Se dedica especialmente a las personas que murieron en soledad
La Real Casa de Correos, sede del gobierno regional, fue ayer testigo del homenaje que ha querido rendir la Comunidad de Madrid a los fallecidos por la Covid-19. En la fachada del edificio se ha colocado una placa y una corona de laurel en memoria de las víctimas.
El texto reza: «El pueblo de Madrid en recuerdo a las víctimas del COVID-19 y en especial a aquellas que fallecieron en soledad«. El pasado mes de julio, 59 personas muertas por la infección fueron inhumadas por el gobierno de la región al no haber sido reclamadas por sus familiares. Posteriormente, fueron enterradas en el cementerio municipal Sur, en Carabanchel.
Hasta entonces permanecían alojadas en el Instituto de Medicina Legal, uno de los depósitos provisionales de cadáveres que se pusieron en marcha durante la primera ola de la pandemia. Los efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y la Unidad Militar de Emergencias fueron los encargados de retirar los cuerpos de los fallecidos de hospitales y residencias, siempre velando los restos.
El homenaje ha reunido a todo el equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso. Juntos han guardado un minuto de silencio en conmemoración a los fallecidos por Covid-19. La Orquesta y Coro de la región (ORCAM) ha interpretado ‘Lascia ch’io pianga’, de la ópera Rinaldo de Haendel.
Homenaje con especial mención a los fallecidos por Covid-19 en soledad
Ayuso ha querido hacer una especial mención a aquellas personas fallecidas con síntomas compatibles con la enfermedad en doble soledad. Por un lado, porque el protocolo sanitario impedía la presencia de familiares para evitar contagios y con ello la transmisión del virus. Y, por otro lado, porque, pasados los meses, no fueron reclamados por ningún familiar.
El gobierno de la Comunidad de Madrid puso a disposición de la autoridad sanitaria tres infraestructuras para el traslado de los fallecidos en estas condiciones durante la primera ola de la pandemia. En total, se trasladaron 1.897 cadáveres.
Uno de ellos fue el Palacio de Hielo de Madrid al que llegaron 1.146 víctimas. De ellas, a 162 se las acogió en el Palacio de Hielo de Majadahonda, otro de los lugares habilitados. El resto – 589 – se enviaron al Instituto de Medicina Legal, el tercer depósito provisional establecido.
Para que los traslados cumplieran con todas las garantías legales, el pasado 26 de marzo el gobierno de la región aprobó una Resolución que permitía a las Fuerzas Armadas, Cuerpos de Bomberos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la retirada de cadáveres «desde el hospital o lugar de fallecimiento hasta el depósito o instalación funeraria designada«, según confirman desde la Comunidad de Madrid.
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