La Comunidad de Madrid anuncia que será obligatoria a partir del curso 2025/26 en los nuevos colegios y que, además, incluirán 1º y 2º de la ESO
La Comunidad de Madrid ha decidido impulsar un gran cambio en la educación en la región madrileña, con la apuesta decidida por recuperar la jornada partida educativa. Así, tal y como ha anunciado el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, todos los colegios nuevos tendrán horario partido de manera obligatoria a partir del curso 2025/26 e incluirán 1º y 2º de la ESO.
Este modelo también se pondrá en marcha en los que ya funcionan y lo soliciten. Con esta medida, el Ejecutivo autonómico pretende mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, su descanso y hábitos de alimentación. Asimismo, cree que así se podrá luchar mejor contra la soledad, adicciones, la posible influencia de las bandas juveniles o el abandono escolar.
La decisión sobre la jornada partida educativa en los colegios de Madrid enfrenta a políticos, familias y sindicatos
La decisión es apoyada por las familias y criticada duramente por los sindicatos, abriendo un intenso debate en el que el consenso se ve lejano, sino imposible.
La jornada partida educativa consiste en una ampliación del horario lectivo. Frente a la jornada continua, que va de 9 h a 14 h, este modelo implica que los niños salgan de clase entre las 17 h y las 18 h, según decisión del centro. Las horas extra, además de permitir un descanso de hasta dos horas para comer, introducirían algunas clases por la tarde, disminuyendo el número de horas que se imparten de seguido.
En la actualidad, la jornada continua es aplicada por un 80% de los centros de la comunidad, frente al restante 20% con jornada partida.
La jornada partida educativa en Madrid: «nuevo ataque a la educación pública» o a favor del bienestar de los estudiantes
La apuesta por el modelo de jornada partida educativa en Madrid fue anunciada por Isabel Díaz Ayuso en el Debate del estado de la región a comienzos de septiembre, y desde entonces la discusión ha sido agria e intensa.
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA Giner de los Ríos) celebró la decisión, pero los sindicatos están más que enfadados. CSIF habla de «provocación sin precedentes«, de «nuevo ataque a la educación pública» y promete una respuesta contundente, quejas a las que se suma Comisiones Obreras, que además señala la falta de consenso y negociación.
https://www.instagram.com/p/DBeA0yfNXeM/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==
El pasado 23 de octubre, el Consejo de Gobierno de la Consejería de Educación aprobó publicar en el Portal de Transparencia la consulta pública relativa al proyecto de Decreto que implementará los cambios, un paso de obligado cumplimiento para su aprobación.
Aquellos centros que tienen una jornada continua podrán mantenerla, pero el número de estos disminuirá, pues los nuevos centros y los que soliciten el cambio pasarán al horario con cortes.
El otro gran cambio es que los dos primeros cursos de la ESO se impartirán junto a Primaria e Infantil en un mismo centro, cuyo acrónimo sería CEIPSO. Su aplicación será gradual, igual que la de la jornada partida, al ser obligatoria en los nuevos centros pero aplicándose en los existentes solo cuando lo permitan las infraestructuras.
Los estudios científicos sobre la jornada continua no logran cerrar el debate
El ejecutivo madrileño ha justificado las virtudes de la medida principalmente con dos argumentos: facilita la conciliación de la vida laboral y familiar y mejora el rendimiento de los alumnos.
Ese segundo punto es el más discutido. El comunicado de la CAM apela a «diversos estudios científicos«, que ponen de manifiesto que un horario alternante entre tiempos de ocio, alimentación y descanso tiene un efecto positivo en el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes. Se afirma que el nuevo modelo respeta los «biorritmos a la hora de afrontar las actividades de aprendizaje» de los menores.
La literatura académica señala en esa dirección. Tenemos el ejemplo de un estudio de la Consejería de Educación de Galicia en los años 90, que arrojaba entre un 10 y un 20% más de fracaso escolar en los centros con jornada continua. O el de la propia Comunidad de Madrid de 2014, en el que los alumnos de 6º de primaria tenían mejores resultados en una serie de pruebas de conocimientos y destrezas si estaban en el modelo de la jornada partida (6,9 frente a 6,7 de sus compañeros con jornada continua).
Los profesores, además de tener sus propios intereses respecto al horario de trabajo, difieren de esta opinión, y argumentan que su defensa de la jornada continua va en pro del alumno, al que suponen más cansado tras la hora de la comida.
El caballo de batalla de la conciliación laboral
La otra pata del debate es la conciliación familiar y laboral. Los que se oponen a la iniciativa de la Comunidad critican la disminución del tiempo que los menores pasan con sus familias, y defienden que si se quiere ayudar a los trabajadores lo realmente relevante es diferenciar el tiempo lectivo del asistencial. En este sentido señalan que la jornada continua es compatible con aumentar la financiación para actividades extraescolares, o una medida ya aplicada como es abrir los centros durante Navidad y Semana Santa.
Por contra, parece que el número de padres y madres que pueden estar con sus hijos antes de las 18 h es escaso. El 45,2% de las madres llegarían después, así como el 72% de los padres, según un estudio realizado en Cataluña. También se argumenta que, con el modelo de jornada continua, aumenta la cantidad de deberes que se mandan para casa, al faltar horas lectivas para impartir todo el currículum.
Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.