Taller solidario de mascarillas destinadas a los mayores durante la crisis del coronavirus
Los menores infractores del centro Teresa de Calcuta de Ejecución de Medidas Judiciales, ubicado en la localidad madrileña de Brea de Tajo, participan en un taller solidario para confeccionar mascarillas artesanales. La finalidad es donarlas a uno de los colectivos más vulnerables y afectados por la crisis del coronavirus (COVID-19), las personas mayores hospedadas en las residencias de la región.
Los jóvenes de este centro, donde casi un centenar cumple alguna medida judicial de internamiento, están confeccionando de más de 4.000 mascarillas artesanales. Así, muestran su compromiso con la sociedad en un momento complicado en el que todos los apoyos y esfuerzos ayudan a vencer el virus.
La solidaridad para ayudar a la reinserción social
El proyecto está dirigido por la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor (ARRMI), dependiente de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas. Además colaboran dos empresas: Gocotex, textil especializada en el entorno sanitario y de Cuerpos de Seguridad del Estado, que ha cedido las telas y las gomas para la confección de las mascarillas, y Corte Textil C.B, un grupo especializado en confección textil, que ha cortado el patrón.
Una vez concluida la confección de las mascarillas, el grupo ONCE Ilunión SocioSanitario se encarga de recoger el material, desinfectarlo y distribuirlo entre las diferentes residencias que tiene repartidas por la región.
Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor de la Comunidad de Madrid
La ARRMI cuenta con 264 plazas para jóvenes infractores distribuidas en cinco centros de Madrid ciudad y un sexto en Brea de Tajo, donde se están confeccionando las mascarillas.
Estas infraestructuras dan servicio al estamento judicial y su objetivo final es lograr la reinserción social de los menores. La Agencia atiende simultáneamente a 1.280 menores y jóvenes, de los cuales el 80% cumple medidas judiciales de medio abierto no privativas de libertad. El 20% restante se enfrenta a una medida judicial de internamiento.
Cuando se decretó el estado de alarma en toda España, la gerencia del ARRMI, coordinada con los directores de los seis centros, implantó protocolos de prevención frente al coronavirus en todas sus instalaciones para proteger y garantizar las mejores condiciones sanitarias en las dependencias.
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