El Tribunal Superior de Justicia de Madrid admite a trámite el recurso contencioso-administrativo de la Plataforma Ecologista Madrileña contra el circuito de Fórmula 1, aprobado recientemente
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de admitir a trámite un recurso contencioso-administrativo interpuesto por la Plataforma Ecologista Madrileña en contra del nuevo trazado del circuito de la Fórmula 1, por suponer una amenaza contra el barrio de Valdebebas. Por ello, nos preguntamos si ahora el proyecto, que ya ha sido aprobado, continuará adelante o no. De momento, ni Ifema ni la Comunidad de Madrid, organizadores principales del evento, se han pronunciado al respecto.
La asociación ecologista alega que el Plan Especial establecido para ‘Madring’ incurre en diversas irregularidades.
- El emplazamiento no está justificado. Se situará en el recinto parque ferial Juan Carlos I y su entorno. «No existe ninguna necesidad de construir un circuito urbano de carreras, con la enorme afección que tendrá sobre el vecindario, tanto a nivel de movilidad como de contaminación acústica«, afirman.
- El impacto de la eliminación de más de 700 árboles y de la destrucción de los numerosos humedales existentes en la parcela norte, no se han valorado convenientemente. El circuito se va a levantar sobre lagunas, charcas y un sistema de acuíferos vitales en el entorno del arroyo Valdefuentes ubicados entre la calle de Francisco Umbral y la avenida de Alejandro de la Sota. Ya han comenzado las obras.
- Se han ignorado las graves deficiencias urbanísticas en las que incurre el nuevo planteamiento, en relación a la modificación de trazado de la vía pecuaria Vereda de los Leñeros.

De esta forma, concluyen que el circuito amenaza a Valdebebas hasta tal punto que lo califican de atentado ecológico (ecocidio). Además, denuncian que no solo pone en jaque a una zona natural de alto valor ecológico, sino que también representa un escándalo urbanístico y medioambiental de grandes proporciones.
Una antigua parcela minera que dejó charcas y lagunas
El trazado del circuito, de más de 5 kilómetros de longitud, se instalará en el entorno de Valdebebas, sobre una parcela que entre 2018 y 2020 fue objeto de explotación minera.
Esa actividad dejó una topografía irregular donde el agua de lluvia se acumula, dando lugar a decenas de charcas y lagunas de gran profundidad. Este complejo lagunar actúa como esponja hídrica y refugio de biodiversidad, que ahora los promotores del circuito tienen previsto derribar.
En este escenario, el proyecto avanza con maquinaria pesada, desmontando la estructura natural de los suelos y alterando el flujo hídrico del arroyo Valdefuentes, que en ocasiones se ha inundado. Por si esto fuera poco, se está levantando un edificio sobre su mismo cauce, agravando el bloqueo del agua y formando una laguna artificial de gran tamaño.

La Fórmula 1 amenaza a Valdebebas: uno de los pulmones verdes de Madrid
La zona de Valdebebas conserva todavía un ecosistema de alto valor ecológico, a pesar de su cercanía con el núcleo urbano. Situada en el noreste de Madrid, entre el parque forestal Felipe VI y el aeropuerto de Barajas, este área cuenta con importantes elementos naturales que funcionan como corredor ecológico entre el Monte de El Pardo, el Parque Regional del Sureste y el entorno del Jarama.

El suelo de Valdebebas se caracteriza por su permeabilidad, lo que facilita la recarga de acuíferos y la aparición de pequeñas lagunas temporales que se han convertido, con el paso del tiempo, en hábitat de múltiples especies. La vegetación incluye formaciones de matorral mediterráneo, tarayales, herbazales húmedos y vegetación palustre alrededor de las charcas.
Las lagunas de Valdebebas, descanso de aves que cruzan la península
En cuanto a la fauna, destacan diversas especies de anfibios como el sapo corredor (Epidalea calamita) y la rana común (Pelophylax perezi), ambos sensibles a la pérdida de hábitat. También es frecuente observar aves acuáticas como garzas reales, ánades azulones y gallinetas comunes. Durante los periodos migratorios, estas lagunas sirven de parada y descanso para numerosas aves que cruzan la península.

El inventario elaborado por grupos naturalistas, que parece ignorado por la Administración, señala la presencia de reptiles como el lagarto ocelado (Timon lepidus), mamíferos como el zorro o la gineta, y una rica comunidad de insectos y mariposas que dependen de los espacios húmedos y el matorral.
Además, la zona forma parte de un área de tránsito para el vuelo de aves protegidas, y su conservación es fundamental para mantener la conectividad ecológica entre espacios naturales dispersos en el noreste de Madrid. Ahora, la destrucción de estas lagunas, su colmatación artificial y el sellado del terreno comprometerán no solo la biodiversidad local, sino el equilibrio del ecosistema urbano madrileño en su conjunto.
Qué dicen las administraciones con respecto a que el circuito de Fórmula 1 sea una amenaza a Valdebebas
La Confederación Hidrográfica del Tajo admite que se trata de una zona de recarga de acuíferos vulnerables a la contaminación y, sin embargo, autoriza el proyecto del circuito de Fórmula 1 que amenaza a Valdebebas.
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente asegura que «no hay problema», que se puede tramitar todo por la vía rápida. Y así, sin más trámites, se permite que 144 hectáreas de suelo natural sean ocupadas por asfalto, gradas y ruido. La construcción de este circuito amenaza a uno de los pulmones verdes de la Comunidad de Madrid y a su biodiversidad, mientras que las administraciones dan luz verde.

Un sistema de drenaje natural que evita inundaciones, otra de las amenazas de la Fórmula 1 a esta zona de Valdebebas
Y todo esto, señalan las asociaciones ecologistas, se produce en un contexto de emergencia climática, donde las ciudades deberían apostar por preservar los espacios naturales en lugar de destruirlos. La zona afectada no solo forma parte de la franja de protección del arroyo, sino que además cumple una función esencial como sistema de drenaje natural. Este sistema natural evita inundaciones cuando se producen lluvias intensas. Su destrucción compromete la resiliencia de la ciudad frente al cambio climático y abre la puerta a nuevos desastres urbanísticos.
Como bien recuerdan desde GRAMA, “los ríos no olvidan su cauce”. Las consecuencias de urbanizar sobre zonas inundables están más que documentadas, pero se quejan de que se vuelva a repetir el error y que la Comunidad de Madrid apueste por un negocio de asfalto, un evento de élite que va a generar ruido, contaminación y presión urbanística.
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