Las obras de soterramiento de la M-30 hicieron posible la existencia del parque de Madrid Río
A lo largo del río Manzanares, se abre paso un parque muy especial y de los más nuevos de la ciudad: Madrid Río. Esta extensa zona verde de la capital es sinónimo de renaturalización y de reequilibrio ecológico, pero también de ocio, cultura y deporte para todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más adultos.
Los viandantes pueden comenzar su visita en el Salón de los Pinos, la arteria de Madrid Río, que da acceso a las seis áreas ajardinadas del parque, como los jardines de Aniceto Marinas. El Salón de los Pinos está constituido por más de 6 kilómetros y su recorrido arranca al norte del Puente del Rey, hasta alcanzar el Nudo Sur.
Durante el paseo, los usuarios serán cómplices y testigos de la historia de Madrid, que se evidencia en forma de monumentos y construcciones de gran valor patrimonial. Un claro ejemplo es la Ermita de la Virgen del Puerto, cuya imagen original se encontraba en Lisboa, Portugal. Después, se trasladó a Plasencia, en España.
El devoto marqués de Vadillo, don Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, fue quien encargó al arquitecto Pedro de Ribera la construcción de esta ermita que alberga la réplica para Madrid de la imagen de la Virgen del Puerto. El edificio se levantó entre 1716 y 1718 y es propio del arte barroco madrileño. Además, fue uno de los primeros trabajos del arquitecto Ribera en la ciudad.
Como dato curioso, en la época, las jóvenes novias lavanderas acudían a la ermita a rezar y orar por su fecundidad en el matrimonio. No obstante, durante la Guerra Civil, este santo lugar quedó muy dañado. Más tarde, en 1945, se comenzó su reconstrucción y se inauguró de nuevo en 1951.
Matadero Madrid e Invernadero de Arganzuela, dos clásicos del parque de Madrid Río
De elevado interés turístico es también Matadero Madrid, que se ubica al sur del parque de Madrid Río. Su historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando las autoridades madrileñas decidieron crear un matadero industrial, y un mercado municipal de ganados, ante el imparable crecimiento de la ciudad. La zona que se escogió para esa construcción fue la que se conocía como dehesa de Arganzuela.
Su diseño se encargó al arquitecto Luis Bellido y, oficialmente, el conjunto de instalaciones abrió sus puertas en 1924. Sin embargo, tal y como sucedió con la ermita, la Guerra Civil ocasionó graves destrozos en ellas. Además, debido a su posición estratégica, algunas dependencias del matadero se utilizaron para almacenar municiones.
El tiempo pasó y, en 1970, se dotó de nuevos usos a varias naves del matadero que habían quedado anticuadas. Finalmente, en 2005, el recinto se transformó en lo que es hoy: un centro de apoyo que pretende favorecer los procesos creativos, la formación artística y el diálogo entre las artes. Junto a Matadero Madrid, se encuentra el Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela, o Invernadero de Arganzuela.
En sus inicios, fue un almacén de patatas que se levantó en 1940 tras la Guerra Civil. Décadas más tarde, en 1992, pasó a depender del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Tras ello, el espacio se reconvirtió en un invernadero de exhibición de plantas, de ahí su nombre actual. El edificio mantiene su estructura original, aunque se reemplazó la cubierta por láminas de vidrio armado.
Puentes y pasarelas
Madrid Río se caracteriza, de igual modo, por sus puentes y pasos que facilitan la comunicación entre los distritos situados a ambas márgenes del río. Algunos son de nueva creación, como los Puentes de Matadero e Invernadero, que se conocen como Puentes Gemelos; el Puente de Arganzuela, también conocido como Puente de Perrault-, uno de los iconos arquitectónicos del parque; o el Puente Oblicuo.
Otros son más emblemáticos e históricos. Entre ellos, se encuentran:
- Puente de Segovia. Es el más antiguo de la capital y está próximo a la ermita de la Virgen del Puerto. Se construyó entre 1572 y 1574, durante el mandato del rey Felipe II, sobre el camino que llevaba a Segovia. Para darle mayor protagonismo, en 1648, el arquitecto José de Villareal trazó una puerta monumental, aunque desapareció después. Igualmente, este puente sufrió los estragos de la Guerra Civil y hubo que esperar hasta los años sesenta para presenciar su reforma.
- Puente de Toledo. Concebido en tiempos de Felipe IV, entre 1649 y 1660, fue destruido en dos ocasiones por la crecida del río Manzanares. El puente actual es el resultado del trabajo, en 1732, del arquitecto Juan del Olmo. En los años noventa, se declaró Bien de Interés Cultural y, posteriormente, se sometió a un proceso de restauración que finalizó en 1997.
