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Lleva cerrado desde el pasado 4 de julio.
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Se quiere garantizar una temperatura adecuada para su conservación.
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A finales de año, se ampliará el horario y se reforzará la vigilancia.
El Templo de Debod es, sin duda, uno de los lugares con más encanto de Madrid. Lleva cerrado desde el 4 de julio por problemas en el sistema de climatización, por lo que el Ayuntamiento ha decidido acometer obras para mejorar la climatización y la iluminación. El objetivo es una mejor conservación del edificio.
Las carencias en el sistema de climatización llevan produciéndose regularmente. Ahora, el consistorio ha decidido invertir 400.000 euros en mejorar los sistemas de iluminación de paredes, relieves e inscripciones. Los medios audiovisuales, así como los gráficos y los textos explicativos también se reformarán. La idea es encontrar una solución para que se pueda seguir visitando el templo sin comprometer su preservación.
Horario ampliado y más seguridad
El monumento no reabrirá hasta que los valores climáticos internos garanticen una temperatura adecuada para visitantes y trabajadores. Para finales de año se prevén otras dos mejoras: ampliar el horario y reforzar la seguridad. El museo se podrá visitar de 10.00 a 22.00 horas ininterrumpidamente y, a partir del 1 de noviembre, contará con dos vigilantes durante las 24 horas del día.
El problema del vandalismo se intentó atajar hace unos años. A raíz de las pintadas sufridas en el monumento, en 2007 la UNESCO propuso cubrir la construcción con una campana de cristal. Al final no se llevó a cabo, y ahora se ha encontrado otra solución que pasa por la prevención y detención de las actuaciones vandálicas.
El Templo de Debod, regalo de Egipto en 1970
El Templo de Debod fue inaugurado el 20 de julio de 1972 tras dos años de reconstrucción. Llegó a Madrid como un regalo de Egipto a España por su colaboración en el salvamento de los templos de Nubia. Gracias a esta ayuda internacional, Egipto consiguió salvar, entre otros, el Templo de Abu Simbel.
La construcción está ubicada en el Parque de la Montaña, junto al Paseo del Pintor Rosales, y es una visita ideal para los turistas que quieran disfrutar de la puesta de sol en un lugar único. Aunque el museo permanece cerrado de momento, la zona exterior, donde se encuentran el lago y los arquitrabados que forman la entrada, se puede visitar.
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