Historias de la cuarentena: un pintor reconvertido en autor de cómics

La cuarentena está dejando muchas historias personales, como la de este pintor que se ha reinventado como autor de cómics

Estos días de cuarentena por el coronavirus (Covid-19) han hecho que muchos ciudadanos descubran facetas olvidadas o desarrollen habilidades para las que nunca hasta ahora habían tenido suficiente tiempo. Son muchas las historias personales que va a dejar el confinamiento en la memoria de todos. Hoy compartimos con vosotros una de ellas.

Ernesto nos escribe para contarnos cómo el hecho de tener que interrumpir su trabajo como pintor de interiores, le ha ayudado a descubrir una creatividad que desconocía. Y ha volcado las experiencias, duras y tristes, que ha estado viviendo por culpa del coronavirus, en unos cómics. Un abrumador y claro reflejo de lo que se está viviendo en estos meses.

Historias de la cuarentena: Ernesto Sierra y sus cómics

Hola. Mi nombre es Ernesto.
Soy artista plástico y actor, y me gano la vida como pintor decorador (pintor de brocha gorda).

El día 13 de marzo como todo viernes a las 19h, salí de la casa del cliente donde trabajaba, para volver el lunes. Ya no volví a acabar el trabajo por el estado de alarma. Ahí se quedó retenido un cobro de 1500 euros…

Desde el día 14 quedamos confinados en casa mi hija de 17 años y yo. Ella habitualmente vive con su madre. Mi ex mujer. Pero nuestra hija vino conmigo debido a que su madre tenía síntomas de Covid 19. Algo que fue entendido por todos , tiempo después debido a las fiebres y demás síntomas que vivió casi un mes.

Puedes consultar la web de Ernesto como artista plástico y la de su trabajo como actor.

Cómics que reflejan la dura situación que se está viviendo

La dura lucha contra mi mente por la desesperada situación económica, así  como la búsqueda de una solución al problema de bulimia de mi hija, me hizo comenzar mis comics ‘Para la cuarentena: Diarios’. Expresando en ellos la experiencia de personas de mi entorno:

Mi padre, un hombre de 85 años con varios achaques de salud y encerrado solo, Mi hermana, trabajadora de alimentación en un gran supermercado y la lucha con sus dos hijos pequeños en casa.

Mi compañera, enfermera en un hospital de Madrid y…y… en fin. Mi otra  hermana y su sufrimiento al perder a su suegra en una residencia de Madrid y días después la pérdida de su cuñado. Hijo de esta. Por un cáncer de páncreas.

El no reunirse ante tal golpe la familia y la dura espera (un mes de momento) de la llegada de las cenizas de sus seres queridos o la dura convivencia de un amigo mío, asintomático, aislado en su propia casa de su mujer y su bebé
de 10 meses, a quienes no puede abrazar.

Cada día está titulado con el nombre de esa persona.

Los cómics de Ernesto Sierra

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