Galerías, muros y un gasómetro son los restos arqueológicos del Palacio de Godoy que se han encontrado bajo la calle Bailén
Aunque el pasado mes de septiembre se anunció que los restos arqueológicos encontrados durante las obras de remodelación de la Plaza de España en la calle Bailén correspondían a las caballerizas reales del siglo XVI, tras este mes y medio de excavaciones se ha constatado que en realidad se trata de los restos del Palacio de Godoy, del siglo XVIII.Los trabajos arqueológicos comenzaron el pasado 5 de septiembre, después de que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid autorizara un plazo de tres meses para ahondar en los descubrimientos.
Según la arqueóloga directora de las excavaciones, Esther Andreu «al principio pensamos que eran las caballerizas porque correspondía más o menos con los planos que teníamos, pero hasta que no se levanta todo, no se puede saber bien. Ahora ya estamos totalmente ubicados».
Palacio del Marqués de Grimaldi o de Godoy
Los restos que se han ido encontrando coinciden con los planos del siglo XIX de Ibáñez de Íbero en los que esta manzana, que actualmente ocupa el Senado, estaba adelantada en relación a la alineación actual. Esto quiere decir que la calle Bailén era más estrecha y estaba delimitada por las caballerizas reales (que coincidían exactamente con los actuales Jardines de Sabatini) y este corredor de un palacio del siglo XVIII.
«El muro de la caballeriza sale debajo de la valla de los jardines, pero eso no se va a alterar nunca porque queda fuera del espacio de obra. La calle Bailén llegaba hasta este primer muro, que era la fachada del Palacio de Godoy«, explica la arqueóloga. «La mayor parte del edificio sigue en pie y cuando se amplió en la República, igual que los edificios de las caballerizas, se tiró parte de este palacio; la fachada que vemos es de esa época, de los años 30, cuando se reestructuró el edificio».
Los hallazgos coinciden con los planos del Palacio del Marqués de Grimaldi, conocido posteriormente como Palacio de Godoy. Este edificio sufrió un incendio en la noche del 29 de noviembre de 1846 y eso obligó a trasladar los ministerios que albergaba a otro edificio.
Más tarde, se demolieron los restos para ampliar la calle Bailén hasta su alineación actual. Lo que se ha encontrado de este edificio es parte del suelo de la planta baja, el arranque de los muros y una serie de sótanos abovedados, así como una escalera que conducía a los mismos.
Un gasómetro, canalizaciones y muros entre estancias
«Estamos sacando esa parte del palacio y están apareciendo galerías y también una de las habitaciones que en algún momento reutilizaron para hacer un pequeño gasómetro, que sería para iluminar el palacio y dependencias de ministerios que ahora son las del Senado», continúa la arqueóloga.
Las ruinas muestran claramente algunas canalizaciones para la caída del agua de la lluvia, muros que separaban las estancias y, lo mejor conservado, el gasómetro. Entre algunos objetos encontrados, destaca una botella de cerveza de cristal de 1930.
Actualmente se están terminando de quitar los escombros que rellenaban los sótanos y se está realizando el levantamiento de los muros encontrados. A continuación se cartografiarán y se compararán con los planos originales de los edificios.
Cuando concluyan estos trabajos, se enviará un informe a la Comunidad de Madrid, como máxima autoridad de Patrimonio, para que dicte resolución sobre los pasos a seguir por parte del Ayuntamiento. Andreu aclara que son ellos quienes deben valorar «qué elementos deben quedarse y cuáles no».
«La voluntad es que si hay algo que se pueda mantener, conservarlo, pero habrá cosas que se perderán, porque hay que entender que la obra que se está haciendo en Plaza España es muy importante y es en beneficio de todos», asegura, aunque matiza que «se va a garantizar que esté todo estudiado, documentado, con 3D, etc, para que esta información histórica pueda permanecer».
Restos en Ferraz
Además de estos restos, se han hallado otros en la calle Ferraz, que también están siendo analizados. El plazo para estos trabajos también es de tres meses, en este caso desde el 10 de octubre.
Hasta el momento ha aparecido el arranque de dos muros de mampostería de ladrillo, perpendiculares entre sí y de 90 centímetros de ancho, que pertenecerían previsiblemente al comienzo de las paredes perimetrales del antiguo cuartel de San Gil.
Se está escavando para descubrir el arranque completo de los muros. Aunque estos hallazgos son de menor importancia que los de la calle Bailén se va a seguir el mismo protocolo y el gobierno regional decidirá qué hacer con ellos. El plazo para concluir estas excavaciones finaliza el 10 de enero pero previsiblemente se adelantará a antes de finales de año.
Las obras de Plaza de España continúan con normalidad
Todas estas excavaciones no están afectando al resto de las obras de remodelación de la Plaza de España, pues suponen solo un 10% del total del espacio en el que se está trabajando.
«Cuando aparecieron los restos históricos hubo una modificación del plan de obra para no quedarnos paralizados y poder seguir realizando los trabajos sin un retraso considerable», explicó la delegada de obras y equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Romero.
Por eso «las obras de la Plaza España han continuado con normalidad, ahora estamos con la impermeabilización del parque y con los trabajos en la pequeña plaza de los Cubos y en Ventura Rodríguez, dos zonas que se han añadido al planteamiento original». El plazo previsto para la finalización de todas las obras es la primavera del 2021, pero con el cambio de previsión podría alargarse más.
Según García Romero, «una vez finalicen las obras, los madrileños van a ganar una plaza moderna y verde, una conexión peatonal y una zona de paseo y de disfrute de alta calidad».
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