El estado de deterioro de la noria del parque de El Retiro ha obligado a su restauración total
Vuelve a ponerse en funcionamiento, de manera ininterrumpida, la noria de agua del parque de El Retiro tras finalizar las labores de restauración. La estructura se encontraba en un estado de deterioro muy avanzado, por lo que ha tenido que realizarse una reproducción exacta de la noria de madera, respetando las medidas originales.
Forma parte de la recreación de un conjunto hidráulico situado en el llamado Huerto del Francés, que se descubrió durante las excavaciones arqueológicas entre el año 1996 al 2000. Se compone de un pozo de noria, una alberca, una pileta de decantación y un pozo de desagüe, así como de restos de otro pozo de noria y otra alberca, junto a varios elementos accesorios.
En concreto, se ha restaurado el ladrillo de tejar y de caliza de todo el entorno, las estructuras metálicas y los cerramientos existentes. Asimismo, se ha rehabilitado el vaso de la alberca, creando uno nuevo de hormigón armado, y se ha impermeabilizado.
Otra actuación ha sido la limpieza y saneamiento de la estructura metálica que conforma la barandilla de protección del entorno. Se ha cubierto con pintura resistente a la intemperie.
El mal estado que, en general, presentaba la pileta de decantación de la noria, ha obligado además a desmontar y retirar los vidrios existentes. Se han sustituido por un nuevo acristalamiento de seguridad formado por dos vidrios ensamblados entre sí. La inversión de todo el proceso de recuperación ha sido de 184.000 €.
¿Cómo era el funcionamiento del conjunto hidráulico restaurado?
Por la documentación, estudio y datación de los restos, se ha podido establecer una teoría de cómo funcionaba el conjunto, en tres fases sucesivas en el tiempo:
- Plano de Texeira (1656). Se aprecia junto a la ermita de San Antonio de los portugueses, la alberca con las mismas dimensiones en planta que en la actualidad, pero de menor profundidad, y una noria.
- Hacia 1750. Al haberse hundido el pozo de la primera noria, se construye uno nuevo de unos 18 metros de profundidad más al norte. Además, se recrean las paredes de la alberca hasta su tamaño actual, doblando su capacidad. La nueva noria y la alberca quedan conectadas entre sí por medio de una tubería enterrada de piezas cerámicas.
- Último tercio del siglo XVIII. Tras la puesta en funcionamiento de la Real Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro en la antigua ermita de San Antonio, se construye la pileta de decantación, el pozo y otra alberca menor. Todos ellos con procesos industriales anexos a la fábrica.
La noria más emblemática de El Retiro
El Real Sitio del Buen Retiro, establecido en 1637, necesitó desde el principio de abundante agua para el riego de los jardines y para los estanques. Este suministro se obtenía por medio de varias norias distribuidas por el recinto, levantadas en los primeros años de construcción de los jardines. También se reutilizaron otras anteriores empleadas en las antiguas huertas.
Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha recuperado la noria más emblemática de El Retiro. Se encargaba no solo de irrigar el parque, sino también de abastecer de agua a la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, conocida como ‘La China’. Construida por orden de Carlos III en la segunda mitad del siglo XVIII, estaba en el lugar donde hoy se encuentra la estatua del Ángel Caído.
Este lugar estaba destinado a la elaboración de porcelanas, que compitieron con las mejores de Europa. Alguna de sus piezas adornan actualmente el Palacio Real y los Reales Sitios, La Casita del Príncipe y el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La calidad de las piezas era internacionalmente conocida y las técnicas de elaboración empleadas se trataban como secreto de Estado.
El fin de la fábrica
Con la llegada de la Guerra de la Independencia española en 1808 y la entrada de las tropas napoleónicas a Madrid, la actividad de la fábrica tuvo que interrumpirse, pues gran parte del ejercito francés se acomodó en sus instalaciones. En 1812, la alianza entre ingleses, portugueses y españoles, comandada por Wellington, derrotó al ejercito francés y la zona del huerto se usó como escenario de batalla.
A consecuencia de ello, la fábrica sufrió daños importantes. Lograda la victoria y expulsados los franceses de Madrid, Wellington ordena destruir la fábrica por completo. Según se dijo, el objetivo era impedir que los franceses volvieran a agruparse en este punto. Sin embargo, los rumores apuntaron a que se quería eliminar la competencia entre la porcelana española y la británica.
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