El parque de atracciones francés renueva sus atracciones apostando por experiencias reales y sensoriales
Futuroscope, el parque temático pionero de Francia ubicado cerca de Poitiers, fue el primero en abrir sus puertas en 1987 (cinco años antes que Eurodisney) y acaba de superar los dos millones de visitantes en 2024, sumando ya más de 64 millones desde su apertura. Hoy, su propuesta se aleja del concepto puramente futurista que le dio nombre para centrarse en emociones más tangibles, donde el agua se convierte en protagonista, por encima de los robots o los viajes espaciales.
Eso sí, conserva clásicos como ‘Objetivo Marte’, donde los visitantes se ponen en la piel de un astronauta antes de embarcarse en una misión espacial con efectos especiales nunca vistos en Francia. O ‘El Viaje Extraordinario’, inspirado en ‘La vuelta al mundo en 80 días de Verne’, que lleva a los pasajeros a volar sobre el Himalaya o el Taj Mahal en solo cuatro minutos. Y, por supuesto, ‘Cazadores de Tornados’, que recrea un torbellino con escenas en directo, viento a 27 km/h y tecnología envolvente. Junto a estas, siguen atracciones como ‘Baila con los Robots’, ‘Arthur en 4D’ o ‘La Máquina del Tiempo’.
Futuroscope hacia la sostenibilidad: nuevos proyectos y un futuro más verde
Pero la gran apuesta de cara a 2025 es distinta. Tras completar su plan ‘Visión 2025’, iniciado en 2019 con una inversión de 300 millones de euros, el parque de atracciones ha inaugurado dos hoteles temáticos (Station Cosmos y Ecolodgee), ampliado su oferta y lanzado nuevas atracciones premiadas. Entre ellas destaca el nuevo parque acuático Aquascope, que desde su apertura hace seis meses ya ha recibido a 200.000 visitantes.
Además, el parque se ha comprometido con la sostenibilidad: para finales de 2025 espera alcanzar la neutralidad en carbono, un logro sin precedentes entre los parques de ocio. Para ello, ha puesto en marcha medidas como la generación de más energía de la que consume (70% de autoconsumo), el uso de materiales reciclados (como los 7.000 tetrabriks usados en las gradas del espectáculo nocturno), una reducción del 30% del consumo de agua por visitante, la plantación de 14.000 árboles en 1,8 hectáreas y la instalación de 200 puntos de recarga eléctrica.
Futuroscope: experiencias sociales, aventura acuática y espectáculo final al aire libre
Futuroscope también apuesta por lo social. Desde hace 20 años mantiene la atracción ‘Ojos bien cerrados’, una experiencia inmersiva en la oscuridad guiada por personas ciegas, que lleva a los visitantes a recorrer el mundo guiándose solo por el tacto, el oído y el olfato. Lo recaudado va destinado a la asociación Les Yeux Grands Fermés, y el espacio lo cede el parque de forma gratuita.
Este año, la novedad principal se llama ‘Misión Bermudas’, una aventura acuática que combina montaña rusa y rápidos. Con una inversión de 25 millones de euros, tras acceder al campamento base, los visitantes se embarcan en una expedición a través de la selva en busca de exploradores desaparecidos en el Triángulo de las Bermudas. El recorrido, con efectos de niebla, explosiones y un desenlace vertiginoso en una cascada de 16 metros, combina sensaciones físicas y visuales gracias a una innovadora tecnología híbrida de Mack Rides que permite movimientos como giros cerrados, retrocesos o balanceos tipo rafting.
El espectáculo ‘La Llave de los Sueños’ cierra el día con una experiencia nocturna al aire libre creada junto a ECA2, con decorados colosales, fuentes, luces, fuegos artificiales y música. Una puesta en escena gratuita y envolvente.
Futuropolis y Aquascope: las zonas infantiles de Futuroscope con más de 30 actividades
Futuroscope ha sabido también adaptarse a los más pequeños. Si al principio parecía más orientado a adultos, hoy incluye espacios como ‘Futuropolis’, con 25 actividades en tres hectáreas, desde trampolines acuáticos hasta barcos giratorios o las ‘máquinas de Leonardo’. Muchas de ellas son accesibles para niños desde 90 cm de altura.
Pero la gran revolución infantil ha sido el parque acuático cubierto Aquascope, con 6.000 metros cuadrados y una inversión de 57 millones. En él, los visitantes pueden experimentar aventuras acuáticas con tecnología digital: proyecciones submarinas, erupciones volcánicas, asteroides, criaturas marinas, toboganes gigantes (algunos desde 16 metros de altura), flotadores en espiral, piscinas de olas o zonas interactivas. Todo con el agua a 29º todo el año. También hay un espacio para los más pequeños con juegos, laberintos y un simpático pulpo llamado Kraki.
Alojamientos sostenibles para vivir la experiencia
Para disfrutar de la experiencia completa, el parque ofrece tres alojamientos. El Station Cosmos, un hotel 4 estrellas que simula una estación espacial, ofrece habitaciones estilo cabina, desayuno interactivo y un restaurante donde los platos viajan en raíles. El Ecolodgee, con 120 lodges, se sitúa en un entorno natural que favorece la biodiversidad, con árboles de bajo consumo hídrico, nidos para aves y vegetación autóctona. Ambos hoteles destacan por su diseño sostenible y su compromiso medioambiental.
Por otro lado, el Hôtel du Futuroscope ofrece una opción más económica, con habitaciones familiares y acceso directo al parque a través de una pasarela peatonal. A esto se suman numerosos hoteles próximos, tanto a pie como en la ciudad de Poitiers.
Los precios de los paquetes que incluyen entrada, espectáculo nocturno, alojamiento y desayuno oscilan entre los 192 € por persona en Station Cosmos, 162 € en Ecolodgee y 123 en el Hôtel du Futuroscope.
Con su mezcla de tecnología, sostenibilidad, accesibilidad y emoción, Futuroscope consolida su lugar como uno de los parques temáticos más singulares e innovadores de Europa.