Se inauguró el 3 de septiembre de 1905 como el primer parque público de Madrid
Entre la carretera de A Coruña, Ciudad Universitaria y la zona de Moncloa, se ubica el parque del Oeste, en Madrid. Este enclave verde de la capital, de estilo inglés, al igual que los Jardines del Moro, y marcado carácter paisajista, cuenta con casi 100 hectáreas de superficie, sobre las que proliferan diferentes especies vegetales, como coníferas o frondosas.
Destaca la presencia de un anciano cedro, que se conoce como ‘el Abuelo’. Está catalogado como árbol singular y su especie, cedrus atlántica, es muy resistente, pudiendo alcanzar hasta los 1.000 años de antigüedad. Asimismo, merece la pena conocer a otro árbol protegido: el gingko biloba. En otoño, sus hojas amarillas ofrecen un bonito espectáculo, tanto cuando florecen como cuando caen.
La fuente de la Salud surtió de agua a los vecinos de la zona en la época
Junto a ellos, los paseantes observan, por un lado, la senda de las aves, un centro de conservación y divulgación sobre estos animales. Hay incluso un observatorio para poder contemplarlas. Por otro lado, se encontrarán con una ría artificial, de unos 600 metros de longitud, así como la denominada fuente de la Salud del parque del Oeste.
El riachuelo, que se compone de escalones que forman minicascadas, adopta la trayectoria del antiguo arroyo de San Bernardino, sobre el que se construyó. A finales de los ochenta, se repararon las márgenes de la ría y se rehabilitó un sendero adoquinado para que los viandantes caminen por la orilla norte, pero sin dañar el césped.
Además, este arroyo da vida a diferentes especies y, en ocasiones, se pueden ver aves acuáticas, como el ánade real o el azulón.
En cuanto a la fuente de la Salud, el estanque se erigió, posiblemente, durante la restauración del parque, en la década de los cuarenta. Antiguamente, los vecinos de la zona acudían para abastecerse de agua, a la que atribuían propiedades curativas.
Con el paso del tiempo, se supo que el agua no era potable y, hoy en día, cerca de la fuente, hay varios carteles que advierten del peligro.
El pintor Francisco de Goya está muy presente en este histórico jardín de Madrid
El parque del Oeste también alberga importantes obeliscos, tales como la estatua del Maestro Quiroga; la fuente del arquitecto neoclásico Juan de Villanueva; o el actual monumento que recuerda a las víctimas del accidente aéreo Yak-42.
De igual modo, son muy significativas las esculturas dedicadas al prestigioso pintor aragonés Francisco de Goya. Son tres:
- Mural de Goya. Se compone por cuatro bloques de hormigón blanco, en los que se puede leer la palabra GOYA. Es obra de Joaquín Vaquero Turcios y, en cada muro, se han grabado varios textos del artista.
- Monumento a Francisco de Goya. Se localiza junto a la glorieta de San Antonio de la Florida.
- Ermita de San Antonio de la Florida. Se distingue por el conjunto pictórico que Goya pintó a finales del siglo XVIII. Debido a la preocupación por garantizar su conservación, en 1928, se edificó a su lado un templo similar para trasladar allí el culto. De esta manera, la capilla original se reserva como museo de Goya. De hecho, es el lugar donde descansan los restos del artista desde 1919.
Otro edificio relevante es la Escuela de Cerámica. Este centro de formación e investigación pretende formar a ceramistas, con el fin de que intervengan, de manera activa, en el mundo de la creación artística actual. También se conoce como Escuela de Arte Francisco Alcántara, en honor al intelectual y crítico de arte Francisco Alcántara, quien la fundó en 1911.
El cementerio de la Florida, entre la Rosaleda y la ermita de San Antonio de la Florida, es uno de los lugares más especiales del parque del Oeste. En el interior de la pequeña capilla con cripta que alberga este camposanto, yacen los restos de 43 fusilados en la montaña del Príncipe Pío, que se conocen como los héroes del 2 de mayo de 1808.
Asimismo, en la entrada del cementerio, se encuentra una lápida con azulejos que reproduce el famoso cuadro de Goya, ‘El dos de mayo de 1808 en Madrid’. Lo pintó varios años después de que aconteciese el suceso.
En el parque del Oeste de Madrid hay tres búnkeres y la famosa Rosaleda
Siguiendo con la historia, en el parque del Oeste, sobreviven tres búnkeres de la Guerra Civil Española, al igual que en el Parque del Capricho, donde hay uno. El bando sublevado concibió estos enormes bloques de hormigón, próximos a la avenida de Séneca, como nido de ametralladoras. En su día, llegó a haber una veintena y apuntaban hacia la zona de la entonces Cárcel Modelo, hoy Cuartel General del Ejército del Aire.
Por último, no se puede hablar de este espacio verde de la ciudad sin hacer referencia a su gran joya: la Rosaleda. Ramón Ortiz, jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid, diseñó este hermoso vergel en 1955.
Se compone de más de 650 variedades de rosales y se aconseja visitar el lugar en los meses de mayo y junio, época en la que las flores alcanzan su máximo esplendor. Un concurso convierte este lugar en el centro de todas las miradas tanto de la ciudad como a nivel internacional.
Un paseo desde las alturas
A escasos metros de La Rosaleda del Parque del Oeste, encontramos el Teleférico de Madrid, una buena opción para ver Madrid desde lo alto. En un trayecto de 11 minutos, recorre 2.457 metros de distancia, desde el paseo del Pintor Rosales hasta la Casa de Campo. La empresa suiza Von-Roll construyó este transporte rápido y sostenible, que se inauguró el 26 de junio de 1969 y recientemente se ha rehabilitado.
Otro lugar que merece una visita cerca del Parque del Oeste es el famoso Templo de Debod. Cerca de la Plaza de España, sobre la montaña del Príncipe Pío, es un monumento que procede de la Baja Nubia (Egipto). Se adjudicó a España por su ayuda a ese país en los años 50 y simboliza la unión de Madrid con el Antiguo Egipto. Junto a él, se abre paso un mirador hacia la parte oeste de la ciudad.
El parque del Oeste se construyó por fases
Corría el año 1893 cuando comenzaron las obras del primer parque público de Madrid: el parque del Oeste. No obstante, hubo que esperar más de una década, concretamente el 3 de septiembre de 1905, para poder disfrutar y pasear por este paraje que, en primera instancia, constó de 37 hectáreas.
Un año después, en 1906, se inició una segunda fase que se dilató en el tiempo hasta 1914. Por aquel entonces, Alberto Aguilera y Velasco era el alcalde de Madrid. Como resultado, el parque creció tres hectáreas hacia la montaña del Príncipe Pío, sobre las escombreras de la edificación militar conocida como Cuartel de la Montaña.
Por desgracia, durante la Guerra Civil (1936-1939), la zona entró en un periodo de decadencia. En su interior, se abrieron trincheras y fortines, y este idílico lugar pasó a convertirse en un frente de batalla, donde las bombas, los incendios y la metralla devastaron todo a su paso.
Tras el conflicto bélico, el famoso jardinero Cecilio Rodríguez se encargó de la reconstrucción del parque, que se prolongó hasta 1948. A lo largo de esta etapa, el jardín también se amplió hacia la Rosaleda, el parque de la Tinaja y el Templo de Debod, llegando hasta el paseo del Pintor Rosales y la estación del Norte.
Finalmente, en 1985, la Comunidad de Madrid otorgó al parque del Oeste el carácter de Parque Histórico. En la actualidad, se puede visitar todos los días y el acceso es gratuito. Además, está próximo a otras zonas de interés, como el Museo Cerralbo o la Casa de Campo.
Cómo llegar:
- Líneas de autobús: 001; 1; 21; 44; 46; 62; 74; 82; 83; 132; 133; 138; 160; 161; A; C1; G; U; N28.
- Líneas de metro: L3, L10, estación Plaza España; L3, estación Moncloa.
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