Modelo de turismo sostenible y descentralizado que llenará de flores las once villas de Madrid
Un nuevo modelo de turismo sostenible y descentralizado se va a llevar a cabo en la Comunidad de Madrid con el proyecto Villas Floridas. Su eje principal es la decoración floral y el embellecimiento en las once villas de la región madrileña para dotar a estos destinos de nuevos recursos turísticos y ensalzar sus atractivos entre los visitantes.La idea se centra en el ajardinamiento y la presencia de flores. Pero también tiene en cuenta otros aspectos como la limpieza del espacio urbano y la rehabilitación de fachadas. Asimismo, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente jugarán un papel fundamental.
Villas floridas y más sostenibles
De esta manera, Villas Floridas de Madrid se convierte en un nuevo producto turístico enfocado al lado más humano de estos municipios. Así lo presentó recientemente la consejera de Cultura y Turismo del Ejecutivo autonómico, Marta Rivera de la Cruz.
«Los habitantes de las villas serán los verdaderos protagonistas de la mejora de sus municipios para, entre todos, hacerlos más sostenibles y atractivos como destinos de calidad», comentó la consejera. De esta forma, la iniciativa actúa como elemento de cohesión social.
El objetivo es crear destinos turísticos más competitivos, aumentando así el flujo de turistas hacia estas localidades. Para ello, Villas Floridas de Madrid va a dotar a los municipios de una identidad y un entorno sostenible, agradable, cuidado, limpio, bonito y saludable.
Se trata de atraer no solo a visitantes de otras autonomías o países, sino también a los propios madrileños, para que conozcan estos lugares tan cercanos a sus casas. En definitiva, será un modelo de convivencia entre los habitantes de estos municipios y los turistas, que además servirá de estímulo para revitalizar la economía local.
Villas de Madrid
Las once Villas de Madrid son Manzanares El Real, Patones, San Martín de Valdeiglesias, Torrelaguna, Villarejo de Salvanés, Buitrago del Lozoya, Chinchón, Colmenar de Oreja, Navalcarnero, Nuevo Baztán y Rascafría. Son destinos singulares que destacan por el valor reconocido de su patrimonio cultural, por conservar su autenticidad rural y por contar con infraestructuras turísticas que las convierten en destinos de calidad.
Se pretende diversificar con este programa el flujo de turistas hacia otras áreas menos visitadas de la región. La idea es promocionar los recursos que ofrecen las localidades de menos de 20.000 habitantes. Pese a no ser tan conocidas cuentan con atractivos patrimoniales y turísticos suficientes para conquistar a los visitantes españoles y extranjeros.
Este modelo turístico ya se implantó en Francia y Alemania y, en la región madrileña, se adaptará a las necesidades de cada villa. Según Marta Rivera de la Cruz, obedece al compromiso 179, una iniciativa de la Conserjería de Cultura y Turismo cuyo objetivo es que todos los madrileños tengan acceso por igual a la cultura y que el flujo de turistas se diversifique y llegue a todos los municipios.
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