Los más de dos años de obras la han transformado en un gran entorno verde con prioridad para el peatón
Tras más de dos años de obras, Plaza de España vuelve a abrir sus puertas al público madrileño hoy 22 de noviembre con una imagen y estructura completamente renovadas. El espacio se ha convertido en un nuevo entorno verde, sostenible y accesible de más de 70.000 m2 con prioridad para el peatón.
De hecho, una de las principales características de esta renovada Plaza de España es que conforma una gran plataforma peatonal que sirve de nexo entre el parque del Oeste, los jardines de Sabatini, el Campo del Moro, Madrid Río y la Casa de Campo. Integrará todos los modos de movilidad.
De esta forma, a partir de ahora los madrileños podrán desplazarse desde el Palacio Real al Templo de Debod y desde la Puerta del Sol hasta la Casa de Campo «prácticamente sin cruzar un solo semáforo«, en palabras del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
Una ruta arqueológica por Plaza de España
Se debe, en parte, a la ampliación del túnel de Bailén, que unirá esta calle con Ferraz, soterrando el tráfico que hasta ahora circulaba sobre la zona. Se podrá ya utilizar a partir del próximo 22 de noviembre, tras finalizar sus obras de excavación.
Uno de los grandes hitos de estos trabajos ha sido el descubrimiento de varios restos arqueológicos que se expondrán en el espacio entre el Palacio Real y el Templo de Debod: en concreto, los restos del Palacio de Godoy, los contrafuertes de Bailén y los recientemente hallados del camino de ronda del Cuartel de San Gil.
Así, se creará una ruta arqueológica peatonal que incluirá un mapa en relieve en el que se describirá la situación original de los restos y el motivo de su traslado. Asimismo, cada punto de interés se vinculará con la evolución de la historia de Madrid, desde el origen de este entorno hasta las transformaciones del arquitecto Sabatini en el siglo XVIII.
Las obras de Plaza España: una apuesta por el medio ambiente
Uno de los grandes objetivos de las obras de renovación de Plaza de España ha sido convertirla en un espacio que mejore la calidad ambiental de la ciudad. Así, aparte de apostar por la peatonalización de la zona, se ha optado por la vegetación, plantando más de un millar de árboles.
Junto a ello se incluyen dos grandes itinerarios ciclistas:
- Eje norte-sur: a través de un carril bidireccional que va por encima del paso elevado de vehículos. Une las calles Bailén y Ferraz.
- Eje este-oeste: conecta la Cuesta de San Vicente, por debajo del paso elevado, con la Gran Vía.
Ambos están conectados mediante otro itinerario que discurre por la calle situada al norte de Plaza de España, entre Princesa y Ferraz. Además, para maximizar las conexiones peatonales se prevén dos ascensores entre la acera sur de la cuesta de San Vicente y los jardines de Sabatini y la acera norte.
A todo ello se suma la remodelación de las calles Princesa y Ventura Rodríguez, que se encuentran en el entorno de Plaza de España, así como la reforma de la Plaza de Emilio Jiménez Milla, que une Plaza de España con la Plaza de los Cubos y que se integra también en este nuevo espacio.
‘Welcome mother nature’, la base de la nueva Plaza de España
El proyecto de la renovación de Plaza de España nació en 2018 con el lanzamiento de una consulta ciudadana para que fueran los madrileños los que escogieran cómo querían que fuera este espacio en el futuro. Con el 52,19% de los votos ganó ‘Welcome mother Nature’.
Se trata de una propuesta de los arquitectos Fernando Porras Isla-Fernández, Aranzazu La Casta y Lorenzo Fernández Ordóñez que comenzó a ejecutarse finalmente en la primavera de 2019. Es decir, la nueva Plaza de España se abrirá al público más de dos años después de que se iniciaran sus obras.
En primer lugar, se abordó el entorno del Edificio España, ampliando las aceras frente a él entre Gran Vía y la calle Princesa. Así, se renovó el pavimento y se instaló un paso de peatones que permitiera cruzar la calzada en todas las direcciones, incluyendo las diagonales.
En el proyecto también se contemplaba construir un pasillo peatonal a través del lateral de la Plaza de España, que fuera desde la esquina de la Torre de Madrid hasta la calle Ferraz.
Seguidamente, se pusieron en marcha las obras de excavación del túnel de Bailén que tuvieron que ser interrumpidas en varias ocasiones por la aparición de los mencionados restos arqueológicos. Finalmente, se abordaron otros aspectos relacionados con las calles del entorno.
A pesar de su reapertura, desde el Ayuntamiento de Madrid han querido recalcar que todavía quedan algunos remates en los que se seguirá trabajando en enclaves puntuales de la zona.
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