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Las lluvias y el viento no ayudan a tener el cabello peinado y sano.
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Entre las soluciones, sanear el pelo y cepillárselo a menudo.
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El gorro puede ser un buen aliado, bien utilizado.
El invierno nos está recordando estos días con lluvias y mucho viento, que todavía la primavera no ha llegado. Esta semana le dimos el adiós a estos últimos meses en los que el frío y el mal tiempo se estaban conteniendo y nos dejaban respirar un poco. Ahora, el agua y las fuertes ráfagas de aire no solo nos ponen de mal humor sino que trastean con un intocable: nuestro pelo.
Llegamos a casa con enredos, el pelo mojado y con miles de preguntas rondando en nuestra cabeza. ¿Cómo puedo cuidar mi pelo en estos días? Aquí os traemos algunas soluciones:
Primero debemos asegurarnos de que nuestro pelo está saneado. Es decir, que las puntas no se encuentren muy abiertas y que no esté muy dañado. Si es así, el pelo se resiste a estar cuidado y será más difícil aplicar un tratamiento eficaz para conseguir el cuidado que deseamos. Por lo tanto, si tenemos las puntas muy estropeadas, hay que pedir cita en la peluquería más cercana para cortar un poco el final de la cabellera y garantizar, así, un saneamiento de calidad.
Si el pelo tiende a enredarse mucho, lo mejor es llevar siempre un cepillo encima. Un buen cepillado es el mejor regalo que le puedes hacer al pelo. Así se estimulan los folículos y se animará para crecer más rápido, además de tener el pelo libre de enredos y molestias. Los cepillados obligatorios son antes de entrar a la ducha y antes de acostarse. El pelo se caerá menos después del baño y por la noche crecerá más.
Otro problema en estos días de temporal es el encrespamiento del pelo. Para ello siempre viene bien una buena mascarilla o un acondicionador. En el caso del acondicionador, los primeros días es recomendable lavar el pelo primero con el acondicionador, aclarar y seguidamente echarnos el champú. De esta manera, el pelo se quedará más suave al salir de la ducha.
Si preferimos mascarilla, hay que tener en cuenta el no abusar mucho de ella porque puede engrasar nuestro pelo demasiado. Otro consejo para conseguir que desaparezca la sequedad en el pelo es el aceite de Argán. Es ideal aplicar un poco en las puntas y en el nacimiento del pelo antes de la ducha para aportar fuerza y vitalidad a la melena.
Los gorros son un aliado en estos días de viento y lluvia. Sin embargo, un excesivo y mal uso de estos complementos también pueden dañar nuestro pelo. Es mejor ponernos gorro siempre que tengamos el pelo limpio, es decir, que la raíz esté libre de sudor o suciedad que puedan influenciar en la caída o pérdida de cabellera.
Del mismo modo, hay que tener mucho cuidado con el secador. Tener el pelo mojado en invierno es un arma de doble filo ante un inminente resfriado, por eso, siempre que utilicemos un aparato para secar la melena debemos hacerlo a temperatura ambiente y no exponiendo a un nivel muy alto de calor el cuero cabelludo.
Así, se podrá disfrutar un poquito más de este efímero invierno en el que nos podremos soltar la coleta y liberar la cabellera durante estos últimos meses de bajas temperaturas.
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Seguiré todos tus consejos Marta Toribio para tener mi pelo fantástico