”, novela policíaca (Ed. Cuadernos del Laberinto, Madrid, 2012); “Las aventuras de Víctor Lince”, en Literaturame.net, Zaragoza, 2013; “La conspiración de La Rosa Negra”, en Amazon, 2015; “Carla Mortal”, relatos contra la corrupción, en El Pulso, Madrid, 2014-16; y “La perla de Carla” (2017-20), apareció en varios periódicos y revistas digitales.

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