Desde el 25 de octubre no están permitidos, sin embargo más de 3 meses después se siguen viendo patinetes en las calles
El pasado 25 de octubre fue el día 0 de la prohibición de patinetes eléctricos de alquiler en la ciudad de Madrid. A partir de se día no debería haber ninguno de los 6.000 patinetes con licencia, a cargo de las empresas Lime, Dott y Tier Mobility. Pero esta circunstancia hemos podido comprobar que no se ha dado.
El Mirador de Madrid se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento y la empresa Lime para saber el porqué de la todavía presencia de patinetes de alquiler en las calles, así como sobre la situación del enfrentamiento judicial al que dio pie la medida del consistorio.
El Ayuntamiento prohíbe los patinetes por los incumplimientos continuos de las empresas
El 8 de octubre del pasado año, el Ayuntamiento de Madrid aprobó un decreto para la retirada de licencias a Lime, Dott y Tier Mobility, las mismas que le habían permitido hasta esa fecha ofrecer un servicio de alquiler de patinetes eléctricos desde el concurso celebrado en 2023. La medida fue un jarro de agua fría para estas empresas, que denunciaron que llegaba por sorpresa y sin mayor justificación.
El Ayuntamiento por su parte denunció el incumplimiento de las condiciones pactadas. El alcalde José Luis Martínez-Almeida se refirió a unas «condiciones estrictas» que debían asegurar «la integridad y que no hubiera riesgo para la salud de los peatones«. A juicio del Ayuntamiento esas condiciones no se habían dado, y de ahí la prohibición de los patinetes de alquiler.
El consistorio ejemplifica ese incumplimiento en el elevadísimo número de sanciones por mal aparcamiento, superando los 80.000 en 2022 y con un aumento de 5.000 multas en el primer trimestre de 2024 respecto al anterior año. La compañía Pyramid Consulting, experta en reclamaciones de multas, habla de hasta 4.000 alegaciones efectivas y de un mal proceder generalizado: multas repetidas, patinetes registrados como bicicletas al sancionar…
Pero la principal preocupación viene por el lado de la seguridad vial, y en especial por la protección de los peatones, particularmente de las personas mayores. Ahí el Ayuntamiento lo tiene claro y no está dispuesto a cambiar de opinión, las empresas no son capaces de controlar la movilidad de sus usuarios y de esta forma garantizar la seguridad.

Otras condiciones incumplidas son el dar servicio a toda la ciudad, el impartir cursos de conducción para hasta 60.000 ciudadanos al mes, instalar GPS para poder asegurar que el estacionamiento es correcto, impedir la circulación por zonas de peligro…
El incumplimiento de la prohibición ¿culpa del Ayuntamiento o de las empresas?
La primera consecuencia de la prohibición de patinetes por parte del Ayuntamiento fue la apertura de una batalla judicial, acompañada además de medidas cautelares que obligaron a paralizar la retirada y sanción de los patinetes presentes. Ya era tarde para 250 patinetes, multados con 1.500 €.
Preguntados al respecto, autoridades y empresa han esclarecido que finalmente la decisión judicial dio la razón al Ayuntamiento. Por el lado privado se afirma que «desde Lime respetan las decisiones judiciales y que los patinetes están en proceso de retirada de las calles de Madrid«. El Ayuntamiento asegura que los patinetes eléctricos aparcados en las calles se siguen sancionando, pero también se reconoce que no existen medidas adicionales para hacer efectiva la decisión. Mientras, los vehículos siguen en las calles.
Es importante puntualizar que los únicos vehículos prohibidos son los de alquiler estacionados en la vía pública, ese modelo en el que el usuario buscaba el patinete más cercano desde una aplicación móvil. Los de usuarios particulares, o incluso de alquiler pero estacionados en almacén, siguen siendo legales.