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El botijo, el abanico, las notas adhesivas o la fregona son algunos de los objetos que se exhiben en una muestra de Obra Social ‘La Caixa’.
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Se acompañan de una pequeña explicación sobre cómo nació cada uno de ellos.
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Estos inventos son ‘héroes ocultos’ que surgieron de una idea ingeniosa, pero comprensible.
Objetos que acompañan nuestro día a día, que nos facilitan multitud de tareas y que están tan introducidos en nuestras rutinas, que ni siquiera somos ya conscientes de que en el pasado no existían. Un clip sujetapapeles, un sacacorchos, las notas adhesivas, una pinza, el bolígrafo, el lápiz o la fregona son algunos de los inventos que se muestran en una exposición itinerante, organizada por la Obra Social ‘La Caixa’, en la Plaza de Salvador Dalí (Avda. Felipe II), de Madrid, hasta el 18 de abril.
Todos estos ‘inventos geniales, objetos cotidianos’ son llamados ‘Héroes ocultos’ en esta muestra, que se exhibe bajo una carpa blanca junto al Dolmen de Dalí. Cada uno de ellos se acompaña de una ingeniosa presentación y de un cartel que nos explica en qué año se inventó, cómo surgió de la nada y alguna otra anécdota de su ya imprescindible presencia.
Algunos han definido al clip como «maravilla utilitaria y estética», que nació a finales del siglo XIX y que se basa en el principio de elasticidad del físico Robert Hooke según el cual la dilatación de un muelle es directamente proporcional a la carga que se le aplica. Los portalatas, que enlazan seis latas de bebidas con el mínimo gasto, esfuerzo y material de embalaje, nacieron a finales de los años 50. El plástico de burbujas es de la misma época y la idea que llevó a su creación surgió en un viaje en avión.
El paraguas, la goma elástica, la tirita, las cajas de cerillas, las notas adhesivas, el botijo, el tetrabrik, el taco de pared, el mosquetón son algunos otros de estos ‘héroes ocultos’, que según los creadores de la muestra, parten de «una idea ingeniosa aunque fácilmente comprensible». Muestran su valía una y otra vez y han permanecido inalterables durante décadas.
Algunas creaciones, como la bolsa de té, surgieron producto de la casualidad, cuando un comerciante decidió enviar muestras de té en pequeños paquetes de seda, que algunos de sus clientes introducían en agua caliente sin abrirlos para probar su calidad. Otros, como la cremallera, siguen siendo un misterio para muchos adultos, aunque los niños la aprenden a usar con mucha facilidad.
La muestra de La Caixa, gratuita y abierta al público de 11 a 21 horas, los sábados, domingos y festivos, con interrupción a mediodía, de 14 a 17 horas, y de lunes a viernes, con apertura a las 12:30, pretende reflejar la innovación, la producción, la evolución y la inspiración de todos estos objetos.
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