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Relatos ‘Sexo en Madrid’, capítulo 10

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Décimo capítulo de los relatos ‘Sexo en Madrid’

Las aventuras de Carla Gómez continúan en el décimo capítulo de los relatos ‘Sexo en Madrid’. Además de nuevas entrevistas y reportajes para ‘Corazón rosa’, la atractiva reportera se topa día a día con los más estrafalarios pretendientes a los que no duda en poner freno. ¡Esperamos que te guste!

¿Qué ha pasado hasta ahora en ‘Sexo en Madrid’?

Carla fue a entrevistar a Hans, famoso y estrafalario ‘youtuber’ en Argüelles, de origen alemán, que despotricaba en internet, hacía cualquier cosa para llamar la atención. Se tiraba del balcón para hacerse ‘selfies’. La gente ya no lo socorría, se reían de él. El gran ‘youtuber’ hablaba con sus seguidores por videoconferencias de mala calidad. Y era escatológico. Carla le puso un gesto de asco y le recriminó que fuera tan salido.

Víctor Lince se presentó en la redacción de ‘Corazón Rosa’ para invitar a comer a Carla. Toda la redacción miraba. Las periodistas reían. Carla se llevó a Lince para cortar el ridículo. Comieron en el pisito de Lince en Lavapiés y luego pasearon por las afueras. Era una trampa. Lince pretendía hacerle practicar ‘dogging’, sexo con otro desconocido. Carla lo cortó. Le gustaba Lince, pero era demasiado sinvergüenza.

Puedes leer aquí los capítulos anteriores:

-Primero

-Segundo

-Tercero 

-Cuarto 

-Quinto

-Sexto

-Séptimo

-Octavo

-Noveno

Capítulo 10 de los relatos ‘Sexo en Madrid’

Lito desaparece en Madrid

Lito tiraba de la jaula pajarera por un lado. El dueño de la tienda, que era un quinqui, tiraba por el otro. Dentro de la jaula, el canario estaba ya loco. Y peor cuando la jaula cayó al suelo y el canario, que valía una fortuna, se dio un buen golpe.

La directora de ‘Corazón Rosa’, Gloria Puerto, muy animalista, encargó a Lito que recogiera su nuevo canario de la pajarería… Pero no resultó tan fácil. El canario que quería Gloria era verde, no amarillo, y valía el triple del dinero que le dio. Así que el dueño no quería entregárselo a Lito por nada del mundo mientras no le pagase.

En la calle, «¡Booom!», un coche le rozó y la jaula salió despedida, rodando por el suelo. El pobre canario sobrevivió de milagro.

Una vez llegó a la pensión de Espoz y Mina, Lito hizo todo por mimar al canario, lo bañó y lo secó con primor. Mas el pajarito por poco se ahoga.

Con las pocas fuerzas que le quedaban, antes de que su torturador lo metiera en la jaula de nuevo, el canario voló hasta la ventana. «¡Nooo!». Lito trató de alcanzarlo, se lanzó por el alféizar… y se desplomó por el marco hasta la calle. ¡Vaya caída!

Cuando Carla llegó, Lito había desaparecido.

─¡Que se ha matado! ─dijo Carla─. ¡Que lo han matado!

La joven se vistió de detective para buscar a Lito: con gorra cervadora y pipa (sin tabaco). Tras patearse el centro de Madrid, Carla dio con la pista en una sauna de Chueca. Oscura, gente siniestra, música flamenco fusión… que desde entonces odia.

Nada más entrar, Davinia y Eulogio, pareja bi, le propusieron un trío.

─Hay dos tipos de personas ─le dijo Eulogio─: cerrados sexuales y abiertos sexuales.

─Yo soy abierta ─dijo Carla─, pero no quiero que me abran en canal.

─No es obligatorio tener relaciones aquí ─le dio Davinia─, aunque se recomienda.

─¿Se «recomierda»? ─repuso Carla─. Pues mal vamos entonces.

Carla se vistió de cuero a lo Grease. Localizó a Lito en un reservado practicando Cruissing: había decidido quemar la vida. Un camarero supergay les llevó dos chupitos.

─Su chupito tiene más licor que el mío ─dijo Carla─. No están exactos.

El camarero pidió perdón y trajo otros dos chupitos. Carla los observó y dijo:

─Perdone, ahora mi chupito tiene más licor que el suyo.

«¡Ahhh!». El camarero tiró al suelo la bandeja y salió corriendo.

Una chica trans se acercó a Carla, quien le preguntó cómo es que, siendo chica, no le gustaban los hombres. La chica trans le dijo que no tenía nada que ver, había de todo. Era trans y lesbiana, le gustaban las mujeres. «Me he perdido», dijo Carla.

Con los chupitos, se puso a bailar. Le entró una guapa «les» con mucho escote. Bailaron cual pavitas. Risas, roces, un beso. Más baile, roneo, más besos.

─¿Te ha gustado? ─le dijo la chica “les”─. Mañana quedamos en mi piso.

─La verdad ─replicó Carla─, prefiero los besos de un buen tío. No te ofendas.

Lito se encogió de hombros y le dijo a la chica:

─Ya lo ves. Unas veces se pierde… y otras se zozobra.

Próximo capítulo el jueves que viene…

Manuel del Pino

Manuel del Pino relatos Sexo en MadridEl autor de ‘Sexo en Madrid’, Manuel del Pino, es licenciado en Filosofía y Letras (Univ. de Granada, 1994). Publicó artículos, ensayos (XIV Premio de Ensayo Becerro de Bengoa con “La sonrisa de la esfinge”, Dip. de Álava, 2002) y varios libros sobre el personaje Carla: “Olivas negras”, novela policíaca (Ed. Cuadernos del Laberinto, Madrid, 2012); “Las aventuras de Víctor Lince”, en Literaturame.net, Zaragoza, 2013; “La conspiración de La Rosa Negra”, en Amazon, 2015; “Carla Mortal”, relatos contra la corrupción, en El Pulso, Madrid, 2014-16; y “La perla de Carla” (2017-20), apareció en varios periódicos y revistas digitales.

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