El Capricho se construyó entre 1784 y 1839 y es la villa suburbana aristócrata más importante de las que se conservan en España
El parque de El Capricho constituye uno de los puntos verdes más atractivos y románticos de la ciudad de Madrid. Este conjunto de 14 hectáreas, que se ubica en Alameda de Osuna, número 25, tiene que ver, precisamente, con un capricho. Concretamente, con el de la duquesa de Osuna, María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel.
En su interior, se encuentran multitud de monumentos y construcciones de gran valor artístico, cultural e histórico. Dos ejemplos son la plaza de Recibimiento, donde los duques daban la bienvenida a sus invitados, y la plaza de los Emperadores, que está rodeada por estatuas de emperadores romanos y filósofos.
El parque de El Capricho destaca por su riqueza vegetal y arquitectónica
Asimismo, El Capricho acoge interesantes obras como el Parterre de los Duelistas del arquitecto Marín López Aguado. En esta composición, se observan dos columnas de mármol sobre las que se ubican dos bustos. Ambos simbolizan a dos personas que se dan la espalda en el momento de batirse en duelo. Como dato curioso, las columnas están separadas por 40 pasos, la distancia reglamentaria para estos desafíos.
En las inmediaciones del Parterre de los Duelistas, también se localiza el famoso laberinto de arbusto, cuyas formas serpenteantes hacen de él un lugar idóneo para perderse. Se combina con hermosos paseos y praderas que ofrecen al visitante la oportunidad de apreciar tres estilos diferentes: el parterre, el giardino italiano y el paisaje inglés.
Además de las diversas fuentes y estanques que dan vida al parque de El Capricho, otros de los elementos más destacados son los siguientes:
- Columna de Saturno. Este monumento se ubica en la zona noreste del jardín y representa al dios Saturno devorando a su hijo. La pieza, que está en consonancia con otros personajes mitológicos presentes en el parque, se sitúa en el centro de una rueda formada por seis calles radiales.
- Exedra. Es un templete que se ubica en la plaza de los Emperadores y destaca por las esfinges y las columnas de mármol que sostienen la semicúpula. En el centro, y sobre un pedestal, se encontraba el busto de la duquesa. Al parecer, tras el fallecimiento de María Josefa, don Pedro Alcántara, heredero de la Alameda, quiso honrar la memoria de su abuela, la creadora del conjunto.
- Palacio de los Duques de Osuna. Se construyó entre 1787 y 1798 como la residencia de la villa de recreo de los duques. En 2023, abrirá reconvertido en un museo.
- Casa del Artillero. Este monumento también se conoce como La Ruina porque parece estar, nunca mejor dicho, en ruinas. Se construyó así para que pareciera producto de alguna guerra.
- Fortín. A pocos metros de la Casa del Artillero, se encuentra la Batería o Fortín. Se conservan algunos elementos, pero otros no, como doce pequeños cañones de bronce o un puente levadizo de madera. Junto al Fortín pasa un canal, simulando una ría.
- Casino de Baile. Hasta él, los invitados llegaban en barca. El interior está decorado con murales y espejos.
- Templete de Baco. Este monumento, de estilo clásico y planta ovalada, se construyó sobre un promontorio. Se caracteriza por las columnas jónicas que lo rodean y por la escultura del dios Baco que se halla en su interior. Los romanos consideraban al dios Baco como promotor de la civilización, legislador y amante de la paz. También como protector de la agricultura y el teatro.
De elevado interés turístico son también el Abejero, que se utilizó para producir miel; la Casa de la Vieja, que imitaba una casa de labranza y su actividad agrícola; la Ermita, edificada con la intención, por parte de los duques, de incluir un verdadero ermitaño en ella; y el Búnker de la Posición Jaca, un enclave de la Guerra Civil único en Europa por su estado actual de conservación. Alojó al Cuartel General del Ejército Republicano del Centro.
En la actualidad, el parque se puede visitar los sábados, domingos y festivos
El Capricho se erigió entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, concretamente, entre 1784 y 1839, para los duques de Osuna. Su principal promotora fue la duquesa, doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel. Fue una de las jóvenes aristócratas más adineradas del Madrid ilustrado de finales del siglo XVIII y se le antojó la construcción de este idílico lugar.
Aunque este paraje es la villa suburbana aristócrata más importante de cuantas se conservan en España, no todo fue gloria. De hecho, tras la muerte de la duquesa, comenzó un proceso de declive que fue imparable hasta que, en 1974, el Ayuntamiento de Madrid compró el parque y comenzó su recuperación.
En la actualidad, el parque El Capricho está abierto al público, de forma gratuita, los sábados, domingos y festivos. Entre octubre y marzo, se puede visitar de 9 a 18:30 horas, y de abril a septiembre, de 9 a 21 horas. Cómo llegar:
- Líneas de autobús: 101; 105; 151.
- Líneas de Metro: L5, estación El Capricho.