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Relatos ‘Sexo en Madrid’, capítulo 12: ‘Cuatro chicas de paseo’

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Un nuevo capítulo de los relatos ‘Sexo en Madrid’

Las nuevas vivencias de Carla Gómez en los relatos ‘Sexo en Madrid’ la llevan a experimentar aventuras y a conocer variopintos personajes. Acompañada casi siempre de su amigo, el fotógrafo Lito, sigue ejerciendo su profesión como reportera en la revista ‘Corazón rosa’, junto a sus compañeras Laura, Elisa y Yolanda ¡Esperamos que te guste este nuevo capítulo!

¿Qué ha pasado hasta ahora en ‘Sexo en Madrid’?

La directora de ‘Corazón Rosa’, Gloria Puerto, muy animalista, encargó a Lito que recogiera su nuevo canario de la pajarería… Pero no resultó tan fácil. Cuando Carla llegó, Lito había desaparecido. Tras patearse el centro de Madrid, Carla dio con la pista en una sauna de Chueca. Localizó a Lito en un reservado practicando ‘cruissing’: había decidido quemar la vida. Al final, Carla se lo llevó de allí.

Gloria Puerto sospechaba que el veterano artista Raimundo Arroz estaba en Madrid, huyendo de su ex, la gran presentadora Mariví Campiña. Encargó a Carla y a Lito que lo localizaran y consiguieran de él una entrevista. La pista condujo a la plaza de Santo Domingo. La nueva amiga de Raimundo, doña Marta, era creativa publicitaria, de tapadera… pues además llevaba un misterioso club se ‘swingers’

Puedes leer aquí los capítulos anteriores:

-Primero

-Segundo

-Tercero 

-Cuarto 

-Quinto

-Sexto

-Séptimo

-Octavo

-Noveno

-Décimo

-Undécimo

Capítulo 12 de los relatos ‘Sexo en Madrid’

Cuatro chicas de paseo

─Los sábados noche todos los gatos son pardos ─dijo Carla─. Van a lo que van.

─¿Y a qué van? ─dijo Laura─. ¿Y a qué vamos nosotras?

Laura conducía su coche. La acompañaban Carla, Elisa y Yolanda, redactoras de ‘Corazón Rosa’. Era domingo por la tarde. Iban a ver chicos y «a lo que surja».

Gloria Puerto, la directora, estaba preocupada por sus chicas. Yolanda se quejaba de que no le salía novio; Laura, de que los tíos no la tomaban en serio; Elisa, de que con su novio formal no podía divertirse; y Carla se quejaba de todo sobre los tíos.

«¡Booom!». Una moto les rozó en una glorieta. Se bajaron, discutieron. El chico era majo y estaba bueno. Le subieron al coche y le preguntaron de dónde era.

─Soy Patxi, un chicarrón del norte, de Donostia.

─¿»Don Hostia» te llamas? ─dijo Carla─. Me pones los pelos de punta.

Decidieron llevarlo a la pensión de Carla, para no comprometerse, en Espoz y Mina. Allí se pusieron morados de chocolate negro, bombones y palmeras de chocolate.

─¿El chocolate no debería estar prohibido? ─dijo Elisa─. Hummm.

─¿Cuánto mides? ─le preguntó Carla al mozo.

─¿Que cuánto me mide? ─replicó rápido el chico.

─Sí, que cuánto te mide la cabeza, cabezón.

Las chicas rieron. Patxi se ruborizó, por primera vez en años.

─Ya os gustaría poseer un pene como el mío ─fue su salida.

─El síndrome de castración ─dijo Carla─ es tan antiguo y machista como Freud. Yo no echo de menos ningún pene, que luego las cañerías van fallando.

Yolanda se preguntaba si Patxi podría ser su príncipe verde.

─¿Eres devoto? ─le dijo tímida.

─Sí ─repuso Patxi─. Yo «voto» en todas las elecciones.

─¿Será rojo? ─pensó Carla─ ¿O quizás sea de Vox?. ¿Te gusta leer? -le preguntó.

─Sí, y a mi perro más que a mí. Le gustan tanto los libros, que se los come.

─Qué gracioso. Mira, yo busco «un hombre de verdad», como cantaba Alaska.

─Pues yo busco una maruja de verdad, que sea mujer de su casa.

Laura estaba cansada de tanto chocolate y tanta cháchara.

─Bueno, ¿qué, nos besuqueamos?

─Vaya ─dijo Patxi─, el sueño de mi vida desde que tenía 15 años.

─Solo tú y yo, mameluco. Estas, que se vayan a la cocina.

A una señal de Carla, las demás obedecieron, a ver si salía algo. Con la presión del morreo en el sofá, a Laura se le quedó enganchado el cojín en la cremallera del vestido.

Yolanda se puso celosa, salió de la cocina, arrancó el cojín de la espalda de Laura, que no podía quitárselo, «¡Raaas!», y se llevó un jirón del vestido. Hubo pelea.

─Ay, ay, ay ─dijo Patxi─, pero si soy gay. Me largo. Uf, de la que me he librado.

Carla lo grabó todo para ‘Corazón Rosa’. «Sí, que Madrid es muy caro».

Próximo capítulo el lunes que viene…

Manuel del Pino

El autor de ‘Sexo en Madrid’, Manuel del Pino, es licenciado en Filosofía y Letras (Univ. de Granada, 1994). Publicó artículos, ensayos (XIV Premio de Ensayo Becerro de Bengoa con “La sonrisa de la esfinge”, Dip. de Álava, 2002) y varios libros sobre el personaje Carla: “Olivas negras”, novela policíaca (Ed. Cuadernos del Laberinto, Madrid, 2012); “Las aventuras de Víctor Lince”, en Literaturame.net, Zaragoza, 2013; “La conspiración de La Rosa Negra”, en Amazon, 2015; “Carla Mortal”, relatos contra la corrupción, en El Pulso, Madrid, 2014-16; y “La perla de Carla” (2017-20), apareció en varios periódicos y revistas digitales.

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