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El Rastro permanece cerrado por las discrepancias con el Ayuntamiento

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La tercera propuesta del Consistorio también ha sido rechazada por vulnerar la «esencia» del histórico mercadillo

Aunque la mayoría de comercios reanudaron su actividad con la nueva normalidad -incluidos los mercadillos el pasado 25 de mayo-, el histórico Rastro de Madrid todavía espera su reapertura. La negativa del Ayuntamiento de mantener los puestos habituales de los ambulantes constituye el único obstáculo a día de hoy.

En la última propuesta de la concejalía del Distrito de Centro finalmente se contemplaba la reapertura del mercadillo con el 50% de sus puestos. Sin embargo, el rechazo de las asociaciones proviene de la separación de los puestos en cinco ubicaciones distintas. Con esto, según afirman, se estaría rompiendo la esencia del Rastro.

Ambulantes creen que el Ayuntamiento busca la gestión privada del Rastro

Las cinco ubicaciones ofrecidas son: la calle Ribera de Curtidores, desde plaza de Cascorro hasta Ronda de Toledo; la plaza de Vara del Rey; la plaza del Campillo del Mundo Nuevo; la Gran Vía de San Francisco y la calle Ribera de Curtidores en el distrito de Arganzuela.

Concentración en la plaza del Cascorro

Respecto a las dos propuestas previas del Consistorio, la más reciente permite instalar 497 de los 994 puestos. Estos serían, según sus datos, quienes están al corriente del pago y de la documentación para renovar el permiso de venta ambulante.

Las localizaciones habilitadas estarían cercadas por vallas, tendrían una única entrada y se limitaría su aforo. Ante lo cual las asociaciones denuncian que el Ayuntamiento les ha pedido expresamente que sean ellos los encargados de colocar y controlar estas medidas. Tal exigencia lo interpretan como una pretensión de iniciar la gestión privada del Rastro de Madrid.

Almeida confirma que la actual propuesta será la última

De esta forma, los ambulantes concluyen que la tercera propuesta de la Concejalía es la misma que las dos anteriores. Asimismo, rechazan lo que creen que es un empeño por reestructurar totalmente el Rastro, borrando en el proceso su historia y cultura.

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado a los medios que la tercera propuesta del Ayuntamiento será la última. Explica que no pondrá en riesgo la salud de los madrileños ni contravendrá las medidas dispuestas por la Comunidad de Madrid. Así también, ha prometido que se volverá a la esencia del mercadillo cuando se retome la normalidad.

Durante tres domingos consecutivos, en la Plaza de Cascorro se ha llevado a cabo una concentración impulsada por las asociaciones que representan a los ambulantes del Rastro. La consigna es defender sus propuestas para la reapertura. Para este domingo 26 de julio, ya tienen convocada la siguiente concentración en el mismo lugar.

La separación en «guetos» rompería con la esencia del Rastro

Desde un primer momento, los ambulantes han denunciado la «falta de consideración» que el Ayuntamiento está teniendo con las más de 900 familias que dependen del mercadillo. Para Pedro Santos, portavoz adjunto de la Plataforma de Comerciantes de la Comunidad de Madrid, la primera propuesta del Consistorio era «una falta de respeto».

Al igual que ahora, entonces los ambulantes criticaban que la separación por calles haría que el Rastro funcionase como pequeños «guetos». Y más aún cuando en aquel momento solo se planteaba una apertura del 12% de los puestos.

La reunión entre las asociaciones y la Junta fue «áspera»

Las medidas que las asociaciones del Rastro consideran necesarias para la reapertura las enviaron a la Junta Municipal el 5 de junio. Desde entonces, las han remitido dos veces más -el 1 de julio y el 10 julio- pero sin ninguna modificación esencial.

Su primera reunión con la concejalía (25 de junio), Pedro la calificó como «bastante áspera». Según el portavoz, el concejal-presidente, José Fernández, les afeó por no presentar un plan de ocupación, cosa que, según Pedro, no era cierta. «Empezó un rifirrafe en el que nos pidieron respeto por decirle al concejal que estaba faltando a la verdad», aclara.

La voluntad política como obstáculo que impide la reapertura

En el planteamiento de los ambulantes, los puestos se colocarían de forma que no coincidieran uno al frente de otro. Asimismo, la mascarilla sería obligatoria y se amparan en que las actividades al aire libre son un 20% menos contaminantes que en un centro cerrado.

Reapertura del Rastro

Las asociaciones lamentan la falta de «voluntad política» del Ayuntamiento. Afirman que si existiera, quizá el Rastro hubiera abierto con el resto de mercadillos.

El hecho de que los comerciantes fijos del Rastro tengan menos restricciones, lo considera «una discriminación». Sin embargo, subrayan que los comerciantes les han apoyado en sus reclamaciones: «ambos tenemos los mismos intereses, nosotros en la calle y ellos en sus tiendas».

La relación entre comerciantes y Gobierno siempre ha sido distante

Para la Asociación de Comerciantes Nuevo Madrid, el tono brusco que están manteniendo los ambulantes y el Ayuntamiento es contraproducente a la necesidad de ambas partes por alcanzar un acuerdo.

A Pedro, la «poca consideración» de la Junta Municipal y del Ayuntamiento hacia uno de los mercadillos más importantes de Europa le parece incomprensible. Reconoce que, aún desde antes de la pandemia, la relación entre el gobierno municipal y los comerciantes siempre ha sido «distante».

Históricamente, han tenido problemas con alcaldes como Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, quienes quisieron reformar el Rastro, bien mediante un cambio de ubicación o bien con una reducción de su espacio. De todas estas acometidas, dice Pedro, lograron salir adelante gracias al «apoyo de la ciudadanía».

La tarea para las asociaciones es defender a los ambulantes del Rastro y a su esencia de los «intereses» que quieren que «desaparezca o que se quede sin una mera huella de lo que ha sido hasta ahora».

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