El acusado, que habría cometido el delito este verano en Benidorm, ha sido detenido en Pozuelo de Alarcón
Un monitor deportivo ha sido detenido por la Policía Nacional este jueves en Pozuelo de Alarcón. La denuncia que sobre él recae es la de haber abusado sexualmente de una niña de 14 años. Por otro lado, también se le investiga una supuesta coacción a la menor a través del teléfono móvil con el objetivo de que ella le enviara fotografías de contenido sexual.
Durante tres meses el monitor estuvo desaparecido
Los hechos habrían ocurrido en la localidad alicantina de Benidorm, el pasado mes de agosto. En aquel entonces, la víctima practicaba cable esquí bajo la supervisión del monitor deportivo. En este contexto de confianza el acusado se habría aprovechado de la menor, quien no tardó en contarle lo ocurrido a su madre.
Las pesquisas de la Policía comenzaron después de que la madre de la niña de 14 años denunciara que su hija había sufrido tocamientos durante la práctica de la actividad deportiva. También acusó al presunto autor, el monitor de la menor, de coaccionar posteriormente a la niña a través del móvil para que le enviara imágenes suyas. El paradero del ahora detenido fue un auténtico misterio durante más de tres meses.
Los agentes barajaron diversas hipótesis durante ese tiempo. En un principio se creyó que el acusado seguía en los alrededores de Benidorm. Sin embargo, con el transcurso de las semanas, la hipótesis de que podría haber huido de la Comunidad Autónoma Valenciana cobraba cada vez más fuerza.
Intervenido el móvil del monitor detenido ante sospechas de más víctimas
Después de diversas gestiones, los agentes dieron con la ubicación del acusado. Como se sospechaba, el monitor había abandonado el lugar donde supuestamente cometió los abusos contra la menor. El destino que escogió para residir fue la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, donde finalmente fue detenido por la Policía Nacional este jueves.
En el momento de su detención, los agentes de la Policía consideraron necesario intervenir el dispositivo móvil del detenido para someterlo a un posterior análisis. Los agentes sospechaban que el teléfono podría contener grabaciones que sirvieran de evidencia de los hechos denunciados por la víctima, e incluso no descartan que también haya rastros de otras posibles víctimas.
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