Un incendio en el Teatro Novedades se cobró 80 vidas en 1928 dejando una triste página de la historia del barrio
Como todos los barrios de cualquier ciudad, el de La Latina tiene una crónica negra que forma parte de su historia. Hoy queremos recordar un suceso que tuvo lugar el 23 de septiembre de 1928, el incendio del Teatro Novedades, una tragedia que conmocionó a todo el país y que traspasó nuestras fronteras.Situado en el número 83 de la calle de Toledo, entre la de La Ruda y la de Silva -que por entonces se llamaba de Las Velas-, el edificio había tenido varios usos antes de ser un teatro. Empezó como cuartel de caballería, luego se convirtió en un teatro de aficionados y por último albergó un circo ecuestre.
Nació el Teatro Novedades
Ya como Teatro Novedades, fue inaugurado por la Reina Isabel II y su esposo Francisco de Asís el 13 de septiembre de 1857, eligiéndose para la ocasión la representación de la obra ‘El mejor alcalde el rey’, de Lope de Vega.
Contaba con un aforo de 1.900 localidades y enseguida se hizo muy popular entre los madrileños, que lo rebautizaron con el nombre de ‘El Coliseo’. Tuvo varios dueños y con el paso del tiempo fue deteriorándose hasta el punto de tener que ser remodelado en dos ocasiones antes del incendio.
La tragedia
El 13 de septiembre de 1928 se representaba en la sala el sainete andaluz ‘La mejor del puerto‘. En el escenario, el decorado recreaba una goleta que simulaba estar anclada en el río Guadalquivir y en la que se celebraba una fiesta, por lo que estaba adornada con guirnaldas y numerosos farolillos.
De repente alguien advirtió una llama en uno de ellos, posiblemente ocasionada por un cortocircuito. El incendio se extendió rápidamente al resto del decorado y al telón, que ardió y cayó al foso de la orquesta. El escenario, como la mayoría de la estructura del teatro, estaba construido en madera, lo que hizo que las llamas se propagasen con extrema rapidez.
Los espectadores que se encontraban en el patio de butacas tuvieron más fácil la salida, pero a los anfiteatros se accedía por unos pasillos que daban a unas estrechas escaleras laterales. Fue en ellas donde se contabilizó el mayor número de víctimas, ya que se produjeron avalanchas que las taponaron.
Aunque fue desmentido por los médicos forenses, se extendió el rumor de que alguno de los cadáveres presentaban heridas de arma blanca, fruto de las peleas ocasionadas por llegar a la salida.
Algunos de los espectadores que se encontraban en los anfiteatros se precipitaron al vacío sobre el patio de butacas, buscando a la desesperada la salida de aquel infierno. Unos murieron, sin embargo otros consiguieron salvar sus vidas aunque quedaron malheridos.
Cerca de 80 muertos y mas de 200 heridos
Cuando el incendio fue por fin sofocado y los bomberos pudieron entrar, encontraron un espectáculo dantesco. Los cuerpos calcinados se amotonaban alrededor de las escaleras y en el patio de butacas. La cifra incial de fallecidos ascendió a 67 y a cerca de 200 la de heridos de diversa consideración. Algunos de estos acabaron también falleciendo días mas tarde, por lo que se calcula alrededor de 80 el número total de víctimas mortales.
En el exterior, el cielo se fue cubriendo de una lluvia de cenizas y los vecinos corrieron a ayudar a las víctimas. Cuando llegaron los efectivos de la Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos, Guardia Civil y unidades del Ejército, ya se habían propagado las llamas por todo el edificio y temieron que acabara por derrumbase, lo que retrasó su extinción.
Madrid, una vez más fue un ejemplo de solidaridad con los afectados. Los periódicos de la época animaban a hacer donaciones y muchas compañías de teatro organizaron funciones benéficas para ayudar a los familiares. La Latina tardó años en recuperarse de la tragedia ya que muchas de las víctimas eran vecinos del barrio.
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