El Palacio de la Prensa recuperará la morfología original del edificio
El Palacio de la Prensa es uno de esos lugares de la capital que huelen a historia. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado, definitivamente, el plan especial para rehabilitarlo. Esta reforma se une a las de 1941 y 1991.
Ubicado en la Plaza de Callao, entre las calles Tudescos, Gran Vía y Miguel Moya, este edificio tiene su origen en 1924, cuando la Asociación de la Prensa de Madrid mandó construir allí su sede social al arquitecto Pedro Muguruza Otaño.
A lo largo de su vida, también ha albergado apartamentos, viviendas, oficinas, salas de cine y un café de conciertos, convirtiéndose así en una construcción emblemática y multifuncional.
Tal y como ha informado el consorcio madrileño, la nueva reforma que se va a llevar a cabo tiene un doble objetivo. Por un lado, se quieren establecer las obras que se pueden efectuar para recuperar la morfología original del edificio. Esto se hace en cumplimiento con lo que marca el Plan General de Ordenación Urbana y su declaración como Bien de Interés Patrimonial en 2017.
Por otro lado, se pretende estudiar, valorar y controlar la incidencia sobre el medioambiente por el incremento de aforo.
Este plan, que primero fue aprobado en Junta de Gobierno y sometido al trámite de información pública y alegaciones, afecta a los dos locales situados en la parte trasera del edificio, es decir, al 25% de la totalidad del inmueble. Asimismo, conlleva la autorización de un aforo mayor, pasando de las 1.361 personas actuales, -entre los dos locales-, a 2.455.
Cine y teatro polivalente
Más concretamente, el plan propone una intervención en estos sitios, con el fin de que devuelva el espíritu original del edificio. Para tal objetivo, se autoriza la reestructuración del espacio interior que, hoy en día, está configurado por los cines, minicines y la discoteca Palacio de la Prensa. También recupera la fachada y el chaflán entre las calles Miguel Moya y Tudescos.
Como resultado, el espacio interior albergará un local de uso terciario recreativo que se extiende en planta sótano, baja y primera, sobre el que se diseña un cinematógrafo. El objetivo es potenciar estos locales como cine, teatro y espacio polivalente.
Por último, desde el Ayuntamiento de Madrid expresan que esta intervención conlleva un beneficio para el entorno, ya que mejora el aspecto general de un bien que se encuentra “degradado”.
Estilo vanguardista con aires americanos
Los siglos XIX y XX fueron claves para la configuración de Madrid. Aunque algunos de los edificios más históricos y relevantes ya existían, y tan solo se restauraron, otros se construyeron desde cero. Este es el caso del Palacio de la Prensa, que otorgó gran importancia a la Plaza de Callao como uno de los puntos principales de la ciudad.
Tras varios años de construcción, en abril de 1930, el rey Alfonso XIII, que participó en la colocación de la primera piedra en 1925, inauguró el inmueble. Al evento asistieron importantes personalidades del mundo de las letras de la lengua hispana, tanto de Europa como de Latinoamérica.
El Palacio de la Prensa, con 58 metros de altura y 16 plantas, pasó a ser el rascacielos de Madrid hasta la construcción del Edificio Telefónica. Su estilo vanguardista, encuadrado dentro del clasicismo moderno, e inspirado en la arquitectura norteamericana, lo hicieron destacar frente al resto. Además, fue la primera obra de la Gran Vía en utilizar ladrillo visto para revestir sus fachadas.
El Palacio de la Prensa fue restaurado en 1941 y 1991
Una de las partes del edificio se destinó para ser una gran sala de cine con capacidad para 1.840 espectadores. No obstante, en 1941, el lugar se reformó, con el fin de dar solución a la aglomeración de gente que esperaba para entrar en la sala de butacas. Décadas más tarde, en 1991, sufrió otra modificación. Como resultado, el Palacio de la Prensa pasó a ser un cine multi-salas.
El inmueble también fue sede editorial de la serie humorística La Codorniz y de compañías de teatro como La Barraca, del célebre Federico García Lorca. Durante los años cuarenta, además, se instaló en la parte baja del edificio el Salón de té Madrigal, cuyo estreno contó con una gran fiesta frecuentada por la alta sociedad madrileña.
El edificio es considerado Bien de Interés Patrimonial
A finales de 1982, la Asociación de la Prensa de Madrid, propulsora original del proyecto, decidió vender parte del Palacio de la Prensa, debido a la crisis económica que atravesaba. Esto la llevó a trasladarse a su sede actual, un palacete situado en la calle Juan Bravo 6. Unos años más tarde, el Partido Socialista de Madrid ocupó algunos de los pisos del inmueble, concretamente, desde 2009 a 2015.
Finalmente, en 2017, se declaró al edificio Bien de Interés Patrimonial por sus valores arquitectónicos, históricos y artísticos. A raíz de todo ello, el Palacio de la Prensa es uno de los edificios más importantes de la primera mitad del siglo XX, y uno de los principales focos culturales de la ciudad de Madrid, que volverá a ser reformado para el disfrute de todos los ciudadanos.