- Puente del Rey. Se edificó en 1816 por orden del rey Fernando VII para enlazar el casco urbano madrileño con los parques y jardines de la Casa de Campo. Sin embargo, este puente comenzó siendo una sencilla pasarela que atendía al deseo del monarca Felipe II de unir el Alcázar con el palacete de los Vargas.
¿Qué más puedo ver y hacer en Madrid Río?
Cerca del Puente del Rey, los paseantes pueden localizar a la pareja de este, la Puerta del Rey, que daba acceso a la Casa de Campo desde el Palacio Real. Con la llegada de la Segunda República, se cambió su aspecto y se desplazó de su posición original.
A escasos metros, se encuentra el Túnel de Bonaparte. El soberano José I Bonaparte, que temía sufrir un atentado, ordenó su construcción. Tanto el túnel, como la Puerta del Rey, se levantaron en 1812, bajo las indicaciones del prestigioso arquitecto Juan de Villanueva.
Para complementar todo lo anterior, el parque de Madrid Río dispone de zonas de juegos infantiles y de restauración. Asimismo, los usuarios encuentran a su disposición kilómetros de sendas peatonales y de carriles bici; pistas deportivas para la práctica de diversos deportes; circuitos biosaludables, adecuados para que las personas adultas realicen ejercicio físico; pistas de petanca; mesas de juego; múltiples fuentes, -decorativas y para beber agua-, y hasta una playa urbana, situada en el parque de la Arganzuela.
Allí, también se halla el Obelisco de la Arganzuela. Su ubicación original fue la actual glorieta de Emilio Castelar, en el paseo de la Castellana, por lo que se conoció como Obelisco de la Castellana. El rey Fernando VII fue quien encargó construir el conjunto para celebrar el nacimiento de su hija a la que, más adelante, se conoció como Isabel II de España.
Vistas estupendas desde los miradores
Por último, los más románticos podrán disfrutar de las vistas que proporcionan los diferentes miradores ubicados en el parque de Madrid Río. Los más conocidos son:
- Huerta de la Partida. Este espacio natural, de 38.000 metros cuadrados, está cerca de la Casa de Campo y del Puente del Rey. Su historia comienza en el S. XVI, cuando tan solo era una huerta que abastecía de hortalizas a la familia Vargas. En la parte más alta, hay un mirador desde el que se contempla tanto Madrid Río y el Palacio Real, como la Catedral de la Almudena y las torres de Plaza España.
- Glorieta de San Vicente. Se ubica en el cruce entre el paseo de la Florida, el paseo de la Virgen del Puerto y la Cuesta de San Vicente. Hoy en día, en la rotonda de la glorieta, destaca la Puerta de San Vicente, aunque no es la obra original. En cuanto a su mirador, se obtiene una panorámica de la Casa de Campo y del bulevar de la avenida de Portugal.
- Pasarela peatonal y ciclista. Mientras se pasea, se puede divisar la ciudad y el parque Lineal del Manzanares.
- Puente de Segovia y Puente de Arganzuela. El primero ofrece vistas del norte y el sur del río. Desde el segundo, se observa el Puente de Toledo y el parque de la Arganzuela.
Origen de Madrid Río
Madrid Río existe gracias a las obras de soterramiento de la M-30, que se efectuaron entre 2004 y 2007. Esto hizo posible la eliminación del tráfico en la superficie y, por lo tanto, la liberación de más de 100 hectáreas de terreno.
Durante el periodo 2007-2011, se realizó todo el ajardinamiento que dio como resultado la integración del río Manzanares en la zona urbana y, en definitiva, el parque que hoy conocemos. No obstante, se siguen ejecutando y planificando nuevas actuaciones de mejora y ampliación.
Madrid Río abre sus puertas todos los días de la semana y el acceso es gratuito. Además, siguiendo el curso del río Manzanares, los viandantes desembocan en otro punto de interés turístico: el parque Lineal del Manzanares.
Cómo llegar a Madrid Río:
- Líneas de autobús: 6, 8, 18, 19, 22, 23, 25, 31, 33, 36, 39, 41, 45, 46, 47, 50, 59, 62, 65, 75, 76, 78, 79, 85, 86, 123, 138, 148, 156, 247.
- Líneas de Metro: L6, L10, estación Príncipe Pío; L6, estación Puerta del Ángel; L5, estación Marqués de Vadillo; L6, L3, estación Legazpi.
- Líneas de tren: estación Príncipe Pío o Pirámides.
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