La cantante madrileña presenta su proyecto Looping Greis en la sala Búho real de Chueca
Looping Greis es un proyecto audiovisual y escénico de la artista madrileña Gracia Texidor, que ahora presenta en su gira por España. Estará en Madrid el viernes, 12 de abril, en la sala Búho real del barrio de Chueca. Cantante, compositora y educadora, trabaja desde el año 2010 en Mirarte S.L, empresa dedicada a formación artística en museos, fundaciones y colegios de toda la Comunidad de Madrid. También lidera una banda musical llamada Las Texidoras.
Su proyecto tiene varias vertientes: por un lado, unas vídeo-canciones disponibles en YouTube; por otro, una realidad escénica en forma de conciertos y teatro musical; en tercer lugar, una parte pedagógica, ‘El cuerpo como instrumento’, una metodología compositiva y de aprendizaje musical que Gracia Texidor ha desallorado y con la que imparte talleres en centros de arte de todo tipo; y por último, desde hace un par de años, la creación de espacios sonoros para propuestas teatrales -ha participado en tres montajes hasta el momento-.
Looping Greis
Cuéntanos sobre el proyecto Looping Greis
Es mi proyecto vital. Una mujer-orquesta del siglo XXI. Estudié Bellas Artes, me he formado en teatro y música y siempre he adorado la música vocal. Quizá Looping Greis es la mezcla de todo esto, el contenedor en el que caben todos mis intereses.
Gira por España
¿Qué tal tu gira por España?
Acaba de empezar. He estado en Andalucía y ahora en Madrid, que es mi ciudad, aunque he tenido varias fechas en la provincia. Bien, la recepción es muy buena, el show impresiona mucho, pero es difícil moverse sola y llegar a un público amplio. De momento, estoy contenta ya que voy a alguna ciudad por primera vez, aunque también repito en la gran mayoría, lo que significa que va calando un poquito el proyecto. Deseosa de poder mostrarlo en más ciudades, ya que además es una propuesta muy intergeneracional, gusta por igual a peques y a mayores».
¿Qué quieres trasmitir con tu arte?
Muchas cosas… Con cada canción me propongo un objetivo, pero sobre todo, pensamiento propio y capacidad crítica. Para mí hacer canciones es un arte muy completo, ya que tiene la parte lírica, el texto -con el que llevas el mensaje de una forma quizá más concreta, más directa-, y la parte musical, mucho más evocadora y sugestiva. Si le sumas una puesta en escena con recursos teatrales, realmente puedes removerlo todo y poner las conciencias patas arriba.
¿Qué buscas de tus espectáculos?
Lo que busco es que las personas que vengan a mi espectáculo salgan con ganas de ser más críticas con el mundo, de involucrarse con las causas y discursos que merezcan la pena, y por supuesto, que se rían, hay mucho humor en mi show, pero también que se indignen… Aunque te confieso que siempre hay alguien que llora… Lo principal, luchar contra la indiferencia».
Influencias africanas
¿Hay influencias africanas en tu último single ‘La voz de los dioses’?
Esa es la segunda canción de mi tercer trabajo de estudio ‘La Santísima Trinidad’, ocho vídeo-canciones nuevas. La canción surgió a raíz de un curso de músicas del mundo que recibí, en el que el maestro Fernándo Pérez nos habló de música del noroeste de África, de un estilo en el que no se distingue entre instrumentos de base y solistas, si no que cada instrumentista aporta pequeños motivos que se repiten en bucle, por lo que la melodía principal surge de varios instrumentos, de varias voces.
Cuando el público tararea esta melodía, no ve a ningún músico ejecutarla y ahí es cuando se habla de ‘la voz de los dioses’ o ‘la voz de los espíritus’. Al tiempo que esta idea quedaba en mi cabeza, he tenido relaciones familiares con Senegal y, gracias a ellas, recibí mis primeros ‘cas-cas’ (el pequeño instrumento percusivo que toco al final de la canción). Escuché un montón de música senegalesa.
¿Qué significan tus looks en las vídeo canciones que haces?
No tienen ningún significado concreto. En cada vídeo-canción siempre me disfrazo e intento buscar un personaje, interpretar un rol. A veces hablo desde una primera persona, ya que en mi proyecto está muy presente el recurso del bufón, que se disfraza constantemente y es cambiante. En ‘La voz de los dioses’ no había ningún personaje, pero en mi cabeza quería construir una especie de deidad, sin referencias concretas a ninguna cultura. No quería que pareciera un personaje terrenal, si no alguien de un mundo espiritual o capaz de comunicarse en otra esfera. En realidad solo pretendo sugerir, ya que para mi la espiritualidad está en la propia música, que es la que en mi caso me genera la experiencia mística.