Según dicen, están suponiendo una invasión de algunas de sus viviendas; sin embargo, otros están contentos con los trabajos
Las obras de remodelación que se están realizando en El Pardo han generado algunas protestas. Ciertos vecinos comentan que, lo que en un principio debería haber sido un simple cambio del tipo de pavimento de la acera, se ha convertido en una elevación de la misma, provocando problemas de falta de intimidad para algunas viviendas. Al pasar los viandantes por una altura mucho mayor que la actual, verán con más facilidad el interior de los pisos bajos a través de las ventanas, se quejan, entre otras cosas.
En palabras de un vecino de la zona, Rafael Menéndez, «los obreros han marcado que la acera va a subir casi 40 cm» en la avenida de la Guardia. Esto supondría «una invasión clara del dominio privado, ya que están actuando sobre nuestra fachada que es un bien privado, sin haber pedido permiso previo«, apunta.
Como efecto colateral, este vecino afectado hace referencia a la posible bajada de afluencia de gente durante los fines de semana que acude a visitar El Pardo como lugar turístico, a consecuencia de las obras, algo que va a verse reflejado también en restaurantes y comercios. Asimismo, los vecinos disconformes se muestran en contra de las nuevas ubicaciones de pasos de cebra, badenes y postes de teléfono, entre otros.
Esto contrasta con la opinión de otros, que se declaran contentos por las obras, como es el caso de Manuel Ramos, dueño del restaurante El Gamo, situado en la misma zona. «Están justo trabajando frente a mi puerta y a mi terraza, pero no tengo nada en contra, lo están dejando increíblemente bien y están tratando de no perjudicar preguntándonos a qué hora nos interesa que corten, etc.«, explica.
La respuesta del Ayuntamiento ante las protestas por las obras de El Pardo
Ante tal situación -y según el vecino disconforme, Rafael Menéndez-, el Ayuntamiento de Madrid se ha pronunciado, pero justifica la elevación de la cota de la acera, porque así queda libre de obstáculos y se favorece la accesibilidad. En principio, solo afectaría a la avenida de la Guardia.
Este argumento lo rebaten estos vecinos, que aseguran que «la accesibilidad ya está garantizada actualmente, ya que el total de acera tiene un ancho de 4,23 metros, repartida en 2 cotas: la de una fachada mide 2,45 metros, y la más elevada, que linda con la carretera, 1,78 metros«.
Así, por el momento, parece que todo va a continuar igual pese a estas quejas. «He estado estos días de manera informal conversando con la empresa que ejecuta las obras (Ferrovial Servicios) y me han informado que trasladarían el asunto al técnico responsable de la supervisión de las obras, pero no parece que vaya a ser rectificada la situación«, lamenta el vecino afectado.