De fortaleza en la Edad Media a espacio de ocio
Situado en una de las zonas más castizas de Madrid, el parque de Las Vistillas hace justicia a su nombre. Nos deleita con una asombrosa panorámica de la ribera del río Manzanares y la Casa de Campo. Y es que, como bien dicen, tiene una de las mejores puestas de sol de la capital.Sin embargo, es mucho más que un parque urbano. Asentado sobre el antiguo cerro del campillo de las vistillas, se trata de una de las formaciones montañosas que sirvieron de defensa natural de la ciudad durante la Edad Media.
Unas tierras disputadas
A principios del siglo XIII se construye sobre estos terrenos la que hoy es la Real Basílica de San Francisco el Grande. En entonces cuando comienzan las disputas por la autoría de las tierras próximas a la edificación religiosa. En los siglos venideros, la propiedad pasaría por manos del Concejo de Madrid, los duques del infantado o la Archidiócesis de Madrid, antiguo Obispado de Madrid-Alcalá.
Y así, de unos a otros, el recinto ajardinado llegaría a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que lo compró y acondicionó, construyendo la plaza de Gabriel Miró. Además, encargó la instalación de diferentes elementos urbanísticos y ornamentales, que harían las veces de escenario para las verbenas durante las Fiestas de San Isidro.
Es la propia plaza de Gabriel Miró una de las zonas más reconocibles y visitadas de este parque. Aquí se celebran las hogueras de San Juan y algunos de los eventos más importantes de las fiestas de La Paloma en agosto, como actuaciones musicales y concursos de baile, entre otras cosas. Además, es la zona donde se concentra el mayor número de chiringuitos y terrazas, convirtiéndola en uno de los espacios más típicos de ocio para los madrileños.
De San Francisco a La Violetera
Dentro de los límites de Las Vistillas se concentran infinidad de espacios cargados de historia y belleza y están divididos en dos zonas claramente reconocibles.
La ya mencionada Basílica de San Francisco el Grande, el edificio y los jardines del Seminario Conciliar de Madrid y la Dalieda de San Francisco conforman el tramo meridional del terreno, junto con el Parque de la Cornisa. Además, es en la Dalieda donde encontramos otra de las grandes vistas de los jardines desde su balcón hacia poniente.
En el lado opuesto, el tramo septentrional lo componen los jardines de la Plaza de Gonzalo Miró. Están situados en la parte más alta del cerro y cuentan con dos de los monumentos más característicos del terreno: un busto de Ignacio Zuloaga y la archiconocida estatua de La Violetera.
Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.
Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